jueves 23 mayo 2024, 15:00

Leyendas de la FIFA argentinas hablan sobre la tercera estrella

  • Javier Zanetti, Juan Sebastián Verón y Esteban Cambiasso destacaron con la selección de su país

  • Entre los tres, jugaron 24 partidos en cuatro Copas Mundiales de la FIFA

  • Ahora reflexionan para FIFA sobre el éxito albiceste en Catar 2022

Javier Zanetti, Juan Sebastián Verón y Esteban Cambiasso tuvieron una destacada carrera con la selección argentina. Es más, entre los tres sumaron 24 partidos en cuatro Copas Mundiales de la FIFA. Por eso pueden poner en contexto, mejor que muchos, lo que significó el éxito de la Albiceleste en Catar 2022.

“Ganar la tercera estrella fue coronar un sueño. Estábamos muy ilusionados cuando llegamos a Catar, a dónde había muchos argentinos que esperaban ese momento. Lograrla resultó una gran felicidad”, dice el Pupi Zanetti, el tercer futbolista con más presencias en su seleccionado con 145, solo superado por Javier Mascherano (147) y Lionel Messi (180 y contando).

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Verón compartió plantel con Zanetti en Francia 1998, donde Argentina alcanzó los cuartos de final, y en Corea/Japón 2002, donde, para sorpresa de todos, no superó la fase de grupos. Para él, la tercera resultó muy especial. “Era algo que se estaba esperando, pasó mucho tiempo (desde el título en México 1986)”, dice la Brujita.

El nacido en La Plata además jugó la edición de Sudáfrica 2010 bajo la conducción de Diego Maradona (allí también fue cuarto finalista). "Yo pasé por selecciones y nunca tuve esa chance, y era necesario. Más que nada para conectar a las nuevas generaciones con su selección. No solo con los jugadores, que son muy seguidos, sino con la selección en sí. Eso le hizo muy bien al fútbol”, agrega el exmediocampista de 49 años.

Cambiasso, que solo disputó la edición de Alemania 2006, donde cayó en cuartos de final con el local, aporta otra mirada. “Fue un momento de gran alegría, pero también un gran alivio, porque hacía mucho que esperábamos ganar el Mundial. Era casi una obsesión, lo que nunca es bueno”, afirma el Cuchu, de 43 años.

“A veces logramos resultados muy difíciles de asumir, como el segundo puesto en 2014, y parecía que nada era suficiente, que todo era negativo, cuando no era así”, añade Cambiasso, quien vistió la casaca albiceleste entre 2000 y 2011.

IFA Legend Esteban Cambiasso

En lo personal, Zanetti destaca la “alternancia de emociones” que le provocó la final de Catar 2002, y califica de “muy merecido” el título de Argentina. “Tengo el recuerdo con mi familia de haber llorado de emoción cuando vimos a Messi levantar la Copa del Mundo. La verdad que la vamos a recordar para siempre”, explica el Pupi, de 50 años, que fue parte de la albiceleste entre 1994 y 2011.

Verón, que jugó en la selección entre 1996 y 2010, también rememora las sensaciones del momento. “Como deportista, que a tu selección le vaya bien produce una alegría inmensa. Además, imaginarme a mis hijos festejando, que no lo pudieron hacer cuando estuve yo ni después, y tener esa chance de alegría, genera una conexión increíble”.

Cambiasso agrega el factor Lionel Messi para describir lo que significó el éxito mundialista para él y para todos los argentinos. “Fue una liberación, el final de una espera que parecía interminable. Especialmente porque lo conseguimos con Leo en cancha, por todo lo que había vivido”, explica Cuchu.

“Yo viví algunas cosas como su compañero de equipo, pero él no había podido ganar nada con la selección, a pesar de haberlo ganado todo a nivel clubes y personal. Creo que el pueblo argentino disfrutó de eso, de tener a Leo como el capitán que llevó ese Mundial a Buenos Aires, a Argentina”.

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A Zanetti, igual que a Cambiasso, lo conmovió aquella imagen de cinco millones de argentinos en la calle, celebrando la conquista junto a los jugadores. “Fue una grandísima emoción, algo para disfrutar. Hasta el día de hoy se sigue disfrutando”.

Verón tiene una explicación para semejante muestra de devoción. “Argentina es un país que venía pasando momentos muy complicados. El fútbol es parte de la vida, no es algo más, y conecta el pasado, presente y futuro. Cuando pasa algo así, te conectás con alguien que no está, con momentos difíciles, te baja (a tierra) y te saca de esa rutina diaria y de las preocupaciones. Eso fue lo que logró el fútbol en Argentina con el Mundial de Catar”.

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