Pia Sundhage se hizo cargo de la selección femenina de Brasil en julio de 2019
Espera aumentar su impresionante palmarés olímpico con As Canarinhas
“Queremos ir a por el oro”, afirma la entrenadora sueca
Resulta bastante difícil ofrecer a Pia Sundhage una experiencia novedosa. La bicampeona olímpica como seleccionadora ha gozado de una larga y exitosa carrera. Pero aunque esa trayectoria la ha llevado a acumular diversas estancias en su Europa natal, en Norteamérica y en Asia, ahora afronta un reto totalmente nuevo: entrenar a Brasil.
La ex seleccionadora de Estados Unidos y Suecia tomó las riendas de las Canarinhas en julio de 2019, tras su eliminación en octavos ante el país anfitrión en el Mundial de Francia, y está preparada para el desafío. Su personalidad extrovertida se ve complementada por un sólido pragmatismo que, quizás, era la pieza que le faltaba en el rompecabezas a Brasil en su afán por ganar un título importante.
Con un montón de estrellas a su disposición, incluidas las veteranas Marta y Formiga, Sundhage aspira a lograr en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino de Tokio 2020 su tercera medalla de oro, y la primera para la nación brasileña en fútbol femenino.
FIFA.com habla en exclusiva con la entrenadora sueca sobre el romanticismo del fútbol brasileño, la vida en Río de Janeiro y sus planes para la cita olímpica.
Explíquenos cómo aceptó el puesto con Brasil. ¿Cómo se presentó la oportunidad?
Fue una llamada telefónica, y simplemente dije que sí. Ni siquiera me lo pensé. He estado en muchos países, he tenido trabajos realmente fantásticos, y ahora he conseguido otro. Sí que creo que este será mi mayor desafío, porque es una cultura muy diferente. Que alguien extranjero, y una mujer, venga a Brasil… Y puedo decir que la federación brasileña (CBF) quiere hacer más por el fútbol femenino. Así que soy la afortunada que forma parte de esa clase de cambio.
Ha entrenado y jugado por todo el mundo. ¿Qué retos y oportunidades ofrece entrenar en Sudamérica?
Hay dos cosas. Una es encontrar las jugadoras más talentosas. Brasil es un país grande y sabemos que hay muchísimas jugadoras buenas. ¿Pero cómo las encontramos? ¿Cómo las identificamos? Si eres una chica, deberías poder jugar.
La otra cosa en lo que respecta a la selección nacional: me gusta mucho que jueguen con tanta emoción. Pero cuando la emoción no es tan fuerte, necesitas un equipo en el que apoyarte. Y ese es mi trabajo: asegurarme de que no debas dejarte arrastrar cuando tengas sentimientos negativos en tu interior, cuestionándote y pensando que solo lo puedes hacer por tu cuenta, porque es un deporte de equipo, y es el equipo el que rendirá en su conjunto.
Para mí es un poco una cuestión de equilibrio. El fútbol es emoción. También son tácticas, vídeos por aquí y por allá... Pero llega el minuto 89, ¿y quién marcará el último gol?
Está viviendo en Río de Janeiro. ¿Qué le parece el estilo de vida brasileño?
Me está pareciendo que es cálido, ¡y no solamente lo es el tiempo! Me topo con gente cálida. A todo el mundo le encanta el fútbol, lo cual es bueno para mí. Entablan una conversación aunque yo todavía no hablo portugués, pero desean de veras formar parte del fútbol.
Creo que la gente quiere que el país triunfe. Hombres y mujeres, jóvenes… ese sentimiento es contagioso. Tengo una buena vida. Creo que estoy en el lugar adecuado en el momento idóneo.
Como seleccionadora, es una ‘especialista’ olímpica: ha ganado dos medallas de oro con Estados Unidos y una plata con Suecia. ¿Cuál es el objetivo para Tokio 2020?
Por supuesto, todas estamos entusiasmadas y queremos ir a por el oro, pero es mucho más. El viaje entero marca la diferencia. Esperemos que el viaje no se detenga después de los Juegos Olímpicos; espero que continúe muchos años.
[El objetivo] como equipo: meter unos cuantos goles, no encajar muchos y asegurarnos de hacerlo lo mejor posible. El objetivo personal es que pueda ofrecer mi mejor versión en otra cultura con jugadoras diferentes y, en general, que Brasil –un país futbolero– triunfe.
Los pasados Juegos Olímpicos fueron en Río, y el equipo se quedó sin medalla tras . ¿Se está utilizando ese recuerdo como factor motivador para 2020?
Recuerdo cuando Brasil ganó 5-1 a Suecia en la primera fase [ndlr: Sundhage entrenaba a Suecia por entonces] y, cuando salí de ese estadio, estaba toda la gente alrededor de la selección brasileña y del autobús. Era como una declaración: “Lo habéis hecho bien, a seguir adelante”. Eso emociona a la gente. Lo más importante es hacerlo lo mejor posible; es lo único que puedes hacer. Y hacerlo junto con otras personas. Así que nuestro trabajo consiste en construir este equipo unido.
Echando la vista atrás, fueron unos Juegos Olímpicos estupendos, pero hay margen de mejora. Ahí es cuando entra en juego ese trabajo duro y ese entusiasmo. Nos necesitamos mutuamente. Si podemos poner junto todo eso, será un viaje fantástico.
Es bien conocida por ser una cantante entusiasta. ¿Ha recopilado ya algunas canciones brasileñas?
Estoy tratando de averiguar cómo se cuenta el ritmo en la samba… ¡no es fácil! Pero me prometí a mí misma que un día de estos voy a cantar en portugués algún tipo de samba. Es muy diferente del rock and roll, ¡necesito un par de meses más para hacerlo!