Hoy ya nadie duda de Emanuel Villa. Corre, lucha, se entrega y sus frecuentes goles impulsan el optimismo de los aficionados del Querétaro para superar a Tigres en las semifinales de la Liga de Campeones de la CONCACAF 2015/16. Y sus razones tienen: elTito es el máximo romperredes de la competición (6) y el campeón goleador más reciente del campeonato mexicano.
Sin embargo, para tocar el cielo tuvo que escalar una muy difícil montaña. Jugaba en Tigres y a finales de 2013 comenzó el calvario cuando se rompió los ligamentos de la rodilla derecha. No jugó nada en el primer semestre del 2014 y en la segunda mitad, poco a poco, regresó a la cancha, pero los goles no volvieron con él.
“A todos nos gustaría que la vida fuese de color rosa”, confiesa en una plática exclusiva con FIFA.com. “Pero en el fútbol, y en la vida en sí, va a haber momentos así y hay que tomárselos con mucha filosofía. Son retos y caminos difíciles que nos pone Dios, y hay que estar preparados para ellos. No lo disfruté en absoluto, pero ya busqué dar vuelta de página y hacer lo que uno siempre ha hecho”, remata el delantero de 34 años, quien inició su camino profesional en Huracán de Argentina en 2001.
Un trago muy amargo superado Muchos aficionados lo juzgaron con extrema dureza y, otros tantos, dieron injustamente por terminada su carrera. Villa, en cambio, prefirió el silencio e hizo del veneno la mejor medicina. En 2015, Tigres lo cedió a Querétaro y el cambio de aires le sentó bien. “Son situaciones que se van dando y se presentan para los delanteros. Ésta, por suerte, es una de las buenas; hay que aprovechar el buen momento y hacer todo lo posible para que se prolongue”, relata el nacido en Santa Fe.
En su primer torneo con Querétaro llegó a la final del Clausura 2015 y eso significó la clasificación a la presente Liga de Campeones de la CONCACAF, torneo en el que nunca habían jugado. Quedaron en el primer lugar del Grupo C y en cuartos de final vencieron al D.C United con un contundente 3-1 global.
“Es una prueba única; una experiencia nueva para la institución y para nosotros mismos. Somos un equipo que tiene mucho motor y que va a jugar a muerte. Para nosotros todos los partidos que quedan son finales que disputaremos ante grandes rivales. Pero este equipo está bien y vamos preparados para enfrentar al rival que sea”, analiza el jugador que en diez años de carrera en México ha jugado en Atlas, Tecos, Cruz Azul, Pumas UNAM, Tigres y Querétaro.
Por la gesta No es un secreto. Tigres, su próximo rival, cuenta con una de las plantillas más completas del fútbol mexicano. “Si te sales a cuidar seguramente no te va a ir bien. Es un equipo que cuando los rivales se le cierran y juegan a la contra, lo incomodan. Si propones y lo atacas tomando precauciones, puedes causar daño”.
“Hay que hacerles ver que también el equipo que tienen enfrente cuenta con una buena ofensiva. Ellos tiene los mejores jugadores en México. Es un equipo que tiene todos los condimentos; entonces hay que hacer un partido parejo y redondo para sacar la serie adelante”, agrega.
Querétaro tiene sus armas, mucha motivación y está lleno de sed de victoria. “Es un equipo que tiene mucho amor propio. Tiene jugadores de jerarquía y jóvenes con ganas de crecer y progresar. Hemos vivido muchas cosas en este tiempo. Se llegó a una final, estamos en un torneo internacional y esas son cosas nuevas que motivan a todo el mundo. Ojalá que toda esa motivación la podamos canalizar para bien”, reflexiona.
También contarán con la experiencia de Victor Manuel Vucetich, un entrenador que ha sido tres veces campeón en la competición. “Vuce es un gran técnico; no por nada ha sido de los más ganadores en México. Él siempre trata de sacar lo mejor del jugador en la cancha, pero su mayor virtud es que ve mucho el lado humano, algo que no todo los entrenadores tienen. Es un punto muy extra por encima el resto”.
Y es inevitable. Con la final tan cerca y el boleto a Japón 2016 a cuatro partidos, por la mente de Villa pasa la posiblidad de jugar una Copa Mundial de Clubes de la FIFA para ponerle guinda de oro a este virtuoso reencuentro con el gol. “Sería algo verdaderamente maravilloso; una experiencia única. El profe. Vucetich ha ido tres veces y nos los ha comentado. Ahora está en nosotros poder cumplir el sueño”.