Dados los elevados objetivos que se fija la selección femenina de Estados Unidos, 2016 no pasará a la historia como un gran año. Jill Ellis y su combinado nacional consideran prácticamente un fracaso no haber alcanzado por primera vez el podio del Torneo Olímpico de Fútbol Femenino.

El año, sin embargo, empezó a lo grande, con victorias en la fase de clasificación de la CONCACAF para los Juegos Olímpicos y en la edición inaugural de la Copa SheBelieves, un torneo en el que participan por invitación grandes selecciones, como Inglaterra, Francia y Alemania.

A estos triunfos siguió la decepción en Brasil, donde Ellis y las suyas quedaron eliminadas de los Juegos, la competición más importante del calendario del fútbol femenino en 2016, al cabo de la tanda de penales que sentenció el partido de cuartos de final contra Suecia.

Desde aquella derrota en Brasilia, Estados Unidos ha respondido satisfactoriamente con seis victorias consecutivas en amistosos internacionales: un 3-1 sobre una selección de los Países Bajos que mejora a ojos vista, y una serie de cómodos triunfos contra Tailandia, Rumanía y Suiza.

Ellis modificó la composición de su combinado para esos partidos, y ha empezado a introducir una serie de jóvenes talentos en la campaña de clasificación para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019™. No obstante, como experta entrenadora, Ellis es muy consciente de la importancia que, para el éxito de la selección nacional, tiene la veteranía en todas las demarcaciones.

“En estos momentos nos encontramos en una fase de transición, en la cual la entrenadora terminará de montar su equipo”, ha declarado Carli Lloyd, segunda capitana de Estados Unidos y campeona del Mundial Femenino, en una entrevista concedida en exclusiva a FIFA.com.

“En 2014, sustituyó en el cargo a Tom , pero no se puso a despedir gente ni a cambiarlo todo de un plumazo. Hizo un gran trabajo. Cuando llegó 2016, con los Juegos Olímpicos tan cerca, tampoco era cuestión de marear al personal. Necesitaba que todo el mundo tuviera una gran confianza y se sintiera bien. Ahora creo que nos encontramos en un punto, a falta de tres años para el próximo Mundial, en el que empieza un nuevo ciclo, en el que la seleccionadora puede armar su propio equipo”.

Un objetivo claro A juzgar por las selecciones que ha presentado Ellis en los amistosos recientes, está claro que a la entrenadora no le tiembla el pulso a la hora de dar una oportunidad a las nuevas generaciones de jugadoras: Emily Sonnett (23), Samantha Mewis (24), Andi Sullivan (20), Lynn Williams (23), Casey Short (26) y Kealia Ohai (24) han debutado con la absoluta o han disfrutado de muchos más minutos de juego.

“Yo sigo formando parte del combinado, pero ya tengo una edad y puede que la gente se pregunte: ‘¿Por qué sigue jugando?’”, comenta Lloyd. “Pero mi obligación sigue siendo rendir al máximo. Me pareció maravilloso que la entrenadora nos escribiera una carta en la que decía que iba a enviar emails a todas, o que hablaría con nosotras, después de los Juegos.

En aquella carta, básicamente, nos hacía saber que no le importan cuántos goles hayamos marcado, cuántos Mundiales ni cuántos Juegos Olímpicos hayamos disputado, cuánta fama tengamos ni cuántos pases de gol hayamos efectuado; sino que, en realidad, lo único que ella tiene en cuenta es nuestro rendimiento”.

“Van a jugar las mejores futbolistas. Me parece magnífico, porque creo que este es el empujón que el equipo necesita. No le dio miedo decirlo. No le da miedo incluir en el equipo a las mejores jugadoras, aunque no tengan experiencia. Para mí, aquella carta supuso un momento determinante de este nuevo ciclo. Me sentí muy bien al leerla. Es una gran líder y seguirá haciendo grandes cosas”.

Estados Unidos acapara los titulares y los resúmenes de prensa durante las grandes competiciones internacionales, pero ¿cómo es Jill Ellis, nominada al Premio The Best al entrenador de la FIFA 2016 de fútbol femenino, en persona, lejos de los focos, en el campo de entrenamiento?

“Jill es fantástica. La conozco desde mi época en la selección sub-21”, manifiesta Lloyd. “Es una gran persona y sabe mucho de fútbol. Está continuamente buscando estilos diferentes. No se ha quedado anclada en una formación específica ni en un estilo en concreto. Evoluciona sin cesar, no sólo ella misma, sino también su forma de enfocar el juego para que nos ayude a progresar como equipo”.

“Creo que eso es lo más impresiona de ella: que no para de aprender. Ha mejorado este equipo desde que llegó. Es muy buena dirigiendo a las jugadoras. En eso hace también un trabajo fantástico. Es una gran persona, muy divertida, le gustan las bromas, le gusta reír y tiene un gran sentido del humor. Es maravilloso jugar para ella”.