La astro brasileña cerró Francia 2019 con un mensaje de introspección para todo el fútbol femenino brasileño
Simone Jatobá y Ana Lorena Marche son parte del proceso de cambio que tomó forma desde entonces
Ambas participan en los Programas de desarrollo de fútbol femenino de la FIFA
Aquellas palabras de Marta retumbaron en Simone Jatobá y Ana Lorena Marche…
Brasil recién había quedado eliminado a manos de la anfitriona en los octavos de final de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™, y Marta, con la voz quebrada, pedía tomar consciencia del contexto que atravesaba el fútbol femenino en su país.
"Es un momento especial y hay que aprovecharlo, en sentido de valorarlo más… Yo quería estar sonriendo aquí, incluso llorando de alegría. Eso es lo primordial: hay que llorar al comienzo para sonreír al final", decía la estelar número 10.
"Se trata de querer más, entrenar más, cuidarse... Es lo que le digo a las niñas: no van a tener una Formiga, Marta o Cristian para siempre. El fútbol femenino depende de ustedes para sobrevivir. Piensen en eso, valoren más. ¡Lloren en el inicio para sonreír al final!", concluía su declaración aún dentro del campo de juego.
Cuatro años después, Brasil asoma como aspirante al título en Australia & Nueva Zelanda 2023™, con Marta todavía como guía futbolística. Pero muchas cosas cambiaron desde su icónica entrevista, sobre todo en el detrás de escena del fútbol femenino brasileño.
Ahí están Simone Jatobá, seleccionadora de la sub-17 femenina de Brasil, y Ana Lorena Marche, coordinadora de las selecciones femeninas de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Del otro lado de la línea de cal
Jatobá fue una mediocampista que compartió su carrera en la selección con Marta, entre 2000 y 2008. Juntas, resultaron subcampeonas mundiales en RP de China 2007 y medalla de plata en el Torneo Olímpico de Fútbol Pekín 2008. Por eso, entendió bien su reclamo.
"Jugaba en el Lyon de Francia y fui invitada por CANAL+ a comentar el partido, y traduje la entrevista", recuerda Jatobá a FIFA.com. "Tocó mis fibras porque nosotras peleábamos por tener lo que hay hoy. Ella pidió más apoyo y seriedad. Jugando afuera veíamos cómo era en otros países: las condiciones, las inversiones… Eso necesitábamos en Brasil".
“Varias cosas empezaron a mejorar después del Mundial, no solo por el mensaje de Marta, que fue fuerte y tocó a muchas personas, sino porque eran cambios necesarios”, amplía la entrenadora de 42 años formada en Francia.
Uno de esos cambios marcó la llegada de la propia Jatobá al cargo de seleccionadora de la sub-17, en agosto de ese mismo 2019, apenas se retiró. “Me da felicidad ser parte de este proceso, ayudando en la formación de las futbolistas jóvenes. Antes no teníamos un fútbol base sólido como hoy, donde además de la sub-17, estamos trabajando con una sub-15. La pandemia frenó ciertas iniciativas, pero estamos recuperando el envión”.
Para Jatobá es clave seguir capacitándose, por eso resalta su participación en la segunda edición del Programa de Mentores para Entrenadoras de la FIFA. “Pensé que era similar a otros cursos, pero está varios pasos adelante. Todas las personas que lo conforman son de lo mejor en sus áreas de trabajo”, elogia la responsable de llevar a Brasil hasta los cuartos de final de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA 2022.
Su mentora es Corinne Diacre, exseleccionadora de Francia. “El intercambio de experiencias es fantástico, innovador y profundo. Verla a Corine de cerca en su trabajo, o que ella venga a verme en el mío, no se compara con otro método para compartir información”, detalla.
Jatobá destaca el trabajo de Pia Sundhage, que asumió la conducción de la absoluta también en 2019, y entiende por qué las miradas ahora estén puestas en Australia y Nueva Zelanda 2023. Sin embargo, no ata lo hecho desde entonces a los resultados.
“El proceso está en marcha, y si a la selección no le va bien, no será por falta de inversión ni por culpa del proceso que se inició. Todos los países están creciendo también, y gana uno solo. Mucho ha cambiado para bien, y este camino continuará para seguir creciendo”.
Pasión detrás del escritorio
A Ana Lorena Marche le hubiera gustado ser futbolista, pero jugó futsal hasta asumir que su vocación no estaba en una cancha. "Estudié y tengo un doctorado en Educación Física, y no pensé que trabajaría en fútbol femenino hasta 2016, cuando percibí que podía ayudar en el área de gestión. Ahí comencé en Ferroviária, club con el que ganamos todos y hoy es uno de los más importante en Sudamérica", dice a FIFA.com desde Adelaida.
Allí trabajaba aquel día de la entrevista de Marta. "Estaba en Francia mirando el Mundial, y su mensaje me pareció muy poderoso. Desde ese momento aspiré a formar parte de la transformación. Ese torneo marcó un punto de inflexión para la CBF en materia de fútbol femenino a todo nivel, no solo en inversión", agrega la dirigente de 38 años.
Tras tres año en Ferroviária, Marche trabajó en la Federación Paulista, una de las más importantes dentro de la actividad, donde estuvo dos años hasta la convocatoria de la CBF en febrero de 2022, para convertirse en la nueva coordinadora de selecciones femeninas.
"Es muy gratificante para mí mostrar que la CBF no solo hizo una gran inversión, sino que también profesionalizó muchísimo el área. Es una manera de cumplir un sueño", confiesa con orgullo.
En ese contexto, valora sobremanera su participación en la cuarta edición del Programa de Liderazgo Femenino de la FIFA. "Mi objetivo era conocerme mejor como profesional y gestora. Me ayudó a saber cuáles eran mis virtudes y en qué debía mejorar y aprender”.
Pero hubo más, aclara. "Fue muy importante toparme con otras mujeres que trabajan en mi área. No sólo por el intercambio de información, sino para establecer un networking más sólido y significativo".
La cuestión de género también es tema, admite. "Necesitamos más mujeres en la gestión, no sólo del fútbol femenino, sino también del masculino. Si dentro de una comisión tienes personas más diversas, indefectiblemente lograrás más diversidad en la gestión. Es lo que buscamos para seguir siendo una de las mejores selecciones del mundo y de Sudamérica".
¿Cuáles son las otras bases para el crecimiento? "Entrenadoras cada vez más formadas académicamente en el fútbol juvenil y llegar a cada rincón de Brasil. Las selecciones no abarcan ni el uno por ciento de las jugadoras que hay en el país".
En cuanto a los objetivos, Marche es clara. "El proceso general no depende de la suerte en este Mundial, los títulos se deciden por detalles. El crecimiento de la estructura en las categorías formativas está consolidado, y los resultados serán una consecuencia de este trabajo. Nada tiraría por la borda lo que se viene realizando para que el fútbol brasileño vuelva a los primeros planos respetando las características de nuestra manera de jugar".