Sentadas en una sala del moderno Centro de Alto Rendimiento del Fútbol Femenino de la Asociación Paraguaya de Fútbol, Epifania Benítez y Ana Galindo sonríen al recordar su primera reunión en persona en el marco del Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA, allá por julio de 2022.

Dos meses después del lanzamiento de su segunda edición, Benítez, mentora y entrenadora de la selección femenina sub-17 de Paraguay, debía viajar a México a visitar a Galindo, alumna y en ese entonces conductora del combinado femenino sub-17 de su país. Y vaya si la paraguaya ejerció su rol…

"Se acercaba la fecha del viaje y yo estaba en un momento complicado, ya que debí hacerme cargo de la sub-20 poco tiempo antes del Mundial de Costa Rica. No era mi categoría y había muchas cosas que no tenía claras todavía", explica Galindo a FIFA.com.

"Hablé con la profe Epifania y tuve todo su respaldo. Fue importante apoyarme en alguien que no formaba parte de mi entorno, pero tenía la experiencia profesional internacional que podía ayudarme. Ese acompañamiento es invalorable, y expresa bien la belleza del programa de mentores", agrega la mexicana de 38 años.

Benítez amplía. "Viajé y le dije que sus nervios eran razonables, ¡iría a su primer Mundial con una selección con la que no venía trabajando! Traté de tranquilizarla y recordarle que, si le gustaba lo que hacía, hasta iba a disfrutarlo. Intenté transmitirle confianza, y creo que lo logré", dice la entrenadora paraguaya, mientras Galindo asiente con la cabeza.

Benítez sabe de qué habla: además de ser la primera entrenadora que clasificó a Paraguay a una Copa Mundial Femenina de la FIFA, la Sub-20 de 2018, participó de la primera edición del programa como alumna. Su mentor fue el exseleccionador español Jorge Vilda, campeón de la última Copa Mundial Femenina de la FIFA.

“Un día le pregunté a Jorge, más allá de la infraestructura e inversión, cuál era la diferencia con las selecciones europeas, por qué siempre nos ganaban por goleada. ‘No hay secretos. Es trabajo, amor propio por lo que estás haciendo y fe en tus jugadoras'. Ese fue una enseñanza que quise pasarle a Ana en México en aquel momento", complementa Benítez, de 43 años.

Tras los posteriores encuentros virtuales, Galindo disfrutó sobremanera del intercambio de prácticas y las charlas durante la semana de trabajo en Paraguay, pero aún lamenta no haber podido concurrir, por sus compromisos con la Federación, a los seminarios presenciales del programa realizados hasta el momento, entre ellos el que tuvo lugar durante el Mundial Sub-20 en Costa Rica.

"Yo tenía planeado ver el México - Colombia de la fase de grupos desde la tribuna, sentada cerca de semejantes entrenadores y entrenadoras, ¡no en la banca!", aclara risueñamente la mexicana, cuya selección quedó eliminada en cuartos de final tras caer por la mínima contra España, luego campeona.

Galindo, que ahora dirige formalmente a la sub-20, elogia la metodología y el material del programa. "La FIFA nos enseña un intercambio colectivo, pensando en la persona, pero dejándole a la vez algo a la federación. Invita a compartir información sin importar si seremos rivales. Nos ayuda a bajar la guardia y abrir nuestras cajas de conocimientos. Eso tiene una riqueza incalculable y hace crecer al fútbol femenino".

Benítez destaca el rol de la FIFA en el desarrollo de la disciplina más allá del curso puntual. "Tiene la capacidad de reunir a entrenadores de primer nivel, así como de convencer también a cada federación para darle apoyo al fútbol femenino y a las selecciones juveniles, ayudando a formar a las próximas generaciones".

De hecho, resalta que las jornadas de trabajo con Galindo tuvieron lugar en el CARFEM, "un predio exclusivo para el fútbol femenino inaugurado el año pasado", construido con apoyo financiero del Programa Forward de la FIFA. "Además de invertir en infraestructura, en Paraguay hay una visualización de la actividad como nunca antes: se televisan los seis partidos de la liga".

Así, con la organización en 2024 de las Copas Mundiales Femeninas Sub-17 y Sub-20 de la FIFA en República Dominicana y Colombia respectivamente, ambas miran con optimismo el futuro cercano para sus regiones.

Galindo resume el pensamientos de las dos. "Será una gran oportunidad para desarrollar y visibilizar al fútbol femenino. Ayudará a que se acerquen más niñas y más patrocinadores, porque el fútbol que tendremos será atractivo. A veces falta apoyo porque falta visibilidad. Y podremos mostrar cómo estamos creciendo ambas confederaciones".