Concluye el programa "Deporte para la salud mental y la cohesión social"
Sus proyectos se han extendido durante 6 meses por 13 países de todo el mundo
Se trata de una colaboración inédita entre la FIFA, la AFD y la "cooperación alemana para el desarrollo" (BMZ/GIZ)
Este jueves 30 de junio se ha puesto fin al proyecto Deporte para la salud mental y la cohesión social (SMHSC, por sus siglas en inglés), resultado de un esfuerzo de colaboración único de la FIFA, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán), que trabaja en nombre del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).
Dicho programa, que se ha extendido durante seis meses por 13 países de todo el mundo, tenía como objetivo utilizar los valores y los efectos benéficos del deporte, y en particular del fútbol, para contrarrestar los efectos colaterales de la pandemia de COVID-19, que, además de millones de muertos en todo el mundo y de consecuencias sanitarias y económicas desastrosas, ha generado perjuicios sociales e importantes problemas de salud mental.
"Esta colaboración entre tres grandes entidades internacionales es bastante única", subraya Susanne Gaerte, Asesora de Deporte para el Desarrollo de la GIZ. "Hemos demostrado que éramos capaces de actuar rápidamente y de forma flexible para responder a las consecuencias de la pandemia de COVID sobre aspectos a la vez sumamente relevantes y muy poco tratados. El deporte permite responder a estas problemáticas de manera muy eficaz".
Nuestros equipos que están in situ han podido comprobar la dinámica que ha creado entre las poblaciones. Es algo muy positivo, y eso nos da ganas de proseguir la experiencia
"La temática de la salud mental es bastante nueva en África", observa Céline Zigaul, responsable de los programas de desarrollo de la FIFA para el Continente Madre. "Al principio hubo que explicar por qué habíamos centrado el proyecto en este tema. Pero al cabo de los meses, tanto los formadores como los beneficiarios percibieron el valor de esta iniciativa. Había que hacer una labor de sensibilización".
"Me fui a Costa de Marfil. Allí conversé con el representante de Tackle Africa, una de las ONG que forman parte del proyecto, que utilizaba el fútbol y el deporte como herramienta pedagógica para comprender de forma sencilla y lúdica el impacto de la salud mental sobre la vida de las personas", continúa Céline Zigaul. "Los problemas de salud mental se perciben a menudo como una afección física, y no como algo que viene de la cabeza y que tiene un impacto sobre el cuerpo".
El deporte ha demostrado ser una herramienta potente y eficaz para llegar a un público vulnerable y aislado. "A menudo, resulta difícil movilizar a estas poblaciones a largo plazo y crear cohesión. Los diferentes talleres y los torneos han permitido que hubiese encuentros y una verdadera sensibilización", explica Myriam Bessibes, de la ONG La Guilde, que ha trabajado en la puesta en práctica del proyecto. "Entre los beneficiarios con los que he podido conversar, muy pocos eran conscientes del concepto de salud mental. La presencia de psicólogos durante los entrenamientos les ha permitido consultar [sus problemas] cuando lo necesitaban y establecer un seguimiento".
Además de África, el proyecto también se ha extendido por otros tres continentes. "Esta colaboración inédita nos ha permitido diversificar nuestro ámbito geográfico de intervención; sobre todo en Sudamérica, en Asia, y con este proyecto en los Balcanes", se congratula Matthieu Valot, encargado de la misión Deporte y Desarrollo en la AFD. "Nuestros equipos que están in situ han podido comprobar la dinámica que ha creado entre las poblaciones. Es algo muy positivo, y eso nos da ganas de proseguir la experiencia. Ya estamos en conversaciones para lanzar una nueva convocatoria de proyectos; tal vez con más presupuesto y a más largo plazo".
Un proyecto que impulsa a realizar otros
Aunque todavía es demasiado pronto para extraer todas las lecciones de este programa, que será objeto de informes detallados en las próximas semanas, los numerosos comentarios positivos tras apenas seis meses invitan a la FIFA, la AFD y la GIZ a proseguir su colaboración. "Estamos planeando otros proyectos en común, y una de las alternativas en la que estamos pensando es la de la igualdad de género", anuncia Céline Zigaul.
"Con seis meses nunca es suficiente, especialmente para temas tan nuevos. Pero queremos trabajar a largo plazo e inspirarnos en estos proyectos piloto para llegar aún más lejos. La COVID nos obligó y nos permitió introducir nuevas ideas y ahora se abre la puerta para abordar estos temas con mayor profundidad durante un periodo de tiempo más largo y poder así trabajar en el acercamiento de los países y las distintas organizaciones asociadas que participan en la iniciativa.", concluye Susanne Gaerte.