Estamos viviendo tiempos inciertos, marcados por conflictos y crisis globales. El mundo está dividido.

Sin embargo, el poder del fútbol reúne a los pueblos, que trascienden las fronteras para unirse y celebrar juntos el deporte rey. Football Unites the World es un movimiento global que pretende infundir esperanza, unir y fomentar el desarrollo a través del fútbol.

A pocos días del saque inicial de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Argentina 2023™, David Trezeguet habla de la pasión que espera a los campeones del mañana en el país en el que se crio y que representa una parte importante de su doble cultura. El campeón del mundo de 1998 con los Bleus también reflexiona sobre los sentimientos encontrados que suscitó en él la final de Catar 2022, que enfrentó a la Albiceleste y Francia.

"No hay duda de que en este país el fútbol se vive con pasión, y más aún: también forma parte de la cultura, es una religión. Esa locura ha ido a más todavía, sobre todo después de ganar el Mundial de Catar”, señala el exdelantero refiriéndose al país organizador de la cita mundialista sub-20. “Habrá un fervor excepcional por los sub-20. En lo que respecta a los estadios, la pasión o el público, que va a responder, pienso que va a ser algo muy intenso para los jugadores, les va a aportar una gran emoción conocer un país donde el fútbol es algo intensísimo".

Trezegol, FIFA Legend y embajador de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Argentina 2023™, asegura que no se perderá ni un ápice de un torneo que Argentina ha ganado seis veces —más que nadie— y Francia una. "Iré a verlo para disfrutar con la calidad de los jugadores y también de un país que está orgulloso de haber ganado el último Mundial".

El título conquistado en Catar resultó especial para este francoargentino, como no podía ser de otro modo. "La final me resultó muy complicada desde un punto de vista personal. Fui a verla a Catar. Ver a mis dos países disputar una final, y nada menos que de la Copa del Mundo, fue bastante difícil", admite, refiriéndose a un choque que alcanzó nuevas cotas tanto en términos de calidad de juego como de emoción.

"A nivel deportivo, fue un partido de locura total, buenísimo. En el plano personal, por supuesto, Francia no deja de ser el país que me adoptó, el país que se adaptó a mí. Pero, al mismo tiempo, también me alegré por Argentina, un país que sufrió mucho, con un jugador excepcional, como Lionel Messi. Pero en el cómputo global del torneo, asistimos una final entre dos equipos que tenían mucha ambición y muchas ganas".

El exdelantero del Juventus incluso vio ahí un símbolo, el de un traspaso de poder. "En un bando estaba Lionel Messi y en el otro Kylian Mbappé, era el presente contra el futuro", opina Trezeguet, optimista sobre las perspectivas que aguardan a los finalistas derrotados. "Aunque Francia acabase perdiendo, creo que de cara al futuro sigue siendo el equipo más completo".

Y nadie mejor que Trezeguet, admirado en ambos países, tanto por lo mucho que consiguió en las filas de la selección francesa como por su exitoso final de carrera en River Plate y Newell's Old Boys, para reconocer el poder que tiene el fútbol en la sociedad. "En mi trayectoria, tuve una relación especial con Francia, sobre todo en 1998, cuando todos sabíamos que había preocupaciones en el país. Ganar la Copa del Mundo unió a todo un país a nivel social, cultural y de opinión. Y fue extraordinario", recuerda, insistiendo también en el poder del fútbol para hacer del mundo un lugar mejor, como promueve la campaña de la FIFA Football Unites The World.

"En cuanto a mis raíces, siempre he mantenido la idea de que el racismo no debería existir. Sin olvidar que el fútbol une, a nivel social, a través del amor que se siente por él. Yo siempre me he guiado por ese principio", insiste, antes de concluir citando la reciente Copa Mundial de la FIFA™, que sirvió de ejemplo en cuanto a unión entre los pueblos. "Catar hizo algo extraordinario. Sobre todo, vimos esa unión entre los hinchas en público, en una auténtica fiesta. No hay que olvidar que el fútbol es una fiesta".