Es la jugadora de mayor edad que se estrena con EEUU
Casi integra el plantel que fue campeón en Francia
Salió de su zona de confort y ayudó a reconstruir el Sky Blue
¿Qué lleva a alguien a cambiar un equipo campeón por uno de los peor clasificados de la liga? Para McCall Zerboni, la respuesta estuvo clara desde el principio.
“Es lo que quería hacer. Una vida aburrida no interesa, ni tampoco una vida satisfecha y cómoda. Quería volver a sentirme incómoda, espoleada e impulsada para enfrentarme a un reto y progresar, yo misma y con un grupo nuevo”.
Después de ganar dos campeonatos de la National Women's Soccer League (NWSL) con el North Carolina Courage, Zerboni decidió fichar por el Sky Blue FC, un equipo que no había conseguido la clasificación para las eliminatorias de la NWSL desde 2013, para ser una figura fundamental del cambio de cultura que iba a experimentar el club.
Y ahora, a los pocos meses de su llegada, ya han hecho historia alcanzando las semifinales de la recién concluida Copa Challenge de la NWSL, la primera competición de liga deportiva por equipos celebrada en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia de COVID-19, lo que pone de manifiesto la gran influencia que está teniendo Zerboni.
Jugar en un entorno “de burbuja”, con estrictos —aunque necesarios— protocolos sanitarios no resulta nada fácil desde una perspectiva psicológica, ni tampoco física.
“El tiempo que se tarda en triunfar en cualquier cosa transcurre a puerta cerrada, nadie puede verlo”, explica Zerboni a FIFA.com.
“Nadie sabrá nunca lo que suponía estar en esa burbuja. Fue algo duro, limitador. Nos quitó casi todas nuestras libertades habituales como adultas, de la vida normal. En muchas cosas no podíamos decidir nada en absoluto. Lo único que decidíamos era con quién hablábamos por teléfono cada día o lo que pedíamos en la camioneta del café. Pasamos mucho tiempo viendo todos los días a la misma gente”.
Promover un cambio de cultura
Durante toda la Copa Challenge de la NWSL, las jugadoras solo pudieron salir del hotel para ir al aparcamiento, subir a las furgonetas e ir a las canchas de entrenamiento o a los estadios. Al menos estaban en Utah, rodeadas de un lindo paisaje montañoso.
Vimos muchas veces a Zerboni en la televisión o en fotografías en el centro del equipo con todas las jugadoras apiñadas, hablando con sus compañeras, para animarlas momentos antes de entrar en el terreno de juego. Es una motivadora nata, pero en medio de una pandemia mundial ¿resultó más difícil infundir ánimos?
“Mucho. Ya estaba atravesando muchos cambios en mi carrera y en mi vida. El Sky Blue es un equipo nuevo, me había mudado, todo era nuevo, novísimo. Tuve que asentarme muy rápido, enseguida, para poder tener la solidez que requieren esas cualidades de liderazgo que yo aporto normalmente. No me valía ninguna excusa. Tenía que abrirme camino como fuese para conseguir aportar al club mis cualidades”.
“Éramos el equipo que más dificultades afrontaba este año, al ser de la zona de Nueva York-Nueva Jersey, con tantas restricciones y temores. Ninguna habíamos estado antes en una situación así. Que hayamos conseguido esto a pesar de todos los obstáculos que teníamos es algo asombroso, de verdad. Y eso a mí me hace contemplar la próxima temporada con entusiasmo”.
“Nos vimos las unas a las otras bajo un prisma muy vulnerable, sensible, emotivo, abierto y puro, eso ayudó a que la química funcionase y a que peleásemos las unas por las otras”.
¿Y qué implica tener una mentalidad de campeonato? “Capear la tormenta. Bailar juntas bajo la lluvia, es la mejor explicación que tengo para un equipo que ha tenido éxito, un equipo de campeonato”.
Y no cabe duda de que el Sky Blue capeó una tormenta en las semifinales de la Copa Challenge, contra el Chicago Red Stars. A media hora del final, iba perdiendo 3-0, pero terminó el encuentro con un 3-2 en contra.
Aunque fuese igualmente una derrota, ese resultado es indicativo del rumbo que ha adoptado el equipo. “Yo llevo fatal perder. Aún no lo he superado (risas). No, en serio, ninguna jugadora se sintió avergonzada. No nos importó. Creemos en lo que estamos haciendo”.
Mentalidad de servicio
“Perseverancia” y “determinación” son términos muy apropiados para describir a Zerboni. Tiene un don para motivar, procedente de formar parte de culturas de equipo que han tenido éxito, aunque tampoco podemos llevarnos a engaños: es mucho más que una motivadora. Posee una gran inteligencia futbolística y una comprensión táctica que podrían llevarla a ser entrenadora en el futuro.
“No creo que los hinchas me consideren una futbolista brillante. Creo que piensan que soy obstinada, aunque en realidad pienso mucho las cosas. Estoy siempre dándole vueltas a la cabeza, dentro y fuera de la cancha, analizando y pensándolo todo constantemente”.
Su posición natural es la de volante, y admite que actuó fuera de su demarcación, como número 10, durante la Copa Challenge, algo que le generó frustración, aunque el equipo lo necesitaba. “Me gusta llevar el timón, organizar, arreglar las cosas”, confiesa.
“Estoy convencida de que no disfrutaría con el fútbol juvenil. Soy una profesional demasiado intensa para eso (risas). Me encantaría seguir haciendo aportaciones al fútbol femenino, a lo mejor ser asistente o trabajar con algún entrenador o entrenadora a quien respete en la liga”.
“Mi juventud fue caótica, tuve una vida familiar dura, y me marcó la perseverancia, aprender a ser una luchadora y saber que nadie te va a regalar nada, eso seguro. También considero que mi cometido y mi trabajo consisten en salir al campo y pelear por las compañeras, no me da miedo entrar a por el balón, porque eso es lo que necesita el equipo", afirma.
"Tengo esa mentalidad de servicio. Soy una competidora, nunca me asusto. El miedo limita tus capacidades dentro de la cancha. A mí me encanta contribuir para la gente, me encanta ver que la gente triunfa”, agrega.
Y el origen de esa confianza son una preparación diligente y las decisiones que toma. “Cuando llega el día del partido, pienso: ‘He hecho todo lo que estaba en mi mano. Ahora vamos allá, a por todas. Quiero salir a la cancha y darlo todo”.
Este artículo forma parte de nuestra serie “Las mujeres en el fútbol”, en la que ofrecemos una perspectiva diferente entre bastidores de algunas de las protagonistas del fútbol femenino. La semana que viene nos centraremos en la centrocampista internacional pakistaní Abiha Haider.