"Mis hijas son una parte esencial de mi trayectoria futbolística. Era importante que vieran jugar a las Matildas y lo que hacen por promover el fútbol femenino"
El mundo actual está dividido y marcado por los conflictos y las crisis, pero gracias al poder que tiene el fútbol, la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ unirá a las personas y les permitirá descubrir nuevas culturas y formar parte de una comunidad mundial que festeja este acontecimiento en armonía.
La emblemática campaña de la FIFA, con el lema «El fútbol une el mundo», es un movimiento global que creará lazos sociales, servirá como fuente de inspiración e impulsará el desarrollo a través de este deporte. Las Leyendas de la FIFA y jugadores de todas las categorías han compartido la repercusión que ha tenido en sus vidas el poder unificador del fútbol.
El excapitán de los Socceroos, Mark Milligan, ha sido un baluarte del fútbol en Australia y de la A-League durante muchos años, pero también presta atención al fútbol femenino. Especialmente ahora que la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™ ha llegado a Adelaida/Tarntanya, ciudad en la que se ha asentado tras una larga y prolífica carrera en varios países.
El defensa participó en cuatro Copas Mundiales de la FIFA masculinas, pero también le cautivaron la emoción y el entusiasmo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, a la cual asistió con dos hijas mayores a ver un encuentro de Australia. Una parte de la familia Milligan estaba en la tribuna el día en que sucedió el "Milagro de Montpellier", es decir, el día en que las Matildas derrotaron a Brasil 3-2, en una impresionante remontada después de que Brasil se pusiera por delante con dos goles.
"Los planetas se alinearon; yo estaba viviendo en Europa —jugando con el Hibernian escocés— por lo que teníamos la Copa Mundial Femenina muy cerca. Mis dos hijas mayores tenían muchas ganas, igual que yo, de hacer el viaje", afirmó Milligan.
"Fue la primera vez que pudimos ver a las Matildas en un torneo importante. Para mí era muy importante que mis hijas vieran lo que es un Mundial y la fuerza que estaba adquiriendo el fútbol femenino», prosiguió el actual segundo entrenador de Adelaide United.
Milligan colgó las botas e inició su carrera como entrenador poco después del torneo de Francia, pero tras la experiencia de Montpellier no dudó en volver a Australia cuando se confirmó que la Copa Mundial Femenina de la FIFA se jugaría en su campo, el Estadio Hindmarsh.
El lunes, el partido que enfrenta a Brasil y Panamá será el primero de cinco encuentros que van a disputarse en Australia Meridional, incluido un partido de los octavos de final.
"Creo que es esencial para el fútbol australiano y no solamente para el de Adelaida. Las Matildas han sido un ejemplo fantástico, en particular para mis hijas".
El partido de Hindmarsh marcará el inicio de un nuevo Mundial que los Milligan seguirán con gran interés, tal como sucedió en Rusia 2018.
Tras la última aparición mundialista del ex capitán del Melbourne Victory en el Estadio Olímpico Fisht de Sochi, un fotógrafo captó un momento "agridulce" de Milligan con sus hijas.
"Mi esposa, mis hijas y yo mismo sentíamos que era no solo mi último Mundial, sino también mi último partido con la selección australiana —confesó Milligan—. Fue algo muy emotivo para mi hija mayor, ya que el fútbol lo era todo para ella".
"Tanto las niñas como yo pensábamos que ese era el punto final. Sabían perfectamente que ahí se terminaba mi trayectoria en los Mundiales —añadió Milligan, quien subrayó lo importante que fue la Copa Mundial de la FIFA™ en su vida. Al recordarlo, me doy cuenta de lo afortunado que soy".
Desde aquella memorable instantánea en Sochi en 2018, los Milligan han tenido otra hija, y recientemente han protagonizado otro momento conmovedor en Adelaida, donde las entradas se han vendido rápidamente.
"Ya se ha visto con Adelaide United: la comunidad futbolística en esta ciudad es enorme. Viven el deporte con gran pasión, y espero que ambos equipos disfruten del ambiente que nosotros experimentamos cada dos semanas".
En el partido inaugural de Australia en Sídney hubo récord de asistencia y Milligan sabe de primera mano el efecto que esa ola de entusiasmo puede tener en un equipo. De hecho, en 2015 formaba parte de la selección australiana que logró el título de la Copa Asiática como anfitriona. Los aficionados del país disfrutaron de un verdadero torbellino que mezcló drama y euforia que dejó una enorme huella en la memoria colectiva.
"Ya hemos comprobado que jugar un torneo importante en casa beneficia nuestro juego y en esta competición este aspecto tendrá un efecto aún mayor. Además, es de suma importancia que lo aprovechemos de cara al futuro. Debemos disfrutarlo ahora que lo tenemos aquí y luego asegurarnos de aprovecharlo al máximo".