Kaliningrado, sede más occidental de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, albergará cuatro partidos de la fase de grupos durante el torneo. Conocida con el nombre de Königsberg hasta 1946, el antiguo centro administrativo de Prusia Oriental sorprenderá a los hinchas de todo el globo con su rica historia, unas hermosas vistas al mar y sus valiosas reservas de ámbar. FIFA.com descubre lo que nos ofrecerá Kaliningrado durante Rusia 2018.
Una vibrante vida nocturna Para quienes lleguen a Kaliningrado a última hora de la tarde, la mejor forma de visitar rápidamente los principales atractivos de esta urbe del siglo XIII será el bus turístico nocturno. Las luces de Kaliningrado crean una atmósfera inolvidable, que nos permite disfrutar de las mejores zonas de la ciudad a medida que se van mostrando ante nuestros ojos: la plaza de la Victoria, la catedral de Cristo el Salvador, el Museo del Ámbar de Kaliningrado, la Puerta de Rossgarten, la muralla de Litovsky, la Puerta del Rey y la Puerta de Sackheim, la isla de Kant y la catedral de Königsberg. ** **
También podemos optar por recorrer el río Pregolya, para ver la ciudad desde otra perspectiva. Y si lo que buscan los aficionados al fútbol es descanso, Kaliningrado ofrece asimismo numerosas alternativas de ocio.
“Cuando salgo con mi hermana o con mis padres, los parques de atracciones, como el del Lago Superior, son perfectos para divertirse en familia”, explica Vitaly Kalenkovich, hincha del FC Baltika Kaliningrad. “Si lo que quiero es estar con mi novia, nos vamos al Pueblo de Pescadores, un centro etnográfico repleto de restaurantes y cafeterías, para disfrutar de una comida muy sabrosa, grandes vistas y aire fresco sin salir del centro urbano”.
Empaparse de historia La historia de Kaliningrado está estrechamente ligada a Prusia, y podemos empaparnos del pasado de la ciudad mediante un recorrido virtual por las calles de la antigua Königsberg en el Museo de la Puerta de Friedland, cuya exposición holográfica única revela en silencio la historia de Kaliningrado y de la cercana Elblag, en Polonia.
También podemos visitar un refugio antiaéreo histórico y dar una vuelta por la ciudad en el Tranvía Dyuvag, de estilo retro, que data de 1963 y explora la parte antigua de Kaliningrado, que conserva el legado de Königsberg en forma de casas alemanas, calles adoquinadas y árboles centenarios.
El antiguo sistema defensivo de Königsberg también se ha conservado, y es el único monumento de arquitectura militar de este tipo de Rusia. Incluye 15 fortificaciones grandes y pequeñas situadas en los accesos a la ciudad, el cuartel de Kronprinz, dentro de la propia urbe, y diversas murallas.
La ciudad también es el lugar donde nació el famoso filósofo alemán Immanuel Kant, y en pleno Kaliningrado hay una isla bautizada en su honor. La isla de Kant alberga a su vez la catedral de Königsberg, cuyo chapitel se ve desde casi todo el centro urbano. La catedral se construyó en el siglo XIV, y es uno de los edificios más antiguos de la moderna Kaliningrado.
Actualmente está rodeada de un pintoresco parque arbolado, en el que se encuentran la tumba de Kant y un museo dedicado a este gran pensador. La catedral dispone de uno de los mayores órganos del país, y ofrece un recital organístico diario que puede oírse desde el parque.
Pura naturaleza “Yo nací en Bielorrusia, pero cuando empecé a jugar en el Baltika me di cuenta de que esta era mi ciudad, mi forma de vida”, confiesa el guardameta del FC Baltika Mikhail Baranovsky. “Es una región preciosa, con una historia fascinante y una naturaleza maravillosa, a orillas del Báltico. Sitios como el istmo de Curlandia, las dunas de Efa y el lago Vistytis me han marcado. Únicamente entenderán mis emociones quienes hayan visto esta belleza, aunque fuese una sola vez”.** **
Los días en los que no se disputen partidos del Mundial, una excelente alternativa para los hinchas es sumergirse en la naturaleza de Kaliningrado y sus alrededores. El Oblast de Kaliningrado está situado en la costa del Báltico, de una notable belleza, aunque no sea de las más cálidas.
A ochenta kilómetros de la ciudad encontramos el istmo de Curlandia, un lugar único para descansar y relajarse. Esta larga y estrecha lengua de tierra en forma de sable separa la laguna de Curlandia del mar Báltico. Se trata de una obra de arte creada por la propia naturaleza, que mide 98 kilómetros y declarado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco. Ofrece un paisaje increíble, con enormes dunas y una flora y una fauna únicas, características de la tundra.
Quienes prefieran quedarse cerca de la ciudad pueden visitar el Museo Oceánico Mundial de Kaliningrado y sumergirse en todo lo relacionado con el mar. En sus exposiciones figuran cientos de conchas de moluscos y corales, más de 160 maquetas de barcos, miles de imágenes del mar y los océanos y un fantástico acuario con tiburones.
El preciado ámbar El mayor regalo que pueda hacer Kaliningrado al mundo quizás sea su ámbar. El Oblast de Kaliningrado contiene un 90% de las reservas mundiales de esta resina fosilizada, empleada fundamentalmente para hacer adornos y joyas. Un hermoso adorno de la región del ámbar por excelencia será el souvenir perfecto. Y también podemos descubrir cómo se trabaja este mineral en el Museo del Ámbar, ubicado en una torre-fortaleza del siglo XIX en pleno centro de Kaliningrado.** **