Nació y jugó en Suiza como juvenil, pero adoptó a su país materno
En su 3ª Eliminatoria, mantiene la calma pese al flojo inicio
Habla de Brasil, de Chile y de sus peculiares planes a futuro
Todos sabían en Venezuela lo complicado que podía resultar el inicio las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, con Colombia afuera y Paraguay adentro. Aún así, era difícil imaginaba que la Vinotinto perdería ambos partidos.
“La gente puede estar desanimada, pero esto es muy largo y ya vienen más chances de sumar puntos”, avisa el defensa Rolf Feltscher a FIFA.com. “Nos sentimos enteros, bien anímica y mentalmente”, agrega el futbolista de Los Ángeles Galaxy, de 30 años.
El lateral saltó desde la banca en el primer duelo y resultó titular en el segundo. “Con Colombia fuimos muy abiertos y dimos lugar al contragolpe. Lo corregimos con Paraguay, pero nos faltó jugar con el balón. Lo bueno: sobra margen para mejorar”.
Es más, admite que “con Paraguay el partido salió feo, pero se podría haber empatado y hasta ganado. Nos anularon mal un gol, para mí, y nos atajaron un penal. Con uno o tres puntos, las perspectivas hoy serían otras”.
¿Cómo lidia con las críticas? “Me aíslo y hago autocrítica, pero no me sorprenden: cuando pierdes todo está mal, y cuando ganas todo bien. Puedes jugar mal, el rival tener 50 posibilidades, pero tú anotas en la única a favor y la gente está feliz. Si juegas mejor, pero pierdes, se enojan. Siempre fue así”.
Feltscher sabe de qué habla: esta es su tercera Eliminatoria desde que César Farías lo fue a buscar en 2011. De hecho, debutó con la Vinotinto en noviembre de ese año ante Bolivia, por el clasificatorio para Brasil 2014. Además, con Rafael Dudamel, jugó casi toda la segunda ronda de la competencia preliminar para Rusia 2018.
Las banderas del corazón
A esta altura, vale contar su historia. El zaguero nació en Suiza, de padre suizo y madre venezolana. Cuando se separaron en 1997, Rolf y su hermano Frank, que también es futbolista profesional, emigraron a Venezuela con su mamá. Ambos pegaron la vuelta a Europa en 2000, para estudiar y jugar al fútbol, aunque sintiéndose venezolanos.
Rolf debutó en el Grasshopper a los 16 años, y representó a Suiza en dos Campeonatos Europeos, un Sub-17 (en 2007) y un Sub-20 (en 2008). Sin embargo, cuando ya militaba en el Parma, surgió la convocatoria para la Vinotinto mayor, y dijo sí.
“He oído cosas de mi doble nacionalidad, pero al final, depende de lo que tú sientas”, explica Feltscher, quien nunca jugó en el fútbol venezolano. “Nací en Suiza, crecí allí y la amo, ¿por qué debería mentir? Igual que amo Venezuela: al país, su comida, su cultura, tengo familia ahí… Lo que cuenta es dar al máximo hoy”.
Y no duda de su decisión. “¿Habría jugado ya un Mundial de seguir representando a Suiza? Puede ser. Pero nunca he tenido las cosas fáciles, e imaginarme clasificando a Venezuela para su primer Mundial me pone la piel de gallina. No podría ponerle precio. Sería lo máximo”.
Sumar, el próximo objetivo
Venezuela se alista para enfrentar a Brasil de visitante y a Chile en casa. “Contra Brasil necesitas tu mejor día para lograr un buen resultado. Nadie puede tener un mal día con ellos y ganarles. Y eso, aunque se juegue sin sus hinchas”.
Consultado sobre si ha estudiado a los delanteros brasileños, responde con su habitual buen humor. “¡Como lateral, siempre lidio con los mejores! Delanteros o volantes, te toca el más técnico, el más rápido, el más, el más y el más… No es algo nuevo, y me motiva enfrentar a buenos jugadores”.
A Chile lo ve más terrenal. “En algún momento, Venezuela se sentía inferior a otros, pero no más. Jugador por jugador, todos estamos en buenos equipos. Mentalmente, al final, son 11 seres humanos en el campo igual que nosotros”.
Así las cosas, Feltscher asume las expectativas propias y ajenas. “Entiendo que sean altas, sé lo que podamos dar como equipo con los futbolistas que hay. Hay juventud, pero sobran talento y potencial. No dudamos que podemos estar en Catar”.
Feltscher y…
Su carrera. Además de Suiza e Italia, jugó en Alemania y España. “Sería lindo hacerlo en Inglaterra, pero estoy bien en Los Ángeles. La MLS es competitiva y los equipos son cada vez más fuertes. El que venga no la tendrá fácil”.
Sus tatuajes. “Los más importantes tienen que ver con mi hija: tengo tatuado una de sus manos, su cara y un beso”.
Su admiración por Michael Jackson. “Como artista, fue único: ¡todas sus canciones son maravillosas! De niño no escuchaba otra cosa. Hasta me tatué su paso de baile”.
Haber jugado con Ibrahimovic. “¡Le di algunas asistencias! Es un hermoso personaje, muy particular, al que disfruté. Cuando lo entiendes, aprendes mucho”.
Futuro 1: ¿cantante? Un hobby, canto en todos lados y haré carrera escribiendo mis propias canciones. En lugar de jugar para 80.000 en una cancha, ¡cantaré R&B para 80.000 en un concierto! (risas)
Futuro 2: ¿artes marciales mixtas? “Me encantan, igual que el boxeo, pero mi esposa no quiere. ¡Dice que soy muy lindo para que me rompan la cara! (más risas).