La Copa Mundial de la FIFA 1958™ se asocia, inevitablemente, a la cosecha récord de 13 goles de Just Fontaine, a un Pelé con 17 añitos presentándose ante el mundo y al primer título mundial conquistado por Brasil. Casi siempre se pasa por alto la historia de la modesta Irlanda del Norte, que, tras hacerse con un puesto en Suecia 1958 a costa de dos grandes como Italia y Portugal, se convirtió en el entonces país más pequeño en clasificarse para un Mundial. Y una vez allí, siguió marcando hitos...
Nadie esperaba mucho de los hombres de Peter Doherty. Tras quedar encuadrada en el mismo grupo que la poderosa Checoslovaquia, la entonces campeona de Sudamérica, Argentina, y la defensora del título mundial, la República Federal de Alemania, habría sido lógico que la formación del Ulster se despidiera prematuramente. Pero, los norirlandeses superaron todas las expectativas y acabaron llegando a cuartos de final, donde enfrentaron a la Francia de Just Fontaine y quedaron a 90 minutos de medirse al Brasil de Garrincha.
Entre los máximos goleadores de aquella edición figuró el norirlandés Peter McParland, que, con 5 dianas, acabó Suecia 1958 por detrás de los ganadores de la Bota de Plata, Pelé y Helmut Rahn. Después de asistir a una reciente proyección de “El espíritu del 58”, un documental que describe la trayectoria mundialista de Irlanda del Norte, FIFA.com conversó con la antigua figura del Aston Villa para recordar aquella experiencia.
Sr. McParland, fue una gran campanada que Irlanda del Norte se hiciese con un puesto en en el Mundial de 1958 en detrimento de Italia y Portugal. De hecho, hasta la fecha es la única vez que Italia no se ha clasificado para un Mundial… **¿Qué recuerdos tiene de esa campaña clasificatoria? **La competición clasificatoria para Irlanda del Norte solía ser el Campeonato Británico; lo cual no nos venía nada bien a Gales ni a nosotros porque normalmente lo ganaban Escocia e Inglaterra. Pero el proceso de clasificación para Suecia’58 fue diferente: ahora podíamos enfrentarnos a otras selecciones europeas. Al principio pensamos: “Perfecto; queremos ir al Mundial y esta es una buena oportunidad”. Pero acabó tocándonos Portugal e Italia, ¡lo cual no ayudaba para nada! Fue una misión muy complicada. Al final, nos enfrentamos a Italia en el partido decisivo para obtener un puesto en Suecia. Por entonces, teníamos mucha experiencia como equipo y sentíamos que podríamos rematar la faena contra los italianos. Y lo hicimos. Siempre he presumido de eso en mi currículo, ¡Irlanda del Norte fue la única selección que ha impedido a Italia clasificarse para un Mundial!
¿Y qué se sentía al acceder al Mundial con Irlanda del Norte por primera vez? Fue una experiencia nueva, enfrentarnos a las 16 mejores selecciones del mundo. Una nueva aventura. Después de habernos clasificado, todos estábamos deseando que llegara. Entonces tuvimos un problema con los practicantes del Día del Señor en Irlanda del Norte. Algunos de nuestros encuentros en el Mundial estaban programados en domingo y, por entonces, aquí era importante no jugar al fútbol en ese día. Tras clasificarnos, todos recibimos cartas del grupo que se mostraba contrario al fútbol los domingos, y estaban firmadas por algunas de las principales figuras políticas del país. Pero ir al Mundial era una oportunidad única en la vida, y todos los chicos sentían lo mismo. Era una ocasión a la que no íbamos a renunciar.
El equipo tuvo un grupo de clasificación muy complicado y la fase final era todavía más dura: Checoslovaquia, Argentina, Alemania… Los checoslovacos eran unos tapados para ganar el campeonato, y ese equipo llegó a la final en 1962 con los mismos jugadores, por lo que ganarles fue un logro magnífico. Argentina era una de las favoritas para ganar ese Mundial y, aunque sabíamos que era la campeona de Sudamérica, no conocíamos mucho a su equipo. Sí conocíamos todos a los alemanes, naturalmente. Varios integrantes de su plantilla campeona en 1954 estaban allí. Yo metí dos goles en el 2-2 contra ellos y también rematé al larguero, ¡así que podría haber firmado un hat trick contra la vigente campeona mundial! Fue un logro increíble para un país de nuestro tamaño salir airoso de ese grupo.
Todo el mundo asocia el Mundial de 1958 con un Pelé que sólo tenía 17 años. ¿Qué cosas oía de él cuando estaba en Suecia? No habíamos oído hablar de Pelé antes de empezar el campeonato. Pelé no entró en escena hasta que se lesionó uno de los delanteros de Brasil. Lo hizo marcando un gol y, obviamente, luego llegaron unos cuantos más… Fue entonces cuando empezó a sobresalir de verdad, exhibiendo todo el enorme talento que tenía y lo fantástico que era pese a ser sólo un chaval. Firmó 6 goles en el campeonato y yo marqué 5; y siempre puedo decir que solamente me quedé a un gol de Pelé en su primer Mundial... Cuando nos tocó con Francia en cuartos de final, nuestro seleccionador, Peter Doherty, dijo: “Quitémonos de en medio a esta selección francesa, ¡y entonces jugaremos contra el equipo del circo en semifinales!”. Llamaba a los brasileños “los chicos del circo” por la forma en que hacían malabarismos con el balón, y por su extraordinaria habilidad y las virguerías que sabían hacer. ¡Algo de equipo circense sí que tenían!
En la tabla de goleadores de ese Mundial, usted quedó entre los cinco primeros. Just Fontaine acabó adjudicándose la Bota de Oro. ¿Cómo vivió el enfrentarse a él en cuartos de final? Just Fontaine y yo habíamos marcado 5 tantos cada uno al encarar ese choque de cuartos, y éramos los máximos goleadores provisionales del certamen. No sabíamos demasiado de Fontaine antes del torneo. Sabíamos que los franceses tenían un equipo buenísimo, y éramos muy conscientes de la calidad de jugadores como Raymond Kopa y Jean Vincent, y de los magníficos defensas que tenían. La pena para nosotros fue que los franceses tuvieron cinco días de descanso antes del partido, mientras que nosotros jugábamos sólo dos días después de nuestro último encuentro. Además, estábamos recorriendo distancias considerables en autobús y en tren. Si alguien hubiese dicho que podíamos ir en avión a esos partidos debido a los largos trayectos, nos habría venido bien. Creo también que habríamos tenido más opciones contra Francia si hubiésemos descansado cinco días antes del encuentro; y muchos jugadores lo veían de la misma forma.
Han pasado 30 años desde que Irlanda del Norte se clasificó por última vez para un Mundial, pero después de su actuación en la Eurocopa 2016, esta campaña se afrontará con mayor optimismo. ¿Cree que el equipo puede acceder a Rusia 2018? Irlanda del Norte tiene hechuras de equipo más que decente. Fue estupendo que pudiésemos acceder a la Eurocopa 2016. En 1958 tuvimos a 50 aficionados viéndonos en Suecia, pero el apoyo del que gozamos en Francia fue tremendo… los hinchas norirlandeses acapararon la atención. Siempre están ahí listos para empujar, animando a los jugadores con un apoyo tremendo. Ahora contamos con esta base, y es importante que construyamos sobre ella e intentemos clasificarnos para Rusia. El equipo ha tenido algunos partidos complicados, pero lo ha hecho muy bien en la Eurocopa contra grandes selecciones. Ahora se presenta otra oportunidad para demostrar lo buenos que son.