Tracy Kevins, Kathrin Peter, Ana Galindo y Pamela Conti comparten algo más de su pasión por el fútbol: las cuatro fueron pupilas en la última edición del Programa de Mentores para Entrenadoras de la FIFA y llegaron a la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Colombia 2024™ como seleccionadoras de un país participante.

“De todos los cursos que he realizado en más de 20 años de carrera, ése es el que ha tenido un efecto más profundo en mí”, dice a Inside FIFA Tracy Kevins, quien jugará con su Estados Unidos el duelo por el tercer puesto.

“Es una experiencia única. Había campeonas del mundo y campeonas de Europa, entrenadoras que estaban a punto de embarcarse en una Copa Mundial Femenina de la FIFA, con la apertura y voluntad de compartir su preparación, sabiendo que cuatro de nosotros íbamos a pasar por esa misma experiencia 12 meses después. Simplemente fantástico”, agrega Kevins, que tuvo como mentora a Pia Sundhage.

Peter resalta las relaciones que se crearon durante el curso. “Es un programa muy bueno. Duró dos años y formamos una comunidad en la que pudimos hablar de muchas cosas, y surgieron amistades. Es muy agradable verlas otra vez y reunirme con ellas aquí de nuevo”, dice la alemana, que alcanzó los cuartos de final con su país antes de caer por penales con la propia Estados Unidos en un duelo épico.

De hecho, Peter destaca cómo la interacción con Kevins se volvió “una amistad verdadera, no solo una relación entre dos colegas. Nos encontramos en unos amistosos en abril y aquí en Colombia también conversamos en el hotel”, cuenta la teutona, que tuvo como mentora a su compatriota Tina Theune.

Conti, entrenadora de Venezuela en Colombia, también elogia las redes creadas durante el programa, y cómo se fortalecieron durante la competencia. Es más, la Vinotinto perdió con Alemania en el debut, pero eso no marcó su relación con Peter.

“El partido es el partido y se acaba en el campo. Después hablamos y analizamos a mi equipo y al suyo, compartiendo ideas, hablando de qué nos falta, haciéndonos preguntas... Es muy amigable, incluso me regaló una camiseta”, confiesa la italiana, cuyo mentor resultó el escocés Thomas Sermanni.

La mexicana Galindo admite que, en el Mundial, apenas tuvo contacto con Kevins, con quien perdió ajustadamente en octavos de final. Sin embargo, destaca cómo las conexiones creadas en el programa le sirvieron en la etapa de preparación.

“Más que nada para averiguar información sobre nuestros rivales, preguntar si ya se han enfrentado ellos, ‘Oye, ¿cómo te ha ido?’. El intercambio de información sobre partidos y esas cosas y la plataforma que ha creado la FIFA han beneficiado a todos”, afirma la seleccionadora sub-20 de México.

Su mentora fue la paraguaya Epifanía Benítez, quien también participó del Mundial Femenino Sub-20 de Colombia, aunque como entrenadora asistente de la selección de su país. “No hablamos, pero seguramente compartiremos análisis y opiniones del torneo más adelante”, vaticina Galindo.

Kevins reconoce que habla con Sundhage. “Es una leyenda del fútbol femenino, y su orientación y tutoría en todos los aspectos, ya sea el entorno de trabajo de las jugadoras, los aspectos positivos y negativos, las tácticas y todo lo demás son invalorables. (La relación) Continuó más allá, seguimos en contacto”.

Peter también mantiene línea de comunicación abierta con Theune. “Aunque el programa terminó en diciembre, seguimos en contacto: conoce a todas las jugadoras, mira todos los partidos y es muy buena persona. ¡Podemos hablar entre bastidores!”.

Conti, que logró un primer punto histórico con Venezuela, admite que conversó con Sermanni durante el Mundial. “El diálogo es constante. Es alguien importante para mi crecimiento personal, que me apoya mucho y a quien aprecio. He pasado por momentos difíciles y él me ha ayudado a recuperarme. Sólo puedo darle las gracias porque siempre será una persona muy importante en mi vida futbolística”.

Las cuatro aseguran que recomendarían a toda colega el Programa de Mentoras para Entrenadoras de la FIFA. Kevins lo pone en palabras. “Es una experiencia increíble, tan única que no conozco otro curso igual en el mundo en el que se adquiera la experiencia del mentor pero también la de los compañeros. Es un curso que te cambia la vida”.

Del mismo modo, las cuatro admiten que les gustaría ser mentoras en algún momento. Galindo lo expresa así: “Todas las entrenadoras que he conocido, no sólo a través del programa, sino en general, están entusiasmadas por ayudar a desarrollar el fútbol femenino. Si alguien se me acerca y me pregunta qué hago o cómo hago algo, estoy encantada de compartir esa información. Creo que si alguien me ayudó de esa manera, entonces me toca a mí hacer lo mismo”.