jueves 25 mayo 2017, 11:32

El regreso del capitán Cook

  • El capitán inglés marcó su primer gol internacional ante Guinea

  • Tuvo una temporada plagada de lesiones

  • Debutó en el AFC Bournemouth con 19 años

Los contratiempos forman parte de la carrera de cualquier futbolista. La clave está en cómo sobreponerse, y de eso sabe mucho Lewis Cook. El talentoso centrocampista —al que se le augura un futuro brillante—, abandonó a mediados del año pasado el Leeds United, su club de toda la vida, para recalar en el AFC Bournemouth. Tras brillar en la pretemporada, Cook debutó como titular en la Premier League con apenas 19 años ante el Manchester United en la primera jornada.

Sin embargo, el meteórico ascenso de Cook sufrió un frenazo repentino. Las constantes lesiones obligaron al joven futbolista a pasar varios meses en el dique seco. Pero Cook se esforzó al máximo por volver, se reincorporó al equipo y disfrutó de minutos en el tramo final de la temporada, en el que firmó dos asistencias. "Lewis es un talento muy especial, un chico que llegará muy lejos en el mundo del fútbol si continúa mostrando la actitud que ha tenido esta temporada", elogió así Eddie Howe, entrenador del Bournemouth, a su jugador.

Cook se perdió también el último partido de liga, pero esta vez por razones totalmente voluntarias y mucho más positivas, ya que el capitán del combinado inglés tenía que disputar la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2017. "No me resultó fácil tener que ausentarme en la última jornada, pero un Mundial es el sueño de cualquier niño y no podía decir que no", cuenta. "Me vino bien jugar los últimos partidos de liga. Sin duda, fue una temporada diferente, pero el técnico y yo trabajamos en un montón de detalles. Siento que he evolucionado y que encajé en el equipo en esos últimos encuentros. El esfuerzo mereció la pena".

El premio de República de Corea La recompensa al trabajo de Cook fue el triunfo inicial por 0-3 sobre Argentina, así como su primer tanto como internacional en el empate a uno contra Guinea. "Fue un buen gol. Me asomé al borde del área, tuve ocasión de chutar y entró. Me hizo mucha ilusión marcar, pero me habría gustado más que sumásemos los tres puntos", reconoce el capitán inglés, ejemplo de compromiso y entrega en las dos primeras jornadas del torneo.

Con cuatro puntos en su casillero, Inglaterra está en una buena posición para alcanzar los octavos de final. Eso sí, en la última fecha del Grupo A les espera un choque muy complicado ante el conjunto anfitrión. No en vano, República de Corea lidera la clasificación con seis puntos, y volverá a contar con el apoyo incondicional de su ruidosa hinchada. Pero Cook también afronta este reto con confianza y optimismo.

"Va a ser una gran experiencia para nosotros. Habrá mucho público en las gradas. Es un partido decisivo, ya que el ganador será primero de grupo. Corea tiene un equipo muy fuerte y bien organizado, y cuenta en sus filas con jugadores de mucho talento capaces de marcar la diferencia. Pero nosotros disponemos de nuestras armas para plantarles cara, defender bien y marcar goles. Tenemos ganas de que llegue el partido".