La campaña de la FIFA Football Unites the World (El fútbol une al mundo) surgió como un movimiento global para inspirar, unir y desarrollar a través del fútbol. Ni más ni menos, lo que Juan Pablo Sorín y David Trezeguet han hecho tanto en su época de futbolistas profesionales como ahora, ya alejados de las canchas que los vieron brillar.

Ambos participaron del sorteo de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Argentina 2023™ por su condición de embajadores del fútbol, pero también por sus lazos con la nación anfitriona. Allí, hablaron del poder constructivo del deporte rey.

Sorín nació en Argentina y debutó en esa cuna de talentos que es Argentinos Juniors. Ex lateral destacó durante sus 15 años en algunas de las ligas más importantes de Europa, como las de Italia, España y Alemania, e incluso se retiró siendo ídolo en Brasil, a pesar de la rivalidad futbolística que existe con ese país. “El fútbol une desde que somos chicos. Iguala a todos y todas”, recalcó.

Además, Sorín sobresalió en distintos seleccionados albicelestes: no solo ganó el propio Mundial Sub-20 en 1995, sino que también disputó dos Copas Mundiales de la FIFA, las de Corea/Japón 2002 y Alemania 2006. En esta última, resultó el capitán del equipo. "Ese paso de ser embajador y capitán, de llevar la cinta, es uno de los orgullos más grandes de mi carrera", agregó Juampi.

Trezeguet, por su parte, nació en Francia y e incluso resultó campeón del mundo con la selección gala en 1998, pero también tiene la nacionalidad argentina. Allí se mudó de niño y se formó como futbolista: debutó en el humilde Platense como paso previo a su salto a Europa, donde triunfó en las ligas francesa e italiana.

"El fútbol nos une a nivel social y en cuanto al amor al fútbol. Esa ha sido siempre mi creencia", explicó el exatacante, que además jugó los Mundiales de Corea/Japón 2002 y Alemania 2006, donde resultó subcampeón. Aun así, Trezeguet celebró el título logrado por Argentina en Catar 2022™, "ya que unió al país a nivel social y cultural".