La FIFA Legend Mia Hamm, que animará a la selección estadounidense junto a miles de aficionados de todo el mundo en la final del Torneo Olímpico Femenino de París 2024, quiere “hacer del fútbol un deporte más accesible, que conecte con más personas” y ayudar a unir el mundo.

Tras una carrera estelar con 276 internacionalidades, 158 goles y un palmarés repleto de medallas, Hamm es una de las figuras más destacadas de la historia del fútbol femenino. A sus 52 años, la exjugadora espera que se brinden las mismas oportunidades que tuvo ella al principio de su carrera a todas las personas que aspiren a jugar al fútbol.

Ante la pregunta de qué significa para ella el lema de la FIFA “El fútbol une el mundo”, Hamm respondió: “Creo que, de alguna manera, resume de forma sencilla lo que hacemos cada día. El fútbol es igual para todos, con un mismo balón en el terreno de juego. Pero también me recuerda cuánto nos queda por crecer”.

“Hay una cita de Martin Luther King Jr. que dice algo así como que no puedes pedirle a alguien que no tiene nada que se valga por sí mismo. No todo el mundo tiene las mismas oportunidades, y tenemos el deber de velar por que sí las tengan, hacer que el fútbol sea más accesible, que conecte con más personas, y hacerles partícipes. Esto no va solo de conquistar trofeos. Aunque ganar trofeos está muy bien, el fútbol me ha enseñado mi valor como ser humano, que puedo cambiar las cosas, y lo importante que es la educación. Por eso quiero hacer todo lo posible para ayudar a que este deporte siga creciendo”.

Hamm fue una figura clave de una generación de futbolistas estadounidenses que ganó dos ediciones de la Copa Mundial Femenina de la FIFA™, incluido el torneo inaugural de 1991. La exfutbolista reconoce que el apoyo que sintió su selección en el torneo de 1999, en el que se proclamaron campeonas, fue fruto del éxito cosechado por Hamm y sus compañeras al conquistar una histórica medalla de oro en el primer Torneo Olímpico de Fútbol Femenino, disputado en Atlanta tres años antes.

“Aquello cambió nuestras vidas, porque en Estados Unidos seguíamos intentando que la gente se interesase por el Mundial", xplicó Hamm durante un acto celebrado en la sede de la FIFA en París.

"Los Juegos Olímpicos nos dieron a conocer fuera de los círculos más futboleros, y ayudaron muchísimo a impulsar este deporte en Estados Unidos, lo que nos catapultó y permitió que el Mundial femenino de 1999 fuese todo un éxito. La gente nos conocía, sabían quiénes éramos, con nombres y apellidos; tenían ganas de animarnos y apoyar al equipo y el fútbol”.

Una victoria de Brasil en el partido por el oro de este sábado —la primera final de un Torneo Olímpico de Fútbol Femenino que se disputa después que la masculina, que tiene lugar el viernes— podría tener un efecto similar para el país sudamericano, que se ha postulado para ser el primer anfitrión de la región que alberga una Copa Mundial Femenina de la FIFA™ en 2027.

Además, colgarse la medalla de oro en París sería la guinda del palmarés internacional de otra leyenda del fútbol, la brasileña Marta, que anunció que 2024 sería su último año en la selección. La delantera de 38 años formó parte de la Seleçao que perdió el oro ante Estados Unidos en Atenas 2004 —rival que contaba con Hamm en sus filas— y que se tuvo que conformar con la medalla de plata cuatro años más tarde en Pekín, de nuevo ante las estadounidenses.

Hamm, que colgó las botas tras ganar su segundo oro olímpico, siente una profunda admiración por la estrella brasileña, lo que no quita que sea la primera en animar a su selección este sábado en el Parque de los Príncipes.

“Tengo muchas ganas de ver este partido. Creo que Brasil está jugando con mucha confianza, liderada por una referente como Marta, una de las mejores futbolistas que ha dado este deporte. Tenemos mucha suerte de tenerla. Respecto a la selección de Estados Unidos, veo lo mucho que han crecido en este último mes, tanto a nivel individual como colectivo. Creo que no puede haber una final mejor", añadió.

"Son dos equipos que van a jugar con alegría y entusiasmo los 90 o 120 minutos, dure lo que dure el partido. Está claro que yo animaré a Estados Unidos, porque he vestido esa camiseta, pero tengo muchas ganas y creo que tenemos mucha suerte de poder disfrutar una final como esta”.