Catley, líder de las nuevas Matildas
**Steph Catley se ha labrado un nombre en tiempo récord, tanto a nivel de clubes como internacional. En vísperas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canadá 2015™, la lateral izquierda se antoja imprescindible con Australia, aunque no siempre ha sido así.
Catley posee una férrea determinación que apenas deja entrever su sosegada manera de ser fuera de la cancha. En 2013, cuando las Matildas se midieron a China, ella era casi una recién llegada a la selección, ansiosa por consolidarse en la escena internacional.
Durante el encuentro se vio inmersa en un lance contra las chinas del que no esperaba salir airosa, y sin embargo así fue, solo que el balón fue a parar a una rival. Catley se rehizo y repitió la gesta una segunda vez, y una tercera, y terminó ganando tres complicadísimos duelos en cuestión de segundos. Viéndolo todo desde la tribuna de prensa estaba el excapitán de los Socceroos Paul Wade, famoso por su habilidad para desarbolar el ataque contrario (como ante Diego Maradona en el histórico clasificatorio para la Copa Mundial de la FIFA 1994™). El antiguo mediocampista no pudo ocultar una sonrisa plagada de reconocimiento y admiración.
Su delgada y esbelta complexión y su carácter sencillo la convierten en la viva imagen de la modestia fuera del césped. Pero en el terreno de juego todo cambia, y como muestra basta esa pequeña anécdota contra las chinas.
Catley, nacida en Melbourne, cuenta con un curriculum que sería la envidia de cualquier compañera de profesión. Ha recibido galardones individuales y colectivos, capitaneó al Victory de Melbourne hasta la victoria en la W-League y el año pasado militó junto a algunas de las figuras más conocidas del panorama mundial en el exitoso Thorns de Portland de la NWSL. Si a esto añadimos una personalidad madura y prudente, se hace difícil creer que nuestra protagonista tenga tan sólo 21 años.
Según parece, Catley siempre ha tenido aptitudes para el aspecto más técnico de este deporte, ¿pero cómo se puso a punto físicamente para competir en la élite? "Cuando era más joven me dijeron que perdía la pelota con demasiada facilidad", explica a FIFA.com. "Mi fisioterapeuta no quería que hiciese pesas porque podía perder velocidad. Hice Pilates y eso me fortaleció la zona central del cuerpo, lo que tuvo un efecto inmediato en mi equilibrio y en mi fuerza con el balón. Y si vas a Estados Unidos tienes que ser fuerte, tienes que ser capaz de mantener el balón o te aniquilan".
Con las estrellas Catley no sólo sobrevivió a su traslado a Estados Unidos el año pasado, sino que aprobó con nota. "He crecido como jugadora y como persona", apunta. "Mentalmente tienes que ser muchísimo más fuerte cuando estas sola. Estar en un entorno nuevo, donde nadie te conoce realmente, supone un gran desafío. Tienes tus momentos malos, y vivirlos y superarlos fue todo un proceso de aprendizaje".
"En Portland me vi rodeada de jugadoras increíbles", señala poniendo especial énfasis en el adjetivo. Efectivamente, al ver la plantilla del equipo, se podría pensar que es la lista de las mejores jugadoras del mundo: la guardameta de Alemania, Nadine Angerer; la capitana de Canadá, Christine Sinclair; la capitana de España, Vero Boquete; y el triunvirato estadounidense formado por Tobin Heath, Alex Morgan y Rachel Van Hollebeke (de soltera Buehler).
Su estancia en Portland dio un giro de 180 grados cuando empezó a compartir alojamiento con Boquete. "Ya se me ha olvidado todo el español que me enseñó", afirma sonriente, con una nota de cariño en su voz. "Es una de las mejores futbolistas con las que he jugado, técnicamente es increíble. Hablábamos mucho y me ayudó a instalarme. Es una persona asombrosa y resulta facilísimo convivir con ella".
La España de Boquete será una contrincante potencial en Canadá el próximo mes de junio, si bien el enfrentamiento con alguna compañera del Portland está más que garantizado, ya que las Matildas han quedado encuadradas junto a las Barras y Estrellas, Nigeria y Suiza en el grupo más complicado de los seis en liza.
El pasado como inspiración, el futuro como aspiración Australia alcanzó los cuartos de final por primera vez en 2007, y volvió a hacerlo hace cuatro años. Ambos torneos dejaron una profunda huella en Catley. Nos contó que al ver China 2007, con 13 años de edad, se dio cuenta de que había una selección nacional a la que aspirar. Mientras que Alemania 2011 fue el momento en el que comprendió que quería hacer realidad sus sueños futbolísticos.
"Cuando el equipo saltó al campo por primera vez y vi a alguien como Caitlin Foord, con la que había jugado, se convirtió en algo real y me di cuenta de que podía estar ahí, de que podría haber estado allí, y de lo duro que tendría que trabajar para lograrlo", asevera Catley, quien además de desempeñar labores promocionales para la Asociación Australiana de Fútbol, encuentra tiempo para estudiar a través de Internet una licenciatura en educación. "Podía imaginarme ahí, y aspiraba a conseguirlo. Siempre he entrenado a tope, pero entonces se me metió eso en la cabeza y se convirtió en mi objetivo".
"Hemos mejorado mucho como equipo", declara sobre la nueva hornada de las Matildas. "El fútbol femenino en Australia es mucho más potente. Tenemos mucha más gente compitiendo por cada puesto, algo que antes no sucedía. Para cuando llegue la Copa Mundial creo que estaremos listas para la acción".