miércoles 12 octubre 2016, 21:07

Cuando la responsabilidad excede una plaza

La República de Corea, clasificada de oficio en calidad de país organizador de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2017, afronta con menos presión que de costumbre el Campeonato Asiático Sub-19 que empezará a disputarse esta semana en Bahréin, y que determinará qué cuatro selecciones de la región acompañan a los anfitriones en la cita mundialista del año que viene.

Aun así, la tensión era palpable en el centro de entrenamiento nacional de Paju, en la provincia de Gyeonggi-do, donde el equipo se sometió a una última sesión antes de tomar el avión rumbo a Oriente Próximo. El seleccionador, Iksoo Ahn, una persona no muy dada a las emociones, sonrió incómodo para la prensa al describir los objetivos de su equipo en Bahréin. “Les pregunté a los jugadores cuál debía ser nuestra meta en este torneo y contestaron: ‘Ganarlo’. Así que hemos decidido aspirar a eso”.

Y esa confianza tiene fundamento: la República de Corea será uno de los participantes más potentes, avalada por un palmarés de 12 títulos regionales en esta categoría. Además, ganó sus cuatro partidos de la fase previa, en los meses de septiembre y octubre del año pasado, con un balance de 26 goles a favor, el mejor de la prueba.

En su primer clasificatorio, ante Singapur, el capitán del equipo, Dongjun Lee, entró en juego en la segunda parte y contribuyó con una tripleta al triunfo por 6-2 de los suyos, algo que repetiría en su siguiente compromiso, frente a Chinese Taipei, convirtiéndose así en el máximo goleador del plantel en el certamen, junto con Jihoon Kang.

No obstante, este extremo derecho considera que su registro anotador no es lo más importante, como explica a FIFA.com. “No somos un equipo que dependa de un hombre en concreto. Nos centramos en jugar como un bloque y estar organizados, así es como superamos a los adversarios. Esa es nuestra principal filosofía, y el seleccionador lo recalca durante los entrenamientos. Si llegamos a dominar este enfoque, creo que podemos hacer un gran Mundial el año que viene”.

Juventud y experiencia Lee es oriundo de Busan, donde dio sus primeros pasos en el fútbol, en la escuela primaria, para luego incorporarse al equipo juvenil del Busan IPark, club de la K League. Durante el tercer curso de la enseñanza secundaria sufrió una grave lesión de espalda que hizo peligrar sus ambiciones.

Sin embargo, la superaría, y llegaría a representar a su selección nacional en distintas categorías hasta la sub-17, aunque el Mundial del año que viene será el primero de su trayectoria. Ahora tiene 19 años, y juega en el Universidad de Soongsil, equipo del que es principal artillero esta temporada, con ocho goles en 10 partidos de la U-League.

“Es cierto que este va a ser el mayor torneo de mi carrera hasta la fecha. Pero soy el capitán, y siempre tengo que poner por delante los intereses del equipo, así que estoy preparándome para nuestro primer partido con una determinación absoluta. Es importante detectar los aspectos en los que podemos mejorar y trabajarlos juntos, como grupo”.

Además de buenos recuerdos, Lee tiene algo que lamentar de la fase previa de Bahréin 2016. “Era nuestro último partido y jugábamos contra el país organizador, Tailandia. Uno de nuestros jugadores se lesionó, y los rivales no querían mandar el balón fuera de la cancha. Yo discutí con ellos y hubo más que palabras. Me golpearon en la cara, me enfadé y empujé a uno de los rivales, lo que me valió la tarjeta roja directa. Aunque fue injusto, y triste, pasó porque perdí la calma”, admite.

De este modo, Lee estará sancionado en el primer encuentro de su selección en Bahréin, también contra Tailandia.

El equipo, lo primero A pesar de eso, Iksoo Ahn no ha perdido la confianza en su capitán. “Para mí el equipo es siempre lo primero”, insiste. “Creo que el seleccionador se ha dado cuenta, ya sabe que voy a hacer todo lo posible para liderar a los compañeros, con una mayor responsabilidad. Yo suelo animarlos mucho, y me esfuerzo por mejorar el espíritu del equipo. Los jugadores me siguen, así que creo que el equipo funciona”.** **

Lee lucirá esta temporada el dorsal número 7, un honor que reviste un significado especial para él. “Jisung Park ha sido mi modelo desde niño”, confiesa. “Para mí es un honor vestir el mismo número que él. Lo respeto, porque era alguien que tomaba la iniciativa y daba ejemplo en todos los aspectos".

Entre los futbolistas extranjeros, ansía imitar a Gareth Bale y Eden Hazard. "Bale me gusta por su estilo de juego, y tengo muchas cosas que aprender de Hazard, porque destaca precisamente en los puntos que a mí peor se me dan”, continúa.

Para llegar al torneo en su mejor estado de forma, el combinado sub-19 participó el mes de septiembre en el Torneo Internacional de Fútbol Sub-19 4 Naciones, con Senegal, Uruguay y Qatar. Cosechó dos empates a 2-2, y una victoria por 1-0 sobre Qatar, vencedor de la última edición del Campeonato Asiático Sub-19, en 2014.

“Cuando jugamos contra Qatar, ellos tenían varios delanteros muy peligrosos, pero conseguimos imponernos gracias a nuestra organización. Y en este Campeonato hay que hacer todo lo posible por conquistar el título. Eso implica vencer a todos los equipos con los que nos crucemos”.

Y si bien la República de Corea ha obtenido éxitos significativos a escala regional en esta categoría de edad, actualmente hay una paridad mucho mayor entre los conjuntos de toda Asia, como pudo verse durante los clasificatorios de la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Nueva Zelanda 2015, que la selección surcoreana fue incapaz de superar.

En el  Campeonato Asiático Sub-19 Myanmar 2014, que sirvió de fase previa regional, una derrota por 2-1 a manos de Japón le impidió pasar de la liguilla. “Creo que Japón es la selección más fuerte de Asia en estos momentos”, afirma Lee. “Aunque le ganásemos en el último partido que jugamos, un amistoso que nos dejó buen sabor de boca, no cabe duda de que es un equipo al que hay que prestar mucha atención. Pero eso no significa que no podamos ganar el Campeonato Asiático”, añade.

Y terminamos la entrevista preguntando a Lee si su altruista ética de equipo podía compaginarse también con la ambición personal. “Para ser sincero, nunca he pensado en mis objetivos personales, lo importante siempre ha sido ganar el torneo. Esa es nuestra meta última, procuro no pensar en otra cosa", afirma.

"Si lo logramos, lo demás vendrá luego de forma automática. No, no voy a ir a este torneo con ninguna ambición personal. Para mí sería un gran honor poder ayudar a la selección a hacer un buen papel y ganar el campeonato, y quizás poder ser el mejor jugador del torneo. A lo mejor tengo que marcarme esa meta”, concluye.