Habil, satisfecho con los progresos

Marruecos está ansiosa por hacerlo bien en la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA Colombia 2016, sobre todo después de su decepcionante debut en la competición hace cuatro años, en Tailandia 2012, que se saldó con tres derrotas en otros tantos encuentros.

La experiencia no fue nada fácil. El fútbol sala es una disciplina que se decide en los pequeños detalles, y la maquinaria marroquí no tenía entonces el rodaje necesario. Los Leones del Atlas consiguieron clasificarse de nuevo para la cita planetaria con el objetivo de dar un paso adelante, aunque sabían que les iba ser difícil medir sus progresos, al menos en lo que a las cifras se refiere.

El sorteo fue nada propicio con ellos, dado que quedaron encuadrados con Azerbaiyán; España y su colección de títulos al más alto nivel; e Irán, 11 veces campeona de Asia. El primer examen, contra los azerbaiyanos, era a priori el más accesible. No obstante, el resultado no pudo ser más evidente, un contundente 0-5. Un duro varapalo para sus opciones de pasar a la siguiente ronda teniendo en cuenta los rivales que les esperan.

El profesor Hicham Dguig se mostró satisfecho con la actitud de sus pupilos contra Azerbaiyán, independientemente del resultado, y Adil Habil, se hizo eco de las palabras del seleccionador: "Vamos a hacer nuestro trabajo analizando los errores y los aspectos a mejorar, pero simplemente será cuestión de olvidarlo todo y empezar de cero", explicó el capitán.

El mismo que quiere seguir creyendo en la clasificación como mejor tercera en vísperas de sus dos próximos duelos, con Irán el 15 de septiembre y con España tres días más tarde.

Del dicho al hecho va un trecho, y el gran reto de Marruecos será llegar a esas dos citas en las mejores condiciones desde el punto de vista psicológico. El jugador, de 1,89 metros de altura, puso las cartas sobre la mesa: "Depende de nosotros creer. Eso es ser profesional. Queremos hacernos un hueco entre los grandes, y para eso hace falta una mentalidad profesional", insistió.

Razones para creer "Somos conscientes de nuestros límites, pero hemos evolucionado, aunque las cosas no nos hayan salido como pensábamos en el primer partido", añadió antes de reforzar sus argumentos, como para recalcar que lo suyo no son meras palabras: "Cuando estamos centrados y no cometemos errores, hacemos siempre un buen papel. Lo hemos dejado bien claro en el pasado", afirmó el marroquí, que desempeña su oficio en el Raja Futsal de Casablanca.

Marruecos ya se enfrentó a Irán y a España en la fase de grupos de Tailandia 2012, con un balance de 1-2 y 1-5 respectivamente. Habil está convencido de que el actual efectivo cuenta con muchos más recursos: "¿Cómo no vamos a creer? Cada vez que perdimos lo hicimos plantando cara a nuestros adversarios, pese a que no contábamos con un banquillo al nivel de nuestros titulares. Ahora podemos realizar numerosas rotaciones durante el encuentro y eso lo cambia todo", aseveró el autor del decisivo tanto en la final de la CAN de Fútsal, contra Egipto (3-2), y uno de los jugadores más destacados de la competición.

La corona de África domina el estado de ánimo de los marroquíes y les aporta dos grandes cualidades: la responsabilidad de una condición a asumir y el plus de confianza que puede generar en momentos clave. "Ser campeones de África representa muchísimo para nosotros", apuntó Habil, de 33 años de edad.

"Hemos venido para hacerle honor. Sobre todo, lo que no queremos es parecer el eslabón débil del torneo", concluyó con la voz tranquila pero firme una de las puntas de lanza de los Leones del Atlas, antes de enfrentarse a dos de los eslabones más fuertes del certamen.