“Antes, cuando comparábamos al fútbol brasileño con el europeo, dentro y fuera de la cancha, lo que resaltaba era la falta de formación específica de nuestros entrenadores. Eso llevó a crear la Academia de la CBF y a cursos como éstos”, dice a Carlos Alberto Parreira, invitado de honor al Programa de Desarrollo de Formadores(as) de Entrenadores(as) de FIFA y CBF, que se llevó a cabo en Teresópolis, Río de Janeiro, del 8 al 12 de enero.

“Hoy estamos al mismo nivel, pero siguen por delante porque llevan mucho tiempo haciéndolo, y nosotros recién comenzamos”, agrega Parreira, quien al frente de Brasil fue campeón mundial en EEUU 1994 y cuarto finalista en Alemania 2006. “Es crucial que nuestros entrenadores estén mejor preparados. Estoy seguro que la calidad de su trabajo mejorará en los aspectos técnicos, tácticos, físicos y de planeamiento gracias a este trabajo conjunto de FIFA y CBF”.

El evento tuvo lugar en la sede de la Academia de la CBF en Granja Comary, el complejo donde se entrenan las selecciones brasileñas antes de los grandes torneos, y constó de 24 módulos, entre sesiones teóricas, prácticas y reflexivas. Sin embargo, fue el producto de una colaboración de seis meses entre la FIFA y la CBF.

El seleccionador de Brasil, Tité, no puedo asistir al evento, pero dejó sus impresiones. “Cada iniciativa que logra información interpretada que conduce al conocimiento, siempre será de alto nivel. La iniciativa de la FIFA de proporcionar esta calificación para instructores y educadores de licencia C se ha vuelto fundamental para que todos mejoren. Cuanto más abiertos estemos a esta integración entre el conocimiento teórico y el práctico, más elevaremos nuestro nivel y nos acercaremos a la excelencia”.

Mauricio Marques, Coordinador de Cursos Técnicos de Licencias de la CBF, Experto Técnico de la FIFA e Instructor FIFA durante el curso, explica cómo funciona esa sociedad. “FIFA trae una cierta metodología, un camino paso a paso, y cada uno de esos pasos está orientado a proporcionar las herramientas necesarias para que los instructores se desempeñen de la manera más efectiva posible”, dice Marques.

“La CBF participa en este proyecto piloto ayudando a ajustar y a hacer que el programa sea más eficiente, respetando al mismo tiempo la idiosincrasia de cada asociación miembro, y mejorando el programa para que la próxima asociación miembro que participe pueda beneficiarse de esa metodología”, agrega.

Branimir Ujevic, Jefe del Departamento de Desarrollo de Entrenadores de la FIFA, da más detalles del programa, al que alinea en la Visión de FIFA 2020-2023.  

“Para de hacer que el fútbol sea verdaderamente global, queremos ayudar a las asociaciones miembro a desarrollar a los formadores de sus entrenadores a través de un camino formativo, un concepto que hemos venido trabajado en los últimos dos años”, explica. 

¿De qué se trata? “Es un enfoque educativo mixto muy completo, desarrollado por expertos técnicos de la FIFA en todo el mundo y de todas las confederaciones. En un primer paso, cada participante puede acceder, por las suyas, al contenido a través de una plataforma de e-learning de la FIFA”, cuenta Ujevic. 

“Luego viene el curso en línea, donde se discuten los contenidos teóricos. Ambos pasos son prerrequisitos para el curso presencial, como el que hemos desarrollado aquí en Brasil. Es el más importante, porque pasamos de la virtualidad a la realidad. El último paso es un proceso de mentoría personalizado, que vendrá más adelante”. 

Ujevic recalca que el programa de la FIFA apunta a la base de la pirámide de la capacitación de entrenadores, aquellos que trabajan mayoritariamente con niños y niñas de entre seis y 12 años. Marques, por su parte, destaca el efecto multiplicador que ese objetivo puede tener en un país tan grande como Brasil.

