Algunos habitantes del planeta fútbol consideran que ganar es lo máximo; el único fin de jugar a este deporte. Para otros, no obstante, hay valores que se han de enarbolar aún más alto que los que deparan la victoria. En abril de 2019, Marcelo Bielsa y todo el equipo del Leeds United estaban pugnando por el ascenso directo a la Premier League inglesa, una tierra prometida a la que el equipo llevaba aspirando desde su descenso de la división de honor en 2004.

Se enfrentaba al Aston Villa, y se puso con 1-0 arriba. Sin embargo, el gol de Mateusz Klich se marcó mientras un jugador del equipo contrario yacía lesionado sobre el césped. Y Bielsa ordenó a su equipo que permitiese empatar al conjunto visitante.

El encuentro acabó con 1-1, lo que acabó permitiendo a su rival por el ascenso, el Sheffield United, asegurarse su plaza directa en la Premier League, en detrimento del Leeds. Al concluir la temporada, el Leeds permaneció en la segunda división tras no lograr obtener el ascenso tampoco a través de las eliminatorias de promoción. Lo mucho que estaba en juego hizo que la acción de Bielsa y sus jugadores resultase más gratamente sorprendente si cabe, con lo que el técnico argentino y el plantel del Leeds United se llevan el Premio Fair Play de la FIFA 2019 por el encomiable acto de deportividad de su equipo.