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martes 03 enero 2017, 11:08

Qué ver y qué hacer en Rostov del Don

Rostov del Don también es conocida por sus vecinos como la capital meridional de Rusia, la capital del Don, la puerta al Cáucaso y muchos otros títulos distinguidos que enfatizan el esplendor de la ciudad, que cuenta con más de un millón de habitantes. Si vas por allí, te apuntamos algunos lugares imperdibles que debes visitar.

El terraplén de Rostov del Don El terraplén del río Don, de casi dos kilómetros de longitud y que transcurre a lo largo de la calle Beregovaya, es muy popular entre los vecinos. Es el paseo más animado de la ciudad. Uno puede sentarse a tomarse un aperitivo en la sombra (junio suele ser un mes extremadamente cálido en Rostov del Don), hacer un crucero por el río Don o pasear en bici y disfrutar del arte y los monumentos locales. El terraplén se ha modernizado mucho en los últimos años, y en la actualidad dispone de más zonas verdes, así como puntos para cargar el móvil y zonas Wi-Fi.

Catedral de la Natividad de la Virgen Santa La catedral, símbolo de la ciudad y una de las obras de arquitectura más reconocibles de Rostov del Don, está situada en la Plaza de la catedral, a escasos 400 metros del terraplén. Desde la fundación de la ciudad en el año 1749, siempre ha habido una iglesia en este lugar. La primera se desmontó, la segunda se quemó y la tercera se quedó pequeña para una ciudad en constante expansión. La catedral actual se levantó en 1860. En la década de 1930, y bajo el mando soviético, sufrió un gran deterioro. La catedral, reabierta por iniciativa ciudadana en 1942 —época muy complicada para una ciudad ocupada por los alemanes—, fue restaurada íntegramente tras la guerra. La restauración del campanario se completó en 1999, coincidiendo con el 250º aniversario de la fundación de la ciudad.

Teatros singulares La peatonal Soborny Pereulok va desde la catedral hasta Bolshaya Sadovaya, la calle seguramente más bella de la ciudad. Solamente Pushkinskaya, una calle increíblemente verde y parcialmente peatonal que se encuentra unas manzanas más al norte, podría disputarle este prestigioso título. La calle Bolshaya Sadovaya cruza la ciudad de oeste a este y alberga la mayor parte de lugares y monumentos emblemáticos de Rostov del Don.

Un paseo de tres kilómetros llevará al visitante hasta la Plaza del teatro y el Teatro Académico de Arte Dramático. Aquí es donde se ubicará la zona Fan Fest durante la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. Los más observadores se darán cuenta de que el edificio del teatro tiene forma de tractor, y no es ninguna casualidad: Rostov del Don es el hogar de Rostselmash, la mayor planta de vehículos agrícolas del país. El teatro, construido en 1935, es una obra destacada de arquitectura del constructivismo. Enfrente del mismo, los visitantes encontrarán una gran variedad de fuentes y la columna de los Libertadores de Rostov, de 72 metros de altura.

Curiosamente, Rostselmash es sinónimo de fútbol en Rusia, ya que el club de fútbol más laureado y popular de la ciudad llevó este nombre durante 45 años, antes de rebautizarse como Rostov en 2003. El Rostov FC jugará sus partidos en el nuevo estadio, con capacidad para 45.000 espectadores y construido para Rusia 2018, una vez finalice el torneo.

Sin duda, los teatros con formas poco habituales son el sello distintivo de Rostov del Don. El Palacio de la Música, situado enfrente de la plaza Pokrovsky (a medio camino entre la plaza de la catedral y la del teatro), recrea un gran piano. El Bogatyanovsky Spusk permite bajar en pocos minutos desde el Palacio de la Música hasta el terraplén.

En la otra orilla La mayor parte de la ciudad se yergue en la orilla derecha del Don, mientras que la ribera izquierda está bastante menos desarrollada. Hasta hace poco, esta parte era un área recreativa con playas, cafeterías, restaurantes, barbacoas, bares de copas y otras infraestructuras dedicadas al ocio, así como polígonos industriales. Sin embargo, el ayuntamiento local confía en que la construcción de un nuevo recinto futbolístico en este margen del río le dé un nuevo aire a la zona y fomente su desarrollo. Quienes acudan a Rusia 2018 verán una orilla izquierda, más conocida como “Levberdon” en el idioma local, completamente nueva.

Reserva arqueológica de Tanais Rostov es una ciudad relativamente joven, todavía no ha cumplido su 300º aniversario, pero los aficionados a la historia solamente tendrán que viajar 15 kilómetros en dirección a Taganrog para visitar los restos de la colonia Tanais, fundada por los griegos en el siglo III antes de Cristo. Tanais era el puesto fronterizo más septentrional de la Antigua Grecia, concretamente del Reino del Bósforo, y sobrevivió a las invasiones de los godos y de los hunos, pero, finalmente, cayó en el asalto del Kaganato Túrquico en el siglo VI.

En la actualidad, el antiguo emplazamiento de Tanais —el nombre que los griegos dieron al río Don— es una reserva arqueológica de importancia internacional. Gracias a las excavaciones ya se han recuperado más de 200.000 piezas distintas y se han descubierto restos de algunas fortificaciones. Los visitantes podrán contemplar las reconstrucciones de las viviendas antiguas y una amplia colección de cerámicas.

Una escapada a Azov Si aún te sobra tiempo, toma la autopista en dirección a Azov. Esta pequeña localidad, de 80.000 habitantes y situada a 40 kilómetros de distancia, es mucho más antigua que Rostov. Data de los pueblos escitas que habitaron la costa del mar de Azov hace más de mil años. Más tarde, la ciudad se convirtió en puesto fronterizo de los turcos y fue cambiando de manos sucesivamente, hasta que a mediados del siglo XVIII pasó a ser territorio ruso. Los visitantes podrán ver los restos del castillo de Azov.

En el camino a Azov, si todavía tienes tiempo, detente para sacar unas fotos en el Tachanka-Rostovchanka, en la autopista Vostochnoye, a cuatro kilómetros del Don. Este monumento está dedicado al Primer Ejército de Caballería de los tiempos de la Guerra Civil Rusa.