Participó en el Programa de Formación de Entrenadores de la FIFA
La seleccionadora de Tahití sigue el principal consejo de su mentor
“Esto es solo el principio”, avisa entusiasmada
¿Qué imágenes se nos vienen a la cabeza cuando oímos la palabra Tahití? En general, una remota y paradisíaca isla tropical de un color verde exuberante. Sin embargo, este territorio situado en medio del Pacífico es mucho más que un destino soñado por los turistas.
En Tahití precisamente fue donde recaló Stephanie Spielmann en 2014, con el objetivo de impulsar el fútbol femenino desde el cargo de entrenadora de la selección tahitiana femenina. Antes de acometer semejante empresa, nuestra protagonista participó en el Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA, una de las herramientas que le han resultado de gran utilidad en su camino.
“Fue una experiencia increíble. Me asignaron al mentor ideal [nota del editor: Ives Serneels, técnico de la selección belga femenina], que me enseñó muchas cosas”, reveló a FIFA.com Spielmann, que destaca un consejo en particular: “Me dijo: ‘Stephanie, no puedes hacerlo todo sola. Necesitas tener gente que te ayude a tu lado. No puedes ser médica, conductora de autobús, etc., además de entrenadora. Eso te ayudará mucho porque podrás centrarte en el juego’. Su recomendación fue que me rodease de un equipo de gente en la que pueda confiar”.
La entrenadora francesa no tardó en poner en práctica el mencionado consejo. Antes del inicio del programa eran solo dos las personas que se encontraban a cargo de las secciones femeninas, mientras que, actualmente, la cifra ha aumentado hasta un total de diez. Así, por ejemplo, los técnicos auxiliares de los combinados nacionales sub-17 y sub-19 han pasado a ocupar el cargo de primeros entrenadores.
“Ahora solo dirijo a la selección absoluta, así que está perfecto así. Entrenar a tres combinados era demasiado trabajo para mí. Ahora nos organizamos de esta manera y todos trabajamos de la mano. A veces también me paso por los entrenamientos de la sub-17, de forma que puedo echar un vistazo y dar algunos consejos al entrenador. Todo el mundo está contento con este sistema. Las chicas también lo tienen claro, y si quiero que alguna jugadora sub-19 entrene con la absoluta, ellas saben a qué atenerse. Trabajamos todos con las mismas ideas y reglas”, explica Spielmann.
“Disponemos de dos fisioterapeutas que conocen a todas las chicas, lo cual también es algo nuevo para nosotros. Hace dos años no había fisioterapeutas, de forma que cada vez que una chica se lesionaba nos tocaba esperar, porque aquí no teníamos a nadie”, añade.
Cabe recordar que la selección sub-17 se creó hace tres años, mientras que la sub-19 existe desde hace solo un año. Fue así como Tahití dio el primer paso de su actual estrategia en materia de fútbol femenino.
“En 2018, Tahití participó en la Copa de Naciones Femenina de la OFC [que hacía las veces de competición preliminar para la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019]. A Oceanía solo le corresponde una plaza para la cita mundialista, y yo sabía que ese billete iba a ser para Nueva Zelanda, porque la diferencia de nivel con el resto de equipos es considerable. Así que pensamos: ‘Como está claro que no vamos a clasificarnos para el Mundial, ¿qué podemos hacer en esta Copa de Naciones?", se pregunta a sí misma.
"Decidimos llevar a las mejores jugadoras jóvenes para que adquiriesen experiencia, y lo mismo hicimos un año después con ocasión de los Juegos del Pacífico. De este modo, algunas de las integrantes de la selección sub-19 cuentan ya con experiencia internacional. En esta última competición ganamos la medalla de bronce, y creo que ese éxito se debió a dichas decisiones”, explica Spielmann en alusión a una parte de la estrategia puesta en marcha.
“Nos tocó empezar de cero para impulsar el fútbol femenino aquí en Tahití. Teníamos claro que queríamos trabajar con las chicas jóvenes, porque en este país hay talento. Además, disponemos de tiempo. No cabe duda de que es demasiado pronto para pensar en el Mundial. Hay que hacer las cosas con calma", admite.
"También hemos decidido que cada vez que salga una chica realmente buena la enviaremos a Francia para que juegue en la liga de allí. Empezamos a hacer eso en 2017, y actualmente ya son ocho las chicas que juegan en tierras galas. Me siento muy orgullosa de ello, porque significa que estamos haciendo un buen trabajo aquí en Tahití”, revela.
Con todo, estamos solo ante el principio del proyecto. El segundo paso incluirá la creación de más equipos de categorías inferiores, ya que una buena base y el trabajo con la cantera son importantes para poder contar con una selección absoluta de garantías. No se trata de una empresa fácil, dado que este paraíso del Pacífico Sur comprende nada menos que las 118 islas que forman la Polinesia Francesa.
“Viajar a todas las islas y explicar cómo crear un campeonato y un equipo se presentaba como una tarea complicada, pero, gracias al apoyo económico de la FIFA, ahora tengo la posibilidad de visitar todas esas islas”, explica la que fuera jugadora del FC Vendenheim francés.
“Impartí una charla para explicar lo que es la Clasificación Mundial de la FIFA y las razones por las que jugar contra otras selecciones tiene tanta importancia para nosotros. La selección absoluta solo ha disputado dos amistosos internacionales en los últimos diez años, que tuvieron lugar en Tahití y con Islas Cook como rival. Expliqué lo importante que ese tipo de partidos son para nuestro desarrollo", argumenta.
"Si queremos que la OFC tenga algún día derecho a una segunda plaza mundialista hace falta que mejore el nivel de todos los equipos de la confederación, y esto no ocurrirá si nuestras selecciones no juegan encuentros internacionales con cierta regularidad. El próximo Mundial se celebrará en Australia y Nueva Zelanda. ¿Qué significa esto para los demás equipos de Oceanía? En el fútbol femenino todo va muy rápido, así que si nos quedamos de brazos cruzados es muy probable que perdamos el tren. Tenemos la oportunidad de hacer algo grande. Estamos realizando un gran trabajo, pero no podemos desperdiciar las oportunidades”, asegura.
Las palabras de Spielmann no han caído en saco roto. Si todo marcha según lo previsto, Tahití jugará amistosos internacionales en febrero de 2021, así que la cabeza de la simpática seleccionadora ya barrunta una nueva e ilusionante idea: organizar en Oakland un torneo internacional que incluiría un taller formativo. “Siempre tengo muchas ideas”, concluye Spielmann entre risas.
A la vista de la firme determinación de su seleccionadora, el futuro de Tahití se presenta de lo más interesante.