Hace poco más de un año, Tonga sufrió su desastre natural más aterrador. El episodio volcánico del Hunga Tonga–Hunga Ha’apai está considerado el más potente de ese tipo en el mundo desde la erupción del Krakatoa en 1883 que marcó los libros de historia. Las cenizas y sedimentos llovieron en gran cantidad sobre la principal isla de Tonga, Tongatapu, mientras el cielo en esa tarde de verano se volvía “como el de medianoche”. A día de hoy, todavía puede encontrarse una gran capa de ceniza sobre el terreno normalmente verde de Tonga.  

Puede que la sola magnitud de la erupción volcánica fuese inusual, pero también fue atípica y única la implicación activa del fútbol local para ayudar a la población. Muchos lugareños corrieron hacia la sede de la Federación Tongana de Fútbol (TFA), construida con fondos de la FIFA. El edificio es uno de los más estables del país, y además dispone de instalaciones para alojamiento temporal. El Centro Técnico de Vava’u, también utilizado durante el desastre, se financió en su totalidad con fondos del programa Forward de la FIFA.

Dado que Tonga se enfrenta anualmente a una intensa temporada de ciclones, dichas instalaciones –y otros nuevos proyectos que pronto estarán acabados– se construyeron pensando en que fuesen resistentes y en la recuperación frente a los desastres naturales. Ese pensamiento con visión de futuro es característico de la TFA, una federación miembro que ha adquirido notoriedad por su estabilidad y sus progresos. La TFA ha pasado a ser emblemática de lo que puede conseguir una federación pequeña, pese a sus recursos limitados. 

"La Federación Tongana de Fútbol es un ejemplo magnífico de una federación miembro que maximiza los recursos de los que dispone para hacer avanzar el fútbol en el país y, además, prestar ayuda a sus comunidades", afirmó Tony Readings, consultor técnico regional de la FIFA para Oceanía. 

"La estabilidad de las personas que ocupan puestos de liderazgo clave y su sólida armonización interna permiten a la Federación Tongana de Fútbol trabajar en colaboración con la FIFA y la OFC para impulsar el desarrollo del fútbol y, asimismo, aumentar la cantidad y calidad de las instalaciones futbolísticas en las diferentes islas del país", añadió. 

La sede de la TFA pronto albergará un estadio con 500 localidades que pasará a ser el segundo recinto al aire libre más grande del Reino de Tonga. Solamente el estadio nacional, propiedad del Gobierno, es mayor. 

En el otro extremo del ecosistema futbolístico, el balompié ha arraigado de verdad durante la última década para convertirse en el deporte número uno en las escuelas locales. Se trata de un logro importante en un país donde el rugby ha sido durante mucho tiempo el indiscutible deporte nacional. 

En efecto, la lista de éxitos ha crecido exponencialmente a lo largo de la década bajo la dirección del secretario general de la TFA, Lui Aho, y su presidente Lord Veehala. Del mismo modo, la mayoría del personal clave ha permanecido inalterado en ese tiempo, incluido el icono del fútbol nacional Kilifi Uele, que lleva ya 18 años ejerciendo como director técnico.

Se trata, según afirma Aho, de una de las razones principales de la estabilidad de la TFA. "No hay movimiento de personal; cuando llegan, se quedan", explica, resaltando de forma indirecta la calidad de la contratación y el positivo ambiente laboral que reina en la federación. "La mayoría del personal ha recibido una formación importante a través de la OFC y la FIFA. Fomentamos su desarrollo, y creo que ellos disfrutan con lo que hacen. Somos muy estables aquí, y eso es un aspecto positivo importante".

"En casi todas las poblaciones del país se juega al fútbol a nivel de base. Antes solía hacerse hincapié en la categoría absoluta, y ahora también se hace en la base", añadió.  

La lista de logros extradeportivos recientes de Tonga es realmente impresionante para una nación pequeña de unos 100.000 habitantes que, además, se ve entorpecida por su peculiar geografía, con sus tres grupos principales de islas repartidas a lo largo de casi 800 kilómetros de norte a sur.  

Las nuevas instalaciones que ha incorporado la TFA en la última década son una sala de conferencias, un gimnasio, más campos de fútbol, canchas de fútbol sala, etc.

La isla de Vava’u antes solo contaba con fútbol escolar, pero eso ha cambiado con la inauguración de una nueva instalación y un campo financiados por el Forward de la FIFA en la segunda isla más grande de Tonga. 

Ahora está en proyecto construir una instalación similar en Ha'apai, el tercer grupo de islas más grande por población. El ‘Ha’apai Project’ fue diseñado estratégicamente para esa región de Tonga porque sus habitantes juegan fundamentalmente al fútbol playa. Como consecuencia de ello, Tonga alineó un equipo en la Copa de Naciones de Fútbol Playa de la OFC 2019, en la que fue su primera campaña clasificatoria para la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA (otro momento histórico para la nación polinesia). Tonga participará también en el certamen clasificatorio de este año para la cita mundialista de Emiratos Árabes Unidos 2023, poniendo de relieve aún más su crecimiento y su estabilidad.

A finales del año pasado, Tonga se convirtió asimismo en la primera nación de la OFC en participar en el programa Football for Schools de la FIFA, y contó con la visita de Yakubu Ayegbeni. El FIFA Legend afirmó que Tonga fue “como mi segunda casa”, tras volver de un viaje en el que también se apoyó la firma de un memorando de acuerdo sobre el cambio climático entre la FIFA y el Foro de las Islas del Pacífico. Para un futbolista nigeriano que ha jugado en numerosos países de todo el mundo, fue un comentario que ofreció una idea muy cabal de la cordialidad y hospitalidad polinesia.   

En una nación donde las posibilidades de sufrir desastres naturales son considerables, la TFA y su casa del fútbol se han convertido en un faro y una señal de fortaleza para la comunidad local de Tonga.     

"La Federación Tongana de Fútbol está ubicada estratégicamente en el centro [de Tongatapu], con lo que queda un poco lejos de las zonas costeras que son vulnerables a los desastres naturales", explicó Aho. "Aquí tenemos también mucho terreno disponible para nosotros. Actualmente contamos con instalaciones previstas para un centro [de gestión] de desastres naturales". 

"La gente se refugió aquí, pero no solo porque sintieran la comodidad de estar bien atendidos aquí y estar juntos como una familia. Los edificios de la TFA son un lugar seguro", concluyó.