Brasil ocupa un lugar especial en el corazón de los argelinos desde el 26 de junio de 2014, día en que los Fennecs lograron un empate ante Rusia en la Copa Mundial de la FIFA™, en Curitiba. Ese resultado les permitió alcanzar la segunda fase del torneo por primera vez en su historia. Los hinchas argelinos conservan muy vivo el recuerdo de los momentos de alegría que vivieron en el país de la samba gracias a Slimani, Brahimi, Feghouli y compañía.
Ahora Argelia tiene una nueva cita con Brasil, con motivo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, tras haber conquistado el subcampeonato de la Copa Africana de Naciones Sub-23 Senegal 2015. Su seleccionador, el suizo Pierre-André Schuermann, ha confeccionado el equipo con jugadores que compiten en territorio nacional. Sólo hay tres excepciones: Baghdad Bounedjah (Al Sadd, Qatar), Haris Belkebla (Tours, Francia) y Rachid Ait-Atmane (Sporting de Gijón, España).
El técnico cuenta con estos extranjeros para reforzar su joven plantel y aportar la experiencia que han adquirido en las ligas profesionales. Rachid Ait-Atmane sumará el aprendizaje de 20 partidos de la liga española la temporada pasada (18 como titular), en los que se midió con equipos como Real Madrid y FC Barcelona.
Repetir la gesta de los Fennecs Los magrebíes están englobados en un grupo difícil, con Argentina, Portugal y Honduras. No parten pues como favoritos, aunque ya se vieron en esa misma situación en 2014, cuando los analistas consideraban a Bélgica y a Rusia como claros candidatos a hacerse con las dos primeras plazas, con ciertas opciones para la República de Corea. Slimani y sus compañeros desbarataron entonces los pronósticos.
Ait-Atmane y el resto de los integrantes de la formación olímpica esperan dar ahora una nueva sorpresa en tierras brasileñas. “Argentina es una selección potente, incluso sin sus grandes jugadores. Todos sabemos que es un país apasionado por el fútbol. En todos los torneos se dan a conocer jóvenes argentinos. Es un país vecino de Brasil, así que muchos de sus hinchas se desplazarán para animarlos. Las categorías inferiores de la selección portuguesa siempre destacan en las citas continentales o internacionales. Y en cuanto a Honduras, no sé mucho de ellos, prefiero no decir nada y ver cómo son dentro de la cancha”, analiza el jugador.
Los argelinos realizaron varias concentraciones de preparación en las que se enfrentaron a Palestina, la República de Corea e Irak, en dos ocasiones, en choques amistosos. Luego pusieron rumbo a España, donde jugaron contra el Valencia y el Granada. El balance no fue muy positivo: cuatro derrotas, dos empates y una única victoria en siete duelos. Sin embargo, Rachid Ait-Atmane hace una lectura optimista. “Más allá de los resultados, lo importante es haber progresado y alcanzado una cohesión, porque no jugamos mucho juntos. Era imprescindible mejorar nuestra defensa antes de viajar al torneo”, explica.
“Estos resultados no van a afectarnos, porque sabemos que no significan nada. Intentamos ganar todos los partidos, aunque lo importante no era el resultado”, insiste. "Nos hemos dotado de los recursos necesarios para obtener buenos resultados”, sentencia.
Más retosRachid Ait-Atmane sabe que una buena actuación personal en Río de Janeiro puede abrirle las puertas a la selección absoluta que dirige el serbio Milovan Rajevac. Tras la retirada de Medhi Lacen, hace más de un año, y con el discreto estado de forma de Nabil Bentaleb, el equipo busca nuevos efectivos.
“Todos los futbolistas argelinos sueñan con jugar con los Fennecs. Quizá yo pueda participar en la CAN 2017, en Gabón. Ahora ya estoy en la selección olímpica, que considero una primera etapa antes de ir con la absoluta”, afirma.
También le ayudará en ese empeño, mantener el ritmo que exhibió en el tramo final de temporada con el Sporting de Gijón, con el que logró la permanencia en la primera división española. Se ganó la confianza de su entrenador para jugar la mayoría de los últimos encuentros como titular.
“Vamos a intentar que esta temporada sea mejor que la última. Hay que hacer buenos partidos para no volver a sufrir con el riesgo del descenso”, concluye. Pero antes, toda la atención y el esfuerzo lo pone en Río. “Cuando juego con la selección, aprovecho cada instante. Y por eso estoy muy contento de participar en una competición tan prestigiosa como los Juegos Olímpicos. Vamos a dejar lo más alto posible el pabellón de Argelia”.