“En el curso participaron 21 instructores de Licencia C de la CBF, todos ellos muy preparados educativamente hablando. Si cada uno coordina 10 cursos, y a cada curso asisten unos 40 entrenadores, estamos hablando de capacitar a más de 8000. Si ellos llegan a 50 jóvenes cada uno, estaríamos alcanzando a miles de niños y niñas con entrenamiento de calidad”.

¿Qué se espera en su rol de educadores? “Al corto plazo, aplicarán los métodos de enseñanza que se replantearon. Los entrenadores que reciban ese conocimiento deberán atravesar un proceso de asimilación, y ese puede ser el objetivo a mediano plazo. Pero para que este filtro llegue a los y las atletas, debemos mirar a largo plazo”. 

Marques profundiza. “Aquí plantamos las semillas que queremos cosechar mañana, y esa es la base de la educación. En el futuro tendremos resultados no solo pensando en el talento, con respecto a los niños que podrán convertirse en profesionales, sino, y más importante, desde el potencial socioeducativo de la mayoría de esos niños que no llegarán a serlo. Esto impactará en la sociedad brasileña en su conjunto”.

La presencia de Parreira para contar sus experiencias y responder preguntas de los participantes engalanó al curso, donde destacó la presencia de un ‘estudiante’ muy significativo para el fútbol brasileño: Osvaldo Torres, de 62 años, fundador de la Academia de la CBF allá por 2009 y su actual Coordinador Académico. 

“Pedí estar porque quería comprender mejor cómo los participantes se desarrollan como personas, y también ver a los instructores en acción, sus comportamientos y sus observaciones. Siempre buscando la excelencia en la enseñanza, claro”, cuenta Torres, quién presentó el tema del futsal como herramienta de desarrollo, algo característico de la cultura futbolística brasileña. 

Una de las dos mujeres que participó es Ana Lorena, de 32 años, doctorada en Ciencias Deportivas y Coordinadora de Desarrollo de Fútbol Femenino de la Federación Paulista de Fútbol. “El curso me hizo reflexionar sobre mis propias acciones, mi vida cotidiana como docente y como instructor/mentor para otras personas que trabajan conmigo. Aprendí cómo puedo compartir mis conocimientos con ellos de diferentes maneras, no solo en un curso. Fue muy enriquecedor”.

Carlos Thiengo, de 41 años, es entrenador licencia C, pero como instructor de la Academia de la CBF puede dar cursos a entrenadores de todas las licencias, incluyendo Pro. “No solo esta semana, con todos aquí presentes, sino desde el inicio de la capacitación, a distancia, ha sido una práctica reflexiva, que he ido aplicando a mi propio trabajo como instructor de entrenadores y docentes. Esto es ahora parte de mi trabajo, y ha sido transformador”. 

Ujevic recalca que, al momento, este programa de la FIFA cuenta con la colaboración de cinco Asociaciones Miembro de cuatro Confederaciones diferentes. “Estuvimos en Estados Unidos, ahora en Brasil y lo que viene es Senegal, Arabia Saudí y Australia, tres países distintos, con idiomas y culturas distintas, donde falta el curso presencial. Queremos testear el camino diseñado”.

Para John Peacock, instructor FIFA durante el curso en Teresópolis, “esta es una iniciativa fantástica de FIFA. En el pasado, se trataba en gran medida de cursos específicos, pero ahora hay un camino real, una identidad clara sobre el trabajo en línea, el trabajo en módulos, el aprendizaje electrónico y el contacto personal con los entrenadores, para luego en el futuro asesorar a algunos entrenadores adicionales”.

“Creo que la responsabilidad de la FIFA es desarrollar todo el juego en todo el mundo”, agrega Peacock, “y no hay mejor objetivo que los formadores de entrenadores, la educación del trabajo en cada federación y en cada confederación. Es ligeramente diferente en cada lugar, y es necesario ser adaptables y flexibles. El objetivo, al final, es mejorar la educación para formar mejores jugadores y entrenadores en el futuro”.