Ruanda quiere desplegar todo su potencial
Ruanda ha sido el centro de atención del fútbol africano en las últimas semanas al albergar el Campeonato Africano de Naciones (CHAN), que concluyó el domingo 7 de febrero y en el que la selección vecina de la RD del Congo se proclamó campeona.
El torneo, disputado en territorio ruandés, volvió a evidenciar la abundancia de talento que atesora el continente, y constituyó el marco ideal para el festival 'Unleash African Football', un evento que unió a aficionados y jugadores con la idea común de que el deporte rey contribuye al desarrollo social a todos los niveles.
La cita, dirigida por la organización benéfica streetfootballworld en colaboración con la CAF y el grupo local Association des Jeunes Sportifs de Kigali (Espérance), congregó a leyendas del fútbol africano de la talla del camerunés Roger Milla y la antigua estrella zambiana Kalusha Bwalya, que compartieron cancha con los aficionados locales en un acto de gran alcance. Los astros del balompié y los amantes del fútbol de esta comunidad acudieron al centro Football for Hope de Kimisagara, en la localidad de Kigali y sede del Espérance, para disfrutar de esta jornada festiva el día 6 de febrero, víspera de la final del CHAN.
"Fue un evento importante para mí y para toda mi organización", explicó Gilbert Ndayambaje, representante legal adjunto del Espérance. "El fútbol tiene la capacidad de unir a personas de distintas procedencias y estratos sociales. El festival nos dio la oportunidad de demostrar todo lo que podemos hacer como organización, que es valernos del fútbol en pos del cambio social".
Kimisagara es uno de los '20 centros para 2010' de la FIFA construidos como parte del legado de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010™, y brindó un nuevo hogar al grupo que ha estado luchando durante las dos últimas décadas contra los problemas de la división étnica en el país tras el genocidio de 1994. Después de abrir sus puertas en el año 2012, el centro ayuda actualmente a 10.000 niños al año, proporcionándoles servicios sociales e instalaciones para la práctica del fútbol.
Música y baile Al festival, en el que no faltaron la música y los bailes, acudieron también dos jugadores profesionales ruandeses, además de los astros ya mencionados. Todos ellos participaron en un partido de fútbol innovador llamado football3, cuyos objetivos son fomentar el juego limpio, el trabajo en equipo y el respeto. Los equipos, mixtos en su composición, deciden las normas antes de jugar y, tras el pitido final, reflexionan sobre el encuentro. Tanto los goles como el juego limpio les sirven para sumar puntos.
Emmanuel Kayumba, voluntario en el evento así como futbolista de la segunda división ruandesa, reconoció que al principio se mostró escéptico ante este nuevo concepto, pero que de un tiempo a esta parte se ha convertido en uno de sus mayores partidarios tras comprobar su enorme potencial para la integración. "La primera vez que el Espérance nos lo enseñó no le hicimos mucho caso, pero después de instruirnos en el football3 nos dimos cuenta de que ofrecía la posibilidad de jugar con chicas y que esto les daba también a ellas la oportunidad de competir", admitió, al tiempo que mostró su asombro por la presencia de Milla y Bwalya. "Para mí es importante saber que las chicas gozan de las mismas oportunidades que los chicos en Ruanda y en la sociedad en general".
El público, compuesto por jóvenes talentos, mandatarios, vecinos y niños, comprobó cómo el fútbol puede emplearse como vehículo para tratar asuntos importantes tales como la discriminación, la igualdad de género y el VIH/SIDA. Asimismo, unos talleres preparados al respecto destacaron el papel que puede desempeñar el deporte rey a la hora de abordar algunos problemas sociales en la región.