Hoy se cumplen dos años de cuando Australia y Nueva Zelanda obtuvieron el derecho a albergar la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023
Se está llevando a cabo una actividad considerable para preparar la primera edición del certamen con 32 países
Una delegación de los países anfitriones visitó Zúrich esta semana
El jugoso premio que estaba en juego era una oportunidad única en la vida para organizar la Copa Mundial Femenina de la FIFA™.
Todo el trabajo estaba hecho, y se había presentado una candidatura convincente. La Ópera de Sydney estaba cubierta e iluminada con imágenes gigantescas, casi surrealistas, de las respectivas capitanas de Australia y Nueva Zelanda: Sam Kerr y Ali Riley.
Sólo quedaba esperar. En tierras oceánicas era totalmente de noche, hace exactamente dos años. Había muchos nervios. Los directivos, jugadoras y aficionados de Australia y Nueva Zelanda aguardaban impacientes. La gente se mordía las uñas, conversaba inquieta en voz baja mientras tomaba un café y consultaba sin cesar las redes sociales.
Por fin llegó la noticia… y fue un momento de pura euforia. El duro trabajo realizado para presentar una candidatura impresionante se había visto recompensado, y el júbilo fue inmediato. Los medios de comunicación locales se inundaron de noticias que informaban de que la principal competición mundial femenina de un único deporte iría a parar a Australia y Nueva Zelanda.
Tan pronto como se calmó ese subidón de adrenalina, los organizadores locales –conjuntamente con el personal afincado en Zúrich– se pusieron manos a la obra para organizar el Mundial Femenino más grandioso de la historia.
Desde entonces hasta hoy, han sucedido muchas cosas en la preparación de la primera edición del campeonato que contará con 32 selecciones.
Se han creado oficinas con numerosos empleados en Auckland y Sydney, junto a oficinas satélite más pequeñas en otras ciudades. El personal de la FIFA ha visitado ambos países en varias ocasiones, con una reciente visita exhaustiva encabezada por la Secretaria General de la FIFA, Fatma Samoura, como punto culminante.
"Este Mundial Femenino va a ser un catalizador tremendo para el crecimiento del fútbol femenino, no solo en Australia y Nueva Zelanda, sino por toda la región de Asia-Pacífico y en todo el planeta", afirmó la directora de Fútbol Femenino de la FIFA, Sarai Bareman. "Se trata del mayor acontecimiento del mundo dedicado a un solo deporte femenino, y no solamente inspira a las jugadoras y personas que están en el campo, sino también fuera del campo: a las mujeres, las niñas y la sociedad en general. Va a ser algo maravilloso; se me pone la piel de gallina solamente de pensarlo".
"Será uno de los acontecimientos más importantes que jamás hayan albergado estos países", declaró Dave Beeche, director ejecutivo de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia y Nueva Zelanda 2023; quien, junto con Jane Fernandez, directora de operaciones en Australia, y Jane Patterson, directora de operaciones en Nueva Zelanda, forman parte de una delegación que está visitando la sede de la FIFA esta semana.
"Hay una ilusión tremenda, y este campeonato tiene un potencial enorme. Ambas naciones se están implicando de veras para apoyarlo. El entusiasmo es absolutamente palpable", añadió.
Numerosos estadios se están remodelando, así como las instalaciones de entrenamiento. Sobre todo, el Estadio de Fútbol de Sydney se está reconstruyendo por completo y, en septiembre, las Matildas tendrán el honor de recibir a las campeonas olímpicas de Canadá –nada más y nada menos– en el primer partido de fútbol que se jugará en el nuevo recinto.
"Queremos brindar a los aficionados al deporte una experiencia que jamás olvidarán: fútbol de nivel mundial en el campo, una experiencia perfecta para los aficionados desde que compren la entrada hasta que abandonen el estadio… y mucho más", afirmó Fernandez.
"Nos queda casi un año para que comience el campeonato el 20 de julio y, naturalmente, no se puede celebrar un campeonato sin una mascota, por lo que nos hace mucha ilusión poder presentaros a todos la mascota en este mismo año", añadió.
Otro hito importante será el sorteo oficial, que tendrá lugar en Auckland el 22 de octubre. La ciudad más grande de Nueva Zelanda también tendrá el honor de albergar el partido inaugural.
Si bien la mayor parte de la atención se centra en el campeonato en sí, a ambos lados del Mar de Tasmania se tiene también muy presente el legado a largo plazo.
"Creo que el Mundial va a inspirar a muchísimos chicos y chicas jóvenes porque van a tener la oportunidad de ver jugar en su tierra natal a las mejores jugadoras del mundo, y se trata de una oportunidad única en la vida", declaró Patterson.
"Sabemos que cuando los jugadores jóvenes ven a sus ídolos, surge una inspiración ahí a la que ellos y ellas querrán dar continuidad; y esperamos que se trate de un legado duradero para que les inspire y quieran aferrarse a un balón”, concluyó.
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