La influencia alemana en la cocina de Kaliningrado
Kaliningrado, la sede más occidental de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, fue la capital de Prusia Oriental desde el siglo XIII hasta 1946. Entonces se la conocía con el nombre de Königsberg, y a lo largo de esos siete siglos absorbió las tradiciones culinarias alemanas, rusas y bálticas.
De hecho, los platos que se sirven en los restaurantes alemanes de Kaliningrado se consideran típicos de la localidad. La carne, el pescado y las verduras, como la patata, la remolacha y la col, son la base de la cocina de Prusia Oriental, que quizás no sea la más delicada o sofisticada, pero siempre es sustanciosa.
No podemos olvidar a los vecinos, Polonia y Lituania. En los restaurantes polacos y lituanos de la zona se puede disfrutar de los sabores más característicos de su gastronomía, cuyas tradiciones se conservan con esmero.
Mazapán de Königsberg El mazapán de Königsberg es, junto al de Berlín y Lübeck, uno de los más famosos, una actividad que data del siglo XVI. El mazapán es muy común en la ciudad y se puede comprar en los puestos del mercado central en forma de pastelitos, figuritas o de pan. Lo que lo distingue del resto es su dorada corteza flambeada. El mazapán hecho a mano es un excelente recuerdo de la región. En Kaliningrado hay incluso un museo dedicado a él, donde se imparten clases magistrales a todos aquellos que deseen aprender a prepararlo.** **
Queso Tilsiter Los maestros queseros suizos del valle del Emmental empezaron a elaborar queso en Prusia Oriental a mediados del siglo XIX en la ciudad de Tilsit (hoy conocida como Sovetsk). Allí aún se conserva el edifico de la primera quesería. El Tilsiter es un queso semiduro de color amarillo claro con una textura moderadamente firme y agujeros y grietas de diferentes tamaños. En la actualidad, una empresa privada se ocupa de la producción en la localidad de Neman y, por supuesto, es muy habitual encontrarlo en las tiendas de Kaliningrado.
Königsberger Klopse El Königsberger Klopse es una especialidad alemana a base de albóndigas cubiertas de salsa de alcaparras. El Klopse de Prusia Oriental se ha hecho muy popular en Europa. Este plato, precocinado y envasado en conserva con la marca Königsberger Klopse, se vende en toda Alemania. Algunos restaurantes de Kaliningrado lo promocionan como un plato típico en sus menús. Normalmente se sirve con patatas cocidas y ensalada de remolacha.
Anguila ahumada El oblast de Kaliningrado se encuentra a orillas del mar Báltico, por lo que obviamente el pescado está muy presente en la cocina local. La anguila ahumada del báltico es todo un manjar: tierna, ligeramente dulce, extremadamente sabrosa y muy nutritiva. Se puede comprar tanto en el mercado central como en los ahumaderos privados de la costa. Envasada correctamente, se conserva durante mucho tiempo. Dado que se trata de un producto gourmet, su precio es bastante alto pero también hay otros pescados ahumados más asequibles, como arenques del báltico, anchoas, platijas y pargos.
Sopa de pescado de Prusia Oriental En la cocina alemana no abundan las sopas conocidas, pero las que han adquirido cierta fama son muy populares entre los rusos. Esta en particular es espesa y nutritiva, nada que ver con el delicado entrante que se ofrece en Francia o con las exóticas y especiadas sopas asiáticas. La sopa de pescado de Prusia Oriental se hace con perca, nata, vino blanco, yema de huevo y abundantes especias. Los restaurantes de Kaliningrado añaden constantemente sus propias versiones de la receta tradicional, de modo que su sabor varía en función del lugar.
Ensalada de morcilla de Königsberg Como la gastronomía de Prusia Oriental estuvo durante siglos muy influenciada por la cocina del resto de Alemania, la morcilla o blutwurst ha sido siempre muy popular en Kaliningrado. Se sirve caliente o fría con bebidas fuertes y a menudo se usa como ingrediente en la ensalada.
Königsberger Fleck El Königsberger Fleck, o sopa de callos, se hizo famoso en el siglo XVI y se convirtió en una especie de ritual en la cocina prusiana. La gente corriente lo consumía a diario y se vendía en kioscos y mercados. Los callos de vacuno se cortan en trozos y se cuecen durante cuatro o cinco horas con sal, pimienta, mejorana y vinagre. El resultado es un plato simple aunque extremadamente sabroso. A la aristocracia le encantaba el fleck, y durante el siglo XIX se servía como plato típico en muchos restaurantes, uno de los cuales puso un cartel que decía: "El fleck lo es todo". El poeta Walter Scheffler, nacido aquí, escribió incluso un poema dedicado al fleck. Hoy en día existen muchas variedades. En Kaliningrado se puede tomar como primer plato con caldo de carne y verduras.
Cerveza La cerveza siempre fue motivo de orgullo para Königsberg, que albergó varias fábricas importantes. Y no eran solo los habitantes de la ciudad los que apreciaban el producto final, estaba considerada como una de las mejores cervezas de Europa y su exportación era una fuente sustancial de ingresos. La de Ponart, una cervecería ya extinta, era especialmente popular. Hoy las grandes empresas cerveceras conviven con las microcervecerías, donde además de degustar la cerveza tradicional de Königsberg, hecha solamente con lúpulo, cebada y agua, se pueden catar bebidas más fuertes con especias añadidas. Algunas cervecerías ofrecen visitas especiales en las que se explica el proceso de elaboración de la cerveza de Kaliningrado.