El cambio climático está afectando notablemente a la región del Pacífico
Diez federaciones miembro participarán en un seminario de la FIFA cuyo eje central serán las infraestructuras y las instalaciones
Las instalaciones futbolísticas ya han servido a la población de refugio durante algunas catástrofes naturales en Oceanía
La región del Pacífico, donde abundan las islas al nivel del mar, es especialmente vulnerable al cambio climático. El fútbol tampoco se salva y sufre los efectos en todos los niveles. No obstante, puede contribuir a poner el foco en el cambio climático y a combatirlo.
A tal fin, diez federaciones miembro de la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC) se reunirán en Papúa Nueva Guinea el martes 9 de abril para asistir a un seminario de la FIFA en materia de mantenimiento de infraestructuras e instalaciones futbolísticas de dos días de duración.
El objetivo principal es proteger las instalaciones y garantizar que los elementos de accesibilidad y sostenibilidad formen parte de los programas de construcción de instalaciones en las federaciones miembro.
Desde 2016, la FIFA se ha centrado en sensibilizar sobre el cambio climático y en luchar contra él. De hecho, en noviembre de 2021, el organismo rector del fútbol mundial presentó su Estrategia climática en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebró en Escocia. En 2022, la FIFA y el Foro de las Islas del Pacífico firmaron un memorando de acuerdo que abarcaba distintos ámbitos, entre ellos, aprovechar las oportunidades para el desarrollo de un fútbol adaptado al clima en la región del Pacífico.
Gordon Manub, secretario general de la Federación de Fútbol de Papúa Nueva Guinea, afirmó que las consecuencias del cambio climático están planteando numerosas dificultades.
"Las condiciones meteorológicas adversas son cada vez más acusadas, sobre todo en lo que respecta al aumento de las temperaturas, y están teniendo unos efectos hasta ahora desconocidos". señaló.
"Las pausas de refresco en los partidos son cada vez más habituales, y los gastos en los que incurren los equipos participantes para transportar agua al terreno de juego han aumentado. Somos el primer país que tiene refugiados por culpa del cambio climático. El atolón de Carteret, una de nuestras islas, se encuentra en estos momentos por debajo del nivel del mar, y unas 1700 personas han tenido que ser trasladadas a Bougainville, la isla principal. Hasta ese punto nos está afectando el cambio climático".
En algunos países, las infraestructuras financiadas por el Programa Forward de la FIFA y diseñadas para resistir ante las catástrofes naturales han demostrado tener un valor incalculable para la población. De hecho, la sede de la Federación de Fútbol de Tonga sirvió de refugio durante la devastadora erupción del volcán Hunga Tonga–Hunga Ha’apai y el posterior tsunami en 2022. Algo muy similar ocurrió el año anterior con las instalaciones de la Federación de Fútbol de Fiyi en Labasa, que se utilizaron como centro de evacuación durante el paso de un gran ciclón.
En el marco del Programa Forward, la FIFA ha invertido un total de 21 millones de USD en el desarrollo de infraestructuras en esta región desde el año 2016, con unos diseños en los que se han incluido elementos de sostenibilidad y accesibilidad.
"En Papúa Nueva Guinea contamos con un importante Programa Forward de la FIFA", añadió Gordon Manub. "La FIFA nos ha ayudado en muchas de nuestras infraestructuras, y también a construir un estadio. En estos momentos, estamos terminando las obras de nuestra sede, cuya renovación y mantenimiento corren a cargo de la FIFA a través del Programa Forward".
"Además, nos estamos preparando para que este programa nos ayude a acometer dos grandes obras de desarrollo de infraestructuras en Puerto Moresby y Lae, dos de nuestras mayores ciudades. Hemos puesto en marcha nuestros planes y estamos impacientes por ver lo que la FIFA hará por nuestro país con el apoyo del Programa Forward".
Dada la extraordinaria capacidad que tiene el fútbol para conseguir cambios positivos en la sociedad, la FIFA ha continuado endureciendo sus requisitos y reforzando sus programas en materia de protección medioambiental, sobre todo a lo largo de la última década. Este compromiso se ha traducido en medidas concretas para proteger nuestro planeta, en especial en el marco de sus competiciones más importantes.
"El fútbol traspasa fronteras y detiene guerras", agregó Gordon Manub. "Es capaz de frenar el cambio climático y sus efectos en todo el mundo".