martes 26 julio 2022, 18:00

Fútbol y maternidad: Samoa marca el camino del Pacífico

  • Alisa Osborn temió que el nacimiento de su hijo supusiese el fin de su carrera futbolística

  • "Me dijeron que era demasiado mayor y demasiado grande", recuerda

  • Osborn quien forma parte de la plantilla de Samoa, presente en las semifinales de la Copa de Naciones de Oceanía, clasificatoria para el Mundial Femenino

Hace 18 meses, el nacimiento de su hijo Ezekiel abrió las puertas de la maternidad a Alisa Osborn, pero al mismo tiempo, la internacional samoana temió que ese feliz acontecimiento pusiese fin a sus ambiciones futbolísticas. "Me decían con demasiada frecuencia que, cuando tuviese un bebé, se acababa. Me dijeron que era demasiado mayor y demasiado grande como isleña para volver a jugar al fútbol", recuerda.

Sin embargo, la centrocampista de 28 años hizo su debut con la selección de Samoa hace dos semanas, en un triunfo por 2-0 sobre Tonga en la Copa de Naciones de Oceanía. Ahora espera que su ejemplo pueda inspirar a otras jugadoras para que vean que combinar maternidad y fútbol es posible, aunque admite lo difícil que puede resultar.

"No me puedo creer que diese a luz hace año y medio… [Ezekiel] ha crecido muy deprisa y, aun así, estoy jugando [al fútbol] 18 meses después y sigo haciendo mis ejercicios de suelo pélvico postparto", comenta riendo.

La selección femenina de Samoa acaba de perder en las semifinales de la Copa de Naciones de la OFC después de que Papúa Nueva Guinea avanzara a su costa hacia la final de una competición que hace las veces de torneo clasificatorio para la Copa Mundial Femenina de la FIFA™. A pesar de la derrota, el viaje es un triunfo para Osborn.

Osborn, afincada en Hawai, cuyo padre es oriundo de la capital samoana, Apia, llevaba más de 8 años albergando esperanzas de representar a Samoa; pero diversos factores a lo largo del tiempo frustraron sus oportunidades… y luego llegó el nacimiento de su hijo.

"No creí que sería capaz de hacerlo… todo el mundo decía que era maternidad o fútbol. Pero pensé que si alguien le dijese a mi hijo que no podía hacer algo, yo le diría que le demostrase que estaba equivocado. Así que eso se convirtió en mi motivación. En abril tenía decidido que haría todo lo posible para estar en este equipo", revela.

Eso incluía pagarse su propio pasaje para tomar un largo vuelo con el fin de hacer una prueba en una concentración de entrenamiento en Nueva Zelanda. La polivalente centrocampista no solo lo ha compaginado con la maternidad, sino que también ha tenido que lidiar con varios problemas físicos: tuvo una lesión en los isquiotibiales durante la concentración, y luego dio positivo por COVID al llegar a Suva.

"No ha sido fácil. Pero el punto de inflexión para mí fue el legado que quería dejar para mi hijo y para la próxima generación de jugadoras polinesias", subraya.

Osborn afirma que se necesita más ayuda tanto a nivel económico como psicológico, especialmente en las naciones de las islas del Pacífico, donde las familias numerosas son la norma y, a menudo, las mujeres se ciñen a los roles de maternidad tradicionales.

"Como polinesias valoramos la familia, pero luego también valoramos los sueños como familia; si alguien tiene un sueño, todos [en la familia] compartimos ese sueño colectivamente. Y en este caso no es diferente", explica.

Osborn añade que esto no habría sido posible sin el tremendo apoyo de su familia, aunque se pregunta si la FIFA y Oceanía están haciendo lo suficiente para ayudar.

La persona de la FIFA encargada de garantizar que se brinde apoyo, junto con su equipo, es la directora de la División de Fútbol Femenino de la FIFA, Sarai Bareman. Nacida de padre holandés y madre samoana, Sarai representó a la selección nacional de Samoa antes de convertirse en la directora ejecutiva de la Federación de su país entre 2011 y 2014. 

En su cargo en la FIFA, a la que se unió en 2016, Sarai supervisó el lanzamiento de la Estrategia de fútbol femenino de la FIFA y un conjunto de ocho programas de desarrollo del fútbol femenino, que continúan desarrollando el fútbol femenino a nivel mundial y, de manera crucial, las mujeres EN EL fútbol. 

Durante los últimos 18 meses, la División de Fútbol Femenino de la FIFA, en colaboración con líderes mundiales externos en sus respectivos campos, ha centrado sus esfuerzos, entre otros temas, en la salud femenina: la necesidad de formar, desarrollar y preparar a las mujeres como mujeres.

El proyecto Salud Femenina de la FIFA tiene como objetivo abordar la falta de investigación y recursos disponibles para las atletas y capacitar a todas las jugadoras de fútbol para que alcancen una etapa óptima de preparación.

Un programa piloto específico, el de Preparación de la Selección Nacional Femenina, ha permitido que la FIFA apoye a las federaciones miembro de la región de la OFC con sus prácticas de alto rendimiento. Esto ha incluido la provisión de expertos externos (por ejemplo, científicos deportivos) para trabajar individualmente con cada federación y fortalecer los preparativos de su equipo nacional femenino.

