El adidas OCEAUNZ, el balón oficial de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™, está equipado con un sensor ultraligero
Este dispositivo proporciona datos precisos y en directo al equipo arbitral para ayudarle en la detección del fuera de juego
Los aficionados y los medios de comunicación pueden consultar también datos tan relevantes como la velocidad o potencia de los disparos y la distancia a la portería desde la que se golpea el balón
El pasado 23 de enero se presentó el balón oficial de adidas para la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023™. En los 48 primeros partidos de la competición disputados, correspondientes a la fase de grupos, se han marcado 126 goles con el OCEAUNZ.
Al igual que en la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, el balón oficial está equipado con tecnología vinculada, una novedad sin precedentes que ha contribuido además al éxito de la tecnología semiautomatizada para la detección del fuera de juego.
El OCEAUNZ es el primer balón oficial del Mundial femenino equipado con este moderno dispositivo, que proporciona datos precisos y en directo al equipo arbitral y le ayuda a adoptar decisiones sobre posibles fueras de juego con mayor acierto y velocidad. El sensor aúna los datos que recopila la unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés) que contiene el balón con la inteligencia artificial. Este dispositivo contribuye a la tecnología semiautomatizada para la detección del fuera de juego, que envía un aviso automático al equipo arbitral de vídeo ubicado en la sala VOR centralizada de Sídney. La tecnología, desarrollada por adidas en colaboración con la FIFA y Kinexon —una empresa líder en redes de sensores de última generación e informática puntera—, suministra estos datos a través de una IMU situada en el interior del balón y que se sostiene gracias a un sistema de suspensión de adidas hecho a medida. Este sensor envía datos del balón 500 veces por segundo a un total de 28 antenas dispuestas alrededor del terreno de juego.
Además, esta tecnología permite medir con precisión parámetros y estadísticas tan relevantes como la velocidad o la potencia de los disparos, las rotaciones por segundo que registra el balón en un remate determinado y la distancia a la portería desde la que se golpea la pelota. Por si fuera poco, el dispositivo también registra durante cuánto tiempo ha regateado una jugadora. En la fase de grupos, el remate más potente ha sido el de la neerlandesa Esmee Brugts en su gol contra Vietnam, que alcanzó una velocidad de 104.46 km/h. Por su parte, la francesa Lea Le Garrec ha marcado hasta ahora el gol convertido desde mayor distancia, con su tanto contra a Panamá desde 38,95 metros, superando solo el gol olímpico de la irlandesa Katie McCabe contra Canadá (36.26 metros).