Una tarde de la semana pasada, un grupo de jugadores de la categoría sub-14 estaban reunidos en un círculo en la sede de la FIFA. Entre ellos, se podía ver a un jugador mucho más mayor que entrelazaba sus brazos con los de los demás jugadores a quienes doblaba en estatura. Se trataba de Arsène Wenger, director de Desarrollo del Fútbol Mundial de la FIFA.

Los jugadores de las categorías inferiores del FC Zúrich estaban ayudando con los preparativos finales para poner en marcha el programa de desarrollo técnico más reciente de la FIFA, en el que entrenadores de talentos trabajarán durante dos años con 25 federaciones miembro de la FIFA.

Tras el proyecto piloto de seis meses de duración que se llevó a cabo en siete países (República Kirguisa, Costa Rica, Venezuela, Benín, Sudáfrica, Fiyi y Finlandia), el Programa de entrenadores de talentos de la FIFA se ha convertido en otro de los pilares importantes del TDS.

"Deseamos formar a jugadores de élite en los países donde hay potencial para un mayor desarrollo. Hay muchos niños en el mundo que no tienen la posibilidad de desarrollar su talento, y la calidad de nuestro trabajo puede contribuir a cambiar la situación", explicó Wenger.

Al observar las diferentes sesiones de entrenamiento que se celebraron, no cupo duda de la voluntad y el compromiso de Wenger, quien no dejó de aconsejar a entrenadores y explicar su filosofía de juego. Por lo tanto, uno se pregunta: ¿qué lo motiva?

"El Arsenal es conocido por dar oportunidades a los jugadores, pero sabía que ese no era el caso en todas partes. Yo siempre me he preocupado por dar una oportunidad de salir adelante a las personas que lo merecen", explicó el exentrenador.

"Cuando entré en la FIFA, analizamos el fútbol en todo el mundo y nos dimos cuenta de que en muchos países el principal déficit en este deporte es la educación. Por ejemplo, la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™ nos muestra lo rápido que se ha desarrollado el fútbol femenino de élite y de lo que es capaz. El fútbol no es solo la categoría masculina de élite".

"Tras mi carrera como deportista, he tenido la oportunidad de crear un legado para el desarrollo de los niños con talento. Esto no sale en los titulares, pero eso no importa. Lo importante es que seamos eficaces, y que ayudemos a que los niños de entre 12 a 16 años desarrollen su talento para aumentar la competitividad del fútbol en todo el mundo".

En diciembre de 2022, el Consejo de la FIFA aprobó la creación de un fondo de 200 millones de USD destinado a cubrir las actividades vinculadas a esta iniciativa durante el ciclo 2023-2026. Asimismo, en marzo de 2023, el Consejo aprobó un reglamento en el que se establecen los principios y la distribución de los fondos y el proceso de aprobación, así como los derechos y obligaciones de las federaciones miembro.

Además, las federaciones miembro participantes pueden solicitar fondos para uno o varios programas anuales personalizados de desarrollo del talento de la FIFA, a fin de apoyar proyectos concretos relacionados con su plan estratégico de desarrollo a largo plazo.

Patricia González, jefa del equipo encargado del Programa de entrenadores de talentos de la FIFA, explicó que el programa trata de:

"Si trabajamos con las federaciones miembro y un entrenador exclusivo sobre el terreno de juego, podemos mejorar el entorno de alto rendimiento en cada país y dar una oportunidad a todos los jugadores con talento", explicó la jefa del equipo del programa.

"En los últimos tres años, la FIFA ha realizado un análisis del ecosistema mundial para entender los desafíos y los puntos fuertes de más de 200 países y ayudar a cada una de las federaciones miembro a elaborar una estrategia para el desarrollo de talentos a largo plazo. Está claro que los países que disputan competiciones, o aquellos que las ganan, ofrecen cada vez más tiempo de contacto a los jugadores, y esto genera una gran ventaja competitiva".

El TDS se centrará principalmente en invertir en academias, con el objetivo de crear al menos una academia o un centro de excelencia en cada una de las federaciones miembro de aquí a 2026, en la que jugadores de mayor talento puedan crecer.

"La mayoría de los entrenadores de talentos trabajarán en los países donde el programa pueda tener una mayor repercusión —añadió Patricia González—. Los jugadores entre 12 y 15 años tienen una gran capacidad de asimilación. Esta es una etapa fundamental para su desarrollo, si desean convertirse en jugadores profesionales en el futuro".

Los entrenadores de talentos deben tener al menos una licencia de nivel A y experiencia anterior relevante, por ejemplo, en un cargo de desarrollo del talento en una selección nacional juvenil o una academia. La personalidad y las características culturales de cada persona también son importantes. Patricia González describe a los entrenadores de talentos seleccionados como "personas que pueden formar a otras a través de entrenamiento y mentorías, y que desean que los demás mejoren".

"El desarrollo de los jugadores es muy complejo, y es necesario que los entrenadores de talentos pongan el proceso por encima de sí mismos y de sus egos —comentó Patricia González—. Ellos son los entrenadores y los arquitectos del entorno, pero no pueden influir en todo. Por eso, también necesitan tener habilidades sociales".

Ulf Schott, jefe del Departamento de alto rendimiento de la FIFA, también coincidió en esto y destacó su importancia: "Queremos que los entrenadores de talentos sean un ejemplo a seguir. El análisis del ecosistema reveló que muchas federaciones miembro no cuentan con los sistemas necesarios para detectar a los jugadores con más talento, por lo que este es el primer paso".

"Cuando se haya encontrado a los jugadores, podremos reunirlos, y eso causará un efecto dominó. No queremos que los entrenadores de talentos se ocupen de organizar las tareas administrativas. Deben estar sobre el terreno de juego, mostrar lo que significa el alto rendimiento e inspirar a otros entrenadores. Deben mostrar su dedicación al fútbol de élite".

Solo un pequeño porcentaje de jóvenes talentos llegará a desarrollar una carrera profesional. No obstante, como lo destacó Schott, hoy en día esa posibilidad ni siquiera existe en muchos países.

"Por medio de este programa, deseamos que los jugadores con talento tengan la oportunidad de hacer realidad sus sueños. Es evidente que no todos serán capaces de hacerlo, pero lo que buscamos es abrirles el camino, y esto dependerá de cada país. Lo que realmente deseamos es cambiar la opinión sobre el alto rendimiento".

"Se trata de realizar de cinco a siete sesiones de entrenamiento por semana para los jugadores con mayor talento, y aplicar un enfoque educativo integral para formarlos en tanto que jugadores y personas. El programa está destinado a los jugadores que realmente se quieran dedicar al fútbol de alto rendimiento".

Aunque la mayoría de las 25 federaciones miembro se enfocarán en el desarrollo de niñas y niños, algunas de ellas han solicitado especializarse.

"Por ejemplo, Bután está planificando la creación de una academia exclusivamente femenina —concluyó Gonzalez—. Queremos trabajar con las federaciones miembro que estén listas, dispuestas a trabajar, y reúnan las condiciones necesarias. Es decir, las federaciones que cuenten con un departamento de desarrollo técnico, selecciones nacionales juveniles, medidas para fomentar la participación en el país y formación básica de entrenadores. Si su federación no reúne estas condiciones, se considera que no está lista y no podrá dar el paso que lo separa de la élite".