La clasificación de España para semifinales de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & New Zealand 2023™ es el momento más histórico del fútbol femenino español, pero también una recompensa al trabajo que se ha ido desarrollando en los últimos años y que está quedando de manifiesto en el actual Mundial.

Desde aquella España que debutaba en una Copa Mundial Femenina de la FIFA en Canadá en 2015 a la actual han pasado dos entrenadores y muchas jugadoras, pero lo más importante son los cambios que se han producido alrededor de la selección para derribar ese muro hacia una mayor profesionalización del fútbol femenino.

En mayo de este año, la Federación Española de Fútbol (RFEF) acordaba un plan de conciliación familiar con las capitanas de la selección nacional a llevar a cabo durante la Copa Mundial Femenina de Australia y Nueva Zelanda. La Federación destinaba un fondo económico de ayuda para el desplazamiento de familiares directos y desarrollaba medidas para que las jugadoras madres pudieran compartir tiempo con sus hijos.

Era un paso casi obligado, y que además de ser el punto de partida en las mejoras, ha sido de gran importancia en el día a día de las jugadoras.

"Es totalmente necesario que yo esté con mi hijo y él esté conmigo", comentaba a su llegada a Nueva Zelanda Irene Paredes, una de las cuatro jugadoras que han estado en la convocatoria de España en sus tres participaciones en las Copas Mundiales Femeninas.

"La RFEF ha hecho un gran esfuerzo por poder traer a nuestras familias. En mi caso, al ser Mateo [su hijo] menor de dos años puede estar en el hotel conmigo", añadía Irene, que al igual que la capitana Ivana Andrés, pueden compartir su tiempo libre con su hijo y su pareja en el campamento base de España en Palmerston North.

"Que los familiares puedan estar aquí es un plus y una alegría", destacaba en rueda de prensa hace unos días Eva Navarro, mientras que Irene Guerrero, otra de las capitanas, añadía: "Me siento una privilegiada por poder compartir con la familia el estar aquí. Es de agradecer la ayuda de la RFEF para hacerlo posible. Es algo que se quedará en el recuerdo".

De llegar a Canadá 2015 casi sin experiencia a las mejoras de hoy en día. La evolución ha sido tremenda. "Hay muchas diferencias entre este equipo y el de hace ocho años. Tenemos muchos más medios y herramientas para un mejor rendimiento. A nivel personal las futbolistas disponen de mejores condiciones, como el acuerdo histórico de conciliación para que las familias puedan estar cerca de nosotros, que me parece una decisión magnífica", destacaba recientemente el entrenador Jorge Vilda.

"Hemos mejorado sustancialmente en la Clasificación [Femenina] y ahora tenemos jugadoras referentes que juegan en España", añadía el seleccionador, que además es uno de los mentores del actual programa de formación de entrenadoras de la FIFA.

Uno de los aspectos que más han agradecido tanto las jugadoras como los entrenadores ha sido la inclusión de más fisioterapeutas para su recuperación y poder contar con un psicólogo y un nutricionista por primera vez como parte del staff en la Copa Mundial Femenina. Un equipo al completo que trabaja alrededor y para las futbolistas, aunque al principio había algunas dudas que rápidamente quedaron disipadas.

"Tener a Javier López Vallejo [psicólogo] con nosotros es un privilegio. Realiza una labor extraordinaria. Reconozco que tenía mis reticencias al principio, pero se ha ganado el respeto de las jugadoras ya que viene trabajando desde las categorías inferiores. Le doy las gracias por estar aquí", resaltaba hace unos días Jorge Vilda.

Unos detalles y una evolución en estos años que quedaban reflejados en ese momento que compartían Jenni Hermoso y Alexia Putellas tras el partido ante Países Bajos. Las otras dos supervivientes de los tres Mundiales que ha disputado España, junto a Irene e Ivana, se sentaron en el banquillo, se abrazaron y compartieron lágrimas de felicidad.

"Estaba en el banquillo sentada con Alexia… Son muchos años y recordamos todo lo que hemos pasado. Nos ha costado mucho. Te das cuenta de que estás en semifinales de un Mundial y te hace recordar todo lo que hay detrás", destacaba. Ahora el objetivo es que ese sueño que era el fútbol femenino allá por 2015 no deje de evolucionar y romper barreras.