La industria de las apuestas es un sector en auge. La FIFA calcula que el volumen de negocio que genera asciende a los miles de millones. Aunque este sector es una fuente de financiación para el fútbol, también representa un riesgo para su integridad.
En este sentido, existe el riesgo de que se amañe un partido o una competición de fútbol con vistas a conseguir un beneficio económico ilícito mediante las apuestas.
Con el fin de proteger la integridad del fútbol en todo el mundo, la FIFA ha puesto en práctica una serie de normas concretas sobre las apuestas, los juegos de azar y otras actividades similares.
Implicación en apuestas, juegos de azar o actividades similares
Todos los oficiales, árbitros y futbolistas, así como los intermediarios y organizadores de partidos, están sujetos al Código Ético de la FIFA de la manera siguiente:
Tienen prohibido participar en apuestas, juegos de azar, loterías o actividades y transacciones similares, de forma directa o indirecta, que estén relacionados con los partidos de fútbol o cualquier otra actividad vinculada con el balompié.
Se les prohíbe tener todo tipo de intereses, de forma directa o indirecta (a través de terceros o con la colaboración de estos), en entidades, empresas, organizaciones, etc., que promuevan, negocien, organicen o dirijan apuestas, juegos de azar, loterías o eventos o transacciones similares relacionadas con partidos o competiciones de fútbol.
Se entiende por «intereses» toda posible ventaja que redunde en beneficio de las personas sujetas al código y/o sus partes vinculadas.
De conformidad con el art. 26 del Código de Ética de la FIFA, los siguientes comportamientos pueden estar sujetos a una investigación de integridad que podría derivar en una multa de mínima de 100 000 CHF y una inhabilitación de un máximo de tres años para ejercer actividades relacionadas con el fútbol.
Participación directa
Ejemplo: jugadores/árbitros/oficiales que realizan apuestas en partidos de fútbol
Participación indirecta
Ejemplos:
Un tercero realiza una apuesta en su nombre en un partido de fútbol usando el dinero de un actor del mundo del fútbol, el cual recibe los beneficios.
Un tercero apuesta en su nombre en un partido y comparte los beneficios con una persona implicada en el fútbol.
Una persona implicada en el fútbol comparte con un tercero información confidencial que solo una persona en su posición debería conocer y no se ha hecho pública. Dicho tercero realiza una apuesta en un partido de fútbol teniendo en cuenta la información recibida.