El sueño hondureño de pelear por una medalla dorada en el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Río 2016 se esfumó en apenas 15 segundos, lo que duró el empate en el marcador, y el vestuario quedó consternado por el 6-0 sufrido en el Maracaná pero con una idea marcada en las sienes: levantar la cabeza y pensar que una medalla histórica está todavía al alcance.
"No tenemos idea por qué sucedió pero estamos todavía muy tocados por lo que pasó. Empezar perdiendo así nos trastocó el partido entero", le dijo a FIFA.com Antony Lozano, con la incredulidad marcada en el rostro pero con un mensaje: "Tenemos que pensar en levantarnos ya, esto tiene que ser historia porque tenemos que pensar que vienen cosas mejores y nos podemos llevar una medalla para casa".
"No entramos concentrados como lo habíamos hablado y eso nos pasó factura", aceptó Alberth Ellis, que pese a haber estado lejos de ser el coloso que fue en partidos anteriores, tuvo las dos únicas buenas oportunidades de los catrachos. En las dos ganó Weverton, la primera con una gran atajada tras un disparo a quemarropa.
Su socio Lozano confirmó lo que se suponía, que la voz de Jorge Luis Pinto lideró el operativo recuperación: "El entrenador nos habló en el vestuario". En conferencia de prensa, el técnico colombiano se mostró molesto por lo sucedido pero con la necesidad de "recuperarnos física y mentalmente e ir a pelear por esa medalla de bronce".
Con la goleada en contra, el octavo 6-0 que se produce en un certamen olímpico en la historia, no tuvo pelos en la lengua.
"Vine aquí por orgullo y respeto. Cualquier esquema se descompone con un gol a los 15 segundos por un error individual. Siento pena, me siento avergonzado con los torcedores del fútbol brasileño. Fue una presentación desastrosa, los errores fueron mayúsculos y los pagamos muy caro. Jamás me habían anotado seis goles en toda mi carrera y vengo aquí y los recibo en el Maracaná".
Luz en la oscuridad Pero enseguida volvió a su rol de recuperador: "Debemos reaccionar. Como no podemos quedarnos con la felicidad cuando hay triunfos, no podemos quedarnos con la tristeza de la pérdida. Tenemos que hacer autocrítica, darle la vuelta y seguir adelante. Tenemos que encontrar la claridad en la oscuridad".
Esa luz tiene que encenderse con un doble interruptor: refrescar conceptos y que el plantel se haga una piña impenetrable, tal como lo verbalizó el Choco.
"Hemos llegado hasta aquí creyendo en nosotros mismos, en el trabajo que realizamos. Nadie creía que nosotros podíamos llegar hasta aquí. Ni nuestra misma afición y hoy más que nunca tenemos que estar muy unidos. Esa unión nos va a dar una medalla el sábado".