Cada vez que Odisseas Vlachodimos disputa un partido con su club, el Benfica de Lisboa, es inveitable recordar el mayor triunfo de la historia de su selección: el 4 de julio de 2004, Grecia dio la campanada y conquistó la Eurocopa de la UEFA. Angelos Charisteas marcó el gol de oro en el Estádio da Luz frente a Portugal, anfitriona del torneo, conjunto en el que ya jugaba Cristiano Ronaldo. El resultado de aquella final desató la euforia en todo el país.

Vlachidomos tenía diez años y se encontraba en Stuttgart con su familia, viendo el partido por televisión. Todos juntos celebraron el instante en el que el capitán Theodoros Zagorakis alzó el trofeo al cielo.

"Fue un momento muy especial. Habíamos visto todos los partidos en familia, y ganar el título era algo con lo que nadie contaba", recuerda el guardameta, de 27 años, a FIFA.com sobre aquel día histórico.

En aquel entonces, a nadie se le pasaba por la cabeza que, años después, el pequeño Ody acabaría defendiendo el arco de la selección griega. Nacido en Stuttgart, a los ocho años recaló en el VfB Stuttgart, club en el que fue pasando por todas las categorías inferiores. De hecho, Vlachodimos disputó sus primeros partidos internacionales con la selección alemana sub-15. En 2011, conquistó el tercer puesto en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA en México, su primer gran éxito.

"Jugar un Mundial es algo muy especial, y nos quedamos a las puertas de llegar a la final".

Esta ha sido, por ahora, la última participación de Vlachodimos en un torneo global. En 2017 ganó el Campeonato Europeo Sub-21 con Alemania, si bien no disputó ningún minuto.

A finales de 2018, el arquero decidió representar a Grecia, el país de sus padres. Y, en noviembre de ese mismo año, debutó con el combinado nacional. "¡Fue una sensación maravillosa!", señala.

Actualmente, Vlachodimos es el titular indiscutible en la portería griega, y sueña con disputar su primer gran torneo en categoría absoluta. Lo que no parece tan probable es que vaya a ser el año que viene. En la fase de clasificación europea para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, el conjunto que dirige John van 't Schip marcha en tercera posición del Grupo B.

"La derrota contra Suecia hace unas semanas frustró todas nuestras esperanzas", reconoce. "Ahora ya no dependemos de nosotros mismos y tenemos que esperar a que tropiecen los rivales".

El jueves, Grecia recibe a España, segunda clasificada, y cerrará la fase de clasificación contra Kosovo.

"No cabe duda de que contra España tenemos opciones. Nuestro deseo es hacer un buen partido y ver si al final nos da para conseguir algo más".

En caso de no ser suficiente, a Vlachodimos le espera un torneo muy especial dentro de dos años: la Eurocopa de la UEFA 2024 que se disputará en Alemania, su país natal.

"Nuestro objetivo debe ser estar allí. Para mí, siempre es especial jugar en Alemania, contra Alemania o contra equipos alemanes".

Sin embargo, su experiencia reciente contra equipos alemanes es más bien negativa. En la fase de grupos de la Liga de Campeones de la UEFA, el arquero griego encajó nueve goles en dos partidos contra el FC Bayern de Múnich.

La semana pasada, el encuentro disputado en Múnich terminó con un marcador de 5-2 a favor de los locales, y todo ocurrió ante la mirada de numerosos amigos y familiares.

"Tuve que conseguir muchas entradas, porque Stuttgart y Múnich están relativamente cerca", explica Vlachodimos, que es tercero con el Benfica en la liga portuguesa, solo por detrás del FC Porto y del Sporting, su vecino y rival. "Estamos todos muy igualados, y esperamos poder competir por el título hasta el final".

En cualquier caso, lo primero es cerrar el clasificatorio mundialista con un buen sabor de boca y, a continuación, pensar en la Eurocopa de 2024.

"Somos un equipo con un gran potencial y muy joven todavía. Además, la mayoría de nuestros internacionales juega en el extranjero y está sumando muchas experiencias. Es algo que nos ayudará en el futuro. Y ojalá sea dentro de dos años en Alemania".