Kumagai y el momento más emblemático de Japón
Saki Kumagai anotó el penal ganador en la final de Alemania 2011
Su gol aseguró una emotiva corona de la Copa Mundial Femenina de la FIFA
Japón todavía estaba tambaleándose por un terremoto devastador unos meses antes
En el fútbol, cuesta imaginar un desafío mental más exigente que la ejecución de un penal en la final de un Mundial. No en vano, muchos de los mejores futbolistas del mundo han fracasado en el reto.
La japonesa Saki Kumagai, sin embargo, no sólo lo superó a lo grande, sino que su acierto, además, aseguró un emotivo triunfo en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011™ a un país que todavía acusaba los efectos del devastador terremoto acaecido pocos meses antes.
En este contexto, se podría suponer que Kumagai era una avezada veterana en el fútbol internacional cuando se le confió la responsabilidad de lanzar el cuarto penal, a la postre decisivo. Pero no, Kumagai sólo tenía 20 años en el momento de imponerse con total frialdad a Hope Solo, la guardameta de Estados Unidos, y otorgar a las Nadeshiko la victoria y el título a expensas de las grandes favoritas de aquella edición.
En un instante, Kumagai se convirtió en una celebridad en Japón y su decisiva intervención ha pasado a la historia como una de las escenas más emblemáticas del Mundial Femenino.
Con la perspectiva que da el tiempo, parece como si aquel momento en Frankfurt lo hubiera dictado el destino. En el plano personal, Kumagai acababa de fichar poco antes por el club de esa misma ciudad, el 1.FFC Frankfurt de la Frauen Bundesliga, y se había encargado de lanzar el quinto penal de Japon en la victoria decisiva de las suyas en el Campeonato Sub-19 de la AFC. Además, el hecho de que Japón llegara a la tanda de penales en la final de Alemania 2011 fue portentoso. Estados Unidos había dominado prácticamente el partido sin conseguir asestar el golpe decisivo. Japón empató en las prostrimerías del encuentro, gracias a un fortuito disparo de Aya Miyama, e igualó el marcador por segunda vez en la prórroga con un tanto de la motivadora capitana Homare Sawa.
Disfrutando del momento
A pesar de todo, o quizás por ello, Kumagai asegura que se encontraba tranquila y serena durante la tanda. "Disfrutaba del momento y no estaba nerviosa en absoluto", reveló Kumagai a FIFA.com cuando le preguntamos por los emociones que sentía mientras esperaba en la medular durante los penales.
"Justo antes de que empezara la tanda, una de las jugadoras más veteranas nos dijo que aquel instante, encontrarnos en la situación de estar esperando el comienzo de una tanda de penales en la final de un Mundial, probablemente no volvería a repetirse en nuestra vida. Yo era muy joven entonces, pero las más expertas nos decían: ‘Tenéis que disfrutarlo’, y eso nos quitó todos los nervios que podíamos tener. Noté que realmente estaba disfrutándolo y esa es la emoción que más recuerdo".
Precisamente la serenidad y la tranquilidad bajo presión caracterizaron el juego de Japón a lo largo de Alemania 2011. Desde entonces se han convertido en las marcas de identidad más destacadas del fútbol femenino japonés en todas las categorías de edad. Kumagai asegura que nunca perdió la calma ni el aplomo durante la tanda de penales. "En todo el Mundial se respiraba un ambiente muy positivo y relajado", comenta Kumagai. "El equipo, incluido todo el cuerpo técnico, se encontraba de un humor excelente, muy positivo".
Shannon Boxx, Carli Lloyd y Tobin Heath erraron los tres primeros lanzamientos de Estados Unidos, y Yuki Nagasato marró el segundo de Japón. Abby Wambach brindó a las americanas un rayo de esperanza, pero sólo sirvió para dar paso a aquel momento especial. Kumagai golpeó el balón con fuerza y lo coló por la parte superior de la red. "Lo más importante es disparar si dudar, con toda la potencia posible", Kumagai asegura sobre su técnica desde los 11 metros.
Es una técnica que sigue sirviéndole bien. Kumagai marcó el penal de la victoria en la tanda que sentenció el encuentro entre su equipo, el Lyon, y el Wolfsburgo en la final de la Liga de Campeones Femenina de la UEFA de 2016. "Sentí lo mismo que en la final del Mundial: esa sensación de disfrutar a tope del momento", declara Kumagai. "No me puse nerviosa durante la final de la Liga de Campeones. La experiencia de 2011 fue impresionante y me ayudó de verdad".