Normalmente, cuando decimos que alguien es un trotamundos, nos referimos a una persona que viaja sin rumbo fijo por todo el planeta. Y lo hacemos subrayando la aventura en sí, más allá de si tiene o no un objetivo definido.

La veterana entrenadora Monika Staab ha visitado alrededor de 80 países a lo largo de su vida. Sin embargo, y a diferencia de los trotamundos, ella sí lo ha hecho con un objetivo concreto: seguir fomentando el fútbol femenino entre niñas y mujeres de todo el globo.

"He levantado trofeos, pero la evolución es algo muy importante para mí. Ayudar a las futbolistas en su desarrollo, también en el personal, tiene para mí una importancia enorme. He comprobado que mi verdadero cometido es ese, por encima de asistir a un Mundial en primera fila", explica Staab en su charla con FIFA.com.

Desde finales de la década de 1970 y hasta principios de los años ochenta, la posterior entrenadora del 1. FFC Frankfurt defendió los colores de clubes tan ilustres como Queens Park Rangers, París Saint-Germain o Southampton FC. A principios de 2007, decidió embarcarse de nuevo en una aventura internacional.

"Después de tantísimos años, el FFC Frankfurt había crecido mucho. Aquel bebé se había hecho mayor y ya sabía andar. Entonces, me dije: ‘A ver qué será lo próximo en llegar’. Y, poco después [en el año 2006], recibí una llamada de la FIFA. Nunca olvidaré aquel día. Me preguntaron si podría hacer algo por el fútbol femenino en Bahréin. Y pensé: ‘¿Eso dónde está?’".

El 1 de enero de 2007, Monika Staab —que ya ha cumplido 60 años— inició su estancia de seis meses en el reino de Bahréin, un estado insular del Golfo Pérsico ubicado al este de Arabia Saudí y al oeste de Qatar. Allí, la preparadora alemana se dedicó a prestar ayuda al desarrollo.

"Hasta ahora, he visitado más de 80 países gracias al respaldo de la FIFA, la UEFA, la DOSB, la Federación Alemana de Fútbol y el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. Y hemos logrado mover algunas cosas".

¿Su ubicación actual? Gambia. Desde finales de 2018, Staab dirige el "Proyecto futbolístico germano-gambiano", con el que se pretende mejorar la estructura del fútbol femenino del país.

"Están pasando muchas cosas en el fútbol femenino, pero África está dormida. Eso sí, veo muchísimo potencial en este continente. Cuando veo a las chicas jugar al fútbol, se me parte el corazón", afirma.

"Faltan medios para darles apoyo. El Ministerio de Asuntos Exteriores financia este proyecto en Gambia, lo cual es muy relevante, y la Confederación Deportiva Olímpica Alemana (DOSB) ejecuta el proyecto conmigo. Uno de las razones de peso por las que decidí aceptar este proyecto es Lamin Kaba Bajo, presidente de la Federación Gambiana de Fútbol, porque apuesta plenamente por el fútbol femenino".

Y en los seis meses que han transcurrido desde su llegada, Staab ya ha conseguido varias cosas. Entre otras, se firmó un memorándum de entendimiento entre la Federación Gambiana de Fútbol y el Ministerio de Educación, en el que se establecieron los parámetros de desarrollo del fútbol femenino en las escuelas. También se va a incluir el fútbol base femenino en el plan de estudios, a fin de obtener una base sólida.

"Solamente tienen una o dos horas de gimnasia, pero queremos aprovecharlas bien. Solo podemos entrenar a 25 niñas en cada sesión, y tenemos que montar todo el equipamiento, etc. Nosotros tenemos el conocimiento y los medios, y los colegios tienen las niñas", explica.

"La firma de ese memorándum fue un momento histórico, porque significa que ahora existe una colaboración. Claudiana A. Cole, la ministra de Educación, se mostró a favor y tuvo una actitud fantástica", destaca Staab sobre la enorme importancia de este documento.

"En este tiempo ya he impartido cinco cursillos para profesores y profesoras, porque el mayor problema aquí es la formación. A todos les entusiasma el fútbol, pero no saben cómo entrenar. Desconocen completamente las tácticas o los métodos con los que entrenar".

"Esta es otra de las razones por las que el Ministerio de Asuntos Exteriores financia este proyecto. Por aquí han pasado los entrenadores de primera y segunda división, y estuvimos haciendo análisis con vídeos. No sabían ni lo que era", agrega.

Además, dos veces al mes, Staab organiza festivales para niñas de entre seis y doce años, así como programas de fútbol base, en distintas regiones. Gracias a su ayuda, los padres volverán a llevar a sus hijas al colegio y se convencerán de que la educación es muy importante.

"Hay tantas niñas de entre 9 y 13 años que no van al colegio... ¡Es de locos! Es la base de todo, y la razón principal por la que estoy aquí: dar apoyo a las mujeres, darles confianza y que las niñas tengan más disciplina".

De ahí el objetivo primordial. "Queremos intentar aportarles nuevas perspectivas, especialmente a las más pequeñas. El fútbol puede ayudar a que este país crezca. El fútbol une, da fuerza y esperanza. Yo puedo prender la mecha, pero tendrán que ser ellas quienes aviven y mantengan la llama".