Eakins es seleccionador nacional masculino de futsal de Nueva Zelanda
Participó en un curso de entrenadores de futsal organizado conjuntamente por la FIFA y la New Zealand Football (NZF) en 2016
Nueve años después, dirigió a los Futsal Whites en su primera participación en la Copa Mundial de Futsal de la FIFA
La primera participación de Nueva Zelanda en una Copa Mundial de Futsal de la FIFA duró solo una semana. Ha sido un paso muy largo para los Futsal Whites, aunque quedaran eliminados en la fase de grupos. Se despiden de la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Uzbekistán 2024™ con tres derrotas en su haber, pero también con una valiosa experiencia a sus espaldas.
"Participar en esta Copa Mundial forma parte de todo el proceso de aprendizaje», declaró a FIFA.com/Inside el seleccionador Marvin Eakins. "Es una oportunidad para ver dónde encajamos en el [gran] esquema del futsal mundial, cuál es nuestro nivel, exponer a nuestros jugadores contra los mejores del mundo y enfrentarnos a diferentes estilos de juego. Ha sido una experiencia muy gratificante".
Marvin Eakins, seleccionador de futsal de Nueva Zelanda
Y "experiencia" no es una palabra vacía para Eakins. El neozelandés la considera una palanca esencial para el éxito. De hecho, fue esa "experiencia" lo que fue a buscar en 2015, a pesar de sus 29 años y siendo aún jugador, a un curso para entrenadores de futsal organizado conjuntamente por la FIFA y la New Zealand Football (NZF).
"En aquel momento, me planteé estos [cursos] de entrenador como una oportunidad para mejorar como jugador. Creo que fue algo que también me dio mucho valor, y que le recomendaría a cualquier otro jugador. Te aseguras de que puedes ver el juego de otra manera, con un ojo de entrenador, y de que puedes sacar conclusiones que no verías con la visión de un jugador", explicó. "Pero cada vez que asistes a un curso de aprendizaje, es una oportunidad para adquirir más conocimientos. Estoy convencido de que aquel curso fue decisivo para dar forma al resto de mi carrera".
"Por aquel entonces, lo más importante era el aspecto táctico del juego. Teníamos un pequeño conocimiento de las diferentes maneras en las que se puede jugar al futsal", continuó. "Diría que la otra parte de estos cursos es la gente que te rodea. Aprendes mucho, no sólo del mentor, sino también de los otros entrenadores con los que compartes el curso. La gestión de las personas es también una parte muy importante del entrenamiento. Opino que a veces es más importante que otras partes del juego,y creo que en estos cursos recibes una suave introducción al tema".
También en este caso, la experiencia y el historial de juego de Eakins hablan a su favor. Fue capitán y pivot de la selección nacional. A partir de 2008, intentó, en vano, llevar a los Kiwis a su primer Mundial en más de una década. Por eso no ocultó su alegría por participar en la cita de Uzbekistán 2024.
"El Mundial se siente diferente a cualquier otro torneo en el que haya estado. Desde que llegamos al aeropuerto y el maravilloso saludo y bienvenida que recibimos de la comunidad local en Andijan al principio, [fue algo] realmente especial. Y creo que es entonces cuando empiezas a darte cuenta de que estás en un Mundial", reveló. "Llegar a la sede del partido por primera vez y ver la pista, pisarla, mirar a tu alrededor y ver el pabellón en sí es muy emocionante; casi se me pone la piel de gallina sólo de pensarlo".
"Cada vez que no teníamos éxito, el sueño de participar [en un Mundial] se hacía un poco más grande. No conseguirlo como jugador fue un día triste en 2019 y luego aquella final contra Islas Salomón [en la Copa de Naciones de Futsal de la OFC, perdiendo en los penales tras un empate a 5-5]", prosiguió. "Así que estoy contento de participar como entrenador, aunque hubiera preferido irme como jugador. Dicho esto, considero un privilegio haber podido llevar a este grupo de jugadores al Mundial, es algo inmenso".
Sin duda, también es un privilegio para sus jugadores. Más que un entrenador, los Futsal Whites tuvieron a un héroe nacional como líder en su camino hacia Uzbekistán 2024. Porque en la cancha, en los banquillos y también entre bastidores, Eakins ha contribuido enormemente al desarrollo de este deporte en Nueva Zelanda a través de su influencia y su implicación.
"Nueva Zelanda ha trabajado muy duro en todo lo relativo al juego", subrayó. "No se ha centrado únicamente en la selección nacional masculina. Se ha trabajado mucho en todo el país para garantizar que haya oportunidades para que los niños participen y jueguen al futsal. La atención no sólo se centra en el talento disponible, sino también en el desarrollo del futsal y en el acceso a este deporte".
Hay mucha gente en Nueva Zelanda que ha hecho mucho más que yo, que merecería una estatua. No sólo en el futsal, sino en todo el país. No es muy neozelandés que le hagan una estatua a alguien.
"Lograr la clasificación para este torneo es el resultado de este largo proceso, y un jugador como Hamish Grey es un ejemplo perfecto: ahora forma parte de la plantilla, pero hace unos años era recogepelotas de la selección. Este tipo de trayectoria es señal de que vamos por el buen camino", añadió.
Ahora las miras se fijan en 2028 para la próxima edición de este acontecimiento emblemático. ¿Y por qué no antes, con motivo de la primera Copa Mundial Femenina de Futsal de la historia, que se celebrará en 2025 en Filipinas, país natal de Eakins? "Estamos estudiando a fondo cómo podemos asegurarnos de que Nueva Zelanda, en primer lugar, participe en el resto de las Copas Mundiales [de Futsal de la FIFA] -ya sean masculina o femenina-, pero no sólo de que participe, sino de que compita, gane partidos, crezca y se mantenga al nivel del resto del mundo", concluyó.