"Lo importante no es ganar, sino participar", declaró el barón Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos, en un discurso sobre los valores del olimpismo pronunciado en 1908. Está claro que esta doctrina no será la principal motivación de la selección femenina de Zambia, que llega a París 2024 en busca su primera medalla. Sin embargo, para su compatriota Diana Chikotesha, la frase de Coubertin tendrá un significado muy especial.

¿Por qué? Porque la respetada árbitra zambiana es una de los 89 árbitros (21 árbitros principales, 42 asistentes, 20 miembros del equipo arbitral de vídeo y seis árbitros de reserva) que ha designado la Comisión de Árbitros de la FIFA para París 2024. En esta lista aparecen 45 nacionalidades diferentes.

"Participar algún día en los Juegos era uno de mis objetivos. Me alegré muchísimo al ver mi nombre en la lista y estoy entusiasmada —ha declarado Chikotesha a Inside FIFA—. Es un torneo altamente competitivo, que reúne a las mejores selecciones del mundo. Es muy entretenido y digno de ver, pero para mí supone una ocasión única para seguir aprendiendo".

Esta designación más que merecida recompensa las excelentes prestaciones de una estrella en ciernes, que recibió el premio de la COSAFA a la mejor árbitra pocos meses después de convertirse en la primera mujer que integró el equipo arbitral de una final de la Copa Africana de Naciones de la CAF. Su logro emocionó al público de Zambia, que acudió al aeropuerto de Lusaka para recibirla con entusiasmo a su regreso de la competición.

"Fue increíble hacer historia con mi participación en aquella final. Jamás lo olvidaré —explica Chikotesha—. Pero también he aprendido una importante lección: las mujeres, sobre todo las que participan en los Juegos Olímpicos, deben tener claro que la cuestión de género no tiene que ser un factor determinante en su carrera ni en su vida".

La árbitra sigue trabajando a sus 35 años para alcanzar la excelencia en este oficio, con sacrificio, entrega y pasión. "Me encanta el fútbol desde niña. Siempre me ha gustado jugar y verlo jugar —comenta—. En 2009, decidí unirme a un equipo de árbitros y convertirme en oficial de partidos. No me arrepiento en absoluto de esa elección".

Quince años después, tras abrirse camino hasta la máxima categoría, ha recibido la invitación para contribuir a una de las competiciones futbolísticas más prestigiosas del mundo.

"En los preliminares de un máximo torneo como este, siento más ansiedad e impaciencia que presión —confiesa Chikotesha—. Debes abordar los grandes certámenes con optimismo, actitud positiva y ganas de aprender en cada partido. Llegaré preparada. Hay mucho en juego para aficionados, futbolistas, patrocinadores y demás partes interesadas. Tenemos que estar a la altura de la ocasión y de las expectativas de todos ellos".

Antes de aquella histórica participación en la Copa Africana de Naciones, Chikotesha fue parte de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023™, durante la cual adquirió una importante experiencia. Con estas aventuras ya en su haber, ha decidido no poner límites a sus aspiraciones.

"Los Juegos Olímpicos era una de las grandes citas que faltaban en mi currículo de árbitra —puntualiza—. Cuando terminen, podré decir que he hecho realidad casi todos mis sueños".

Y añade: "También me gustaría dejar un legado para las niñas interesadas en el arbitraje, porque algunas no tienen a nadie a quien dirigirse, nadie que las motive ni les indique el camino para dedicarse a él. Me encantaría compartir con ellas los conocimientos y la experiencia que he conseguido en mi colaboración con la FIFA y la CAF".

Porque, en esencia, el arbitraje es un trabajo de equipo: no en vano, el lema oficial de los Juegos Olímpicos reza: "Más rápido, más alto, más fuerte, juntos".