martes 02 febrero 2016, 12:50

El dulce presente de Modric

¿Quién no iría a trabajar con una sonrisa? Comparte horario laboral con quien considera el mejor del mundo en su profesión. Su jefe es su ídolo. Y sus compañeros lo han premiado como el mejor en su puesto. Luka Modric está atravesando un momento muy dulce y lo transmite en cada movimiento.

“Estoy muy feliz”, corroboraba en su charla con FIFA.com, antes de subir al escenario Kongresshaus de Zúrich el 11 de enero para recibir su premio como parte del FIFA FIFPro World XI 2015.

Y eso que el año pasado no lo empezó con buen pie, sino tratando de acelerar la recuperación de una de las lesiones que le atormentaron a lo largo del curso. Pero cada vez que pisó el césped, su talento dejó huella. Igual que lo está haciendo en este 2016 recién estrenado. Su entrenador, Zinedine Zidane, le ha entregado la batuta de su nuevo proyecto en el Real Madrid. El dueño de la camiseta 19 no está defraudando.

“Zinedine era un ídolo. Uno de esos jugadores a los que admiraba cuando era niño”, reconoce el polivalente centrocampista. “Creo que todos los chicos lo admiraban, fue uno de los mejores de su generación”.

El croata no desaprovecha este regalo del destino. Ya cuando Zizou era el asistente de Carlo Ancelotti no dejó pasar la ocasión de practicar con el francés los tiros a puerta desde fuera del área. Hoy sigue pidiéndole sugerencias al jefe que sustituyó el 5 de enero a Rafa Benítez en el banquillo: “Cada consejo que pueda darte es un tesoro y te ayudará a mejorar en el campo”, explica. Y tanto ha mejorado que el francés ya ha dicho: "Lo que hace con el exterior de su pie es algo que me impresiona".

Esa sed de aprender, Modric la aplica a todos los niveles. También con sus colegas. Y en ese aspecto se considera un privilegiado por los hombres con los que trabaja cada día. Por ejemplo, Cristiano Ronaldo: “Como compañero es increíble, para mí el mejor jugador del planeta. Compartir vestuario con él es impresionante. Puedes aprender mucho de él: su deseo, lo fuerte que trabaja cada día, su esfuerzo… es impresionante”.

El nuevo orgullo croata Quién le iba a decir que llegaría tan alto cuando, siendo un niño, vio como el conflicto de los Balcanes amenazó con hacer pedazos todos sus sueños. Con 16 años, encontró en el fútbol la oportunidad de recuperar la normalidad y la forma de explotar todo su talento. Creció admirando a aquella generación croata que en Francia 1998 se colgó un asombroso bronce para impresionar al mundo. Hoy en día, él forma parte de una nueva camada que hace soñar con cotas aún más altas.

“Es un halago para este grupo de jugadores que se diga que somos la mejor generación, sobre todo si se tiene en cuenta lo buenas que han sido otras selecciones croatas del pasado. Pero sólo el tiempo dirá si esos elogios son merecidos”, dice el ex jugador de Dinamo de Zagreb y Tottenham Hotspur.

El tiempo y los títulos son los que, finalmente, ponen las cosas en su sitio. De momento, tras dos Copas Mundiales y dos Eurocopas, Modric todavía sigue peleando por dejar esa huella internacional. En unos meses, Francia volverá a poner el escenario para el examen croata. Con un equipo que cuenta, además, con los talentos de Iván Rakitic o Mateo Kovacic, la expectativa es alta.

“En competiciones como la Euro, hay muchos factores que pueden resultar decisivos. También se necesita tener esa dosis de suerte de tu lado. Esperamos que sea el caso. Tenemos todas las condiciones, sin dudas, pero veremos hasta dónde llegamos”, dice cauteloso el jugador de 30 años.

Hay un punto clave en la impulso reciente del combinado nacional y fue el cambio en la dirección técnica. La llegada de Ante Cacic el pasado mes de septiembre en sustitución de Niko Kovac fue un soplo de aire fresco. “Sobre todo, nos trajo paz y confianza. Había mucha negatividad en torno al equipo cuando llegó, pero reaccionamos bien con él y demostramos lo que podemos hacer”, señala. Así que la selección, con rumbo a la tierra prometido de Francia, es otro de los motivos para que no se borre la sonrisa de Modric.