La inspiradora madre se siente afortunada por compartir habitación con su compañera de selección Shontelle Stevens, que logró regresar al combinado nacional tras dar a luz hace tres años a Kyla. Ambas jugadoras han podido ofrecerse apoyo emocional mutuamente, ya que las dos comprenden las complejidades del camino que han emprendido.

"Cuando vi a Shontelle cantando el himno nacional me puse a llorar… Sé lo que significaba para ella ese momento como madre; los sacrificios que hizo para estar aquí", resalta Osborn.

Stevens, que juega de centrocampista defensiva, luchó contra una depresión postparto y se mantuvo alejada del fútbol competitivo durante casi dos años.

"Tuve un embarazo difícil y gané unos 20 kilos a posteriori", cuenta Stevens. "No podía moverme como me movía antes; estuve luchando contra la depresión y no pensé que volvería a jugar nunca de forma competitiva".

Entonces, un mensaje en el móvil aparentemente trivial, para ir a dar unas patadas al balón con unas amigas, lo cambió todo.

"Kyla tenía casi 2 años. Recuerdo que bajamos al parque y estuvimos riendo y divirtiéndonos. Eso me recordó lo mucho que amaba el fútbol, y todo lo que me había dado. Ahí es cuando mi enfoque cambió. Creo que el fútbol me salvó", admite.

Pese a que esta es su tercera competición internacional con Samoa, está siendo "la más complicada con diferencia".

Stevens ha tenido que dejar a Kyla en Auckland y espera que, en el futuro, las federaciones tengan más fondos para apoyar a las jugadoras de modo que puedan viajar con sus hijos; un mensaje del que se ha hecho eco la Federación Samoana de Fútbol.

"Me he perdido mucho tiempo de estar con Kyla en el periodo previo a estos partidos de clasificación. Empiezas a preguntarte si merece la pena… Ahora estoy aquí y mi hija me está viendo por televisión. Eso me hace querer ser mejor; que ella sepa que, si mamá puede perseguir sus sueños, ella también puede hacerlo", asevera.

Stevens, cuya familia es oriunda de la localidad samoana de Moata’a, señala que es necesario hacer más por las jugadoras que están en su situación.

Samoan women's national team

"No se hace lo suficiente sobre salud mental; lo complicado que es psicológicamente estar lejos de tu hija o lidiar con los cambios en tu cuerpo después del parto", concluye.

Para ambas madres, los riesgos tomados han merecido la pena en cuanto a su recompensa. Kyla verá a su mamá por televisión este miércoles, cuando Samoa se enfrente a Papúa Nueva Guinea en semifinales. A su vez, los familiares y amigos de Osborn se han unido para recaudar fondos con el fin de que su marido y su hijo puedan volar esta semana para verla.

Después de ocho largos años soñando, su debut como internacional fue totalmente como lo había imaginado. "Ahora simplemente quiero jugar más", concluye riendo.  

Objetivos principales

La FIFA alcanzará sus objetivos ejecutando una estrategia de cinco vertientes para:

Gobernar y liderar ... luchar por el equilibrio de género

Cada federación miembro tendrá un puesto en su Comité Ejecutivo dedicado a los intereses de las mujeres y, para 2026, tendrá al menos una mujer en el mismo, mientras que para 2022, al menos un tercio de los miembros de los comités de la FIFA serán mujeres. Reforzar y ampliar el Programa de Desarrollo del Liderazgo Femenino y mejorar la profesionalización y la supervisión reglamentaria.

Educar y empoderar

Abordar y centrar la atención en cuestiones sociales y sanitarias específicas y llegar a las ONG y a las partes interesadas del gobierno para desarrollar proyectos sostenibles que mejoren la vida de las mujeres.

Desarrollarse y crecer... dentro y fuera del campo

Para 2022, contar con estrategias de fútbol femenino en el 100% de las federaciones miembro, y para 2026, duplicar el número de federaciones con ligas juveniles organizadas. Ampliar los programas de fútbol en las escuelas, crear academias de élite y aumentar el número de entrenadoras y árbitras cualificadas, mejorando enormemente el acceso de las niñas al fútbol.

Mostrar el juego... mejorar las competiciones femeninas

Optimizar la clasificación regional para las competiciones de la FIFA y desarrollar estos eventos para formar jugadoras de alto nivel a una edad temprana. Impulsar y lanzar nuevas competiciones internacionales y mejorar el marco de clubes profesionales.

Comunicar y comercializar ... ampliar la exposición y el valor

Dar a conocer a las mejores atletas femeninas y elevar el perfil del fútbol femenino mejorando el compromiso, aprovechando la tecnología, aplicando una estrategia de marca diferenciada y utilizando modelos y embajadoras, así como un programa específico de leyendas femeninas. Para 2026, lanzar un Programa Comercial del Fútbol Femenino.

Samoa se enfrenta a Papúa Nueva Guinea en las semifinales de la Copa de Naciones Femenina de la OFC este miércoles 27 de julio a las 17:00 (hora local), en el ANZ Stadium de Suva (Fiyi).