Krishna y Fiyi, con mariposas en el estómago

"Para nosotros, con este viento, hace más bien frío", afirma Roy Krishna con una sonrisa socarrona en su entrevista exclusiva con FIFA.com. "Allí en Fiyi hace mucho más calor". Tal vez sea la brisa marina que sopla bajo un sol radiante la que le da esa sensación de frío.

Krishna y su selección se han clasificado por primera vez para el Torneo Olímpico de Fútbol Masculino, después de seis intentos fallidos. No es de extrañar que la ilusión se haya disparado en este país insular del Pacífico Sur.

"Para nosotros es un sueño hecho realidad. Normalmente, seguimos los Juegos Olímpicos por televisión y no podemos hacernos una idea de su grandeza", explica. "Sólo lo comprendes una vez estás aquí. Los chicos están muy emocionados y contentos. La noche anterior al vuelo de Fiyi a Brasil, ninguno de nosotros pegamos ojo. Todos teníamos mariposas en el estómago. Nos sentimos muy orgullosos y es un honor estar aquí".

La primera actuación en el torneo de este combinado debutante fue, sin embargo, de todo menos triunfal: República de Corea se impuso con un contundente 0-8. Pese a todo, los oceánicos disfrutaron del ambiente que hubo en el estadio. Y es que desde las gradas del Arena Fonte Nova, en Salvador, se oían gritos constantes de 'Fiyi, Fiyi'.

"Fue muy especial oír cómo los brasileños animaban a nuestro país. Los muchachos disfrutaron de cada segundo del partido, el ambiente fue sencillamente increíble. Venir a esta parte del mundo y ver que algunos brasileños se habían pintado el nombre de Fiyi, es algo que nos llevaremos con nosotros a casa y que contaremos a amigos y familiares".

Dietas y brazalete de capitán Krishna nombra una y otra vez a los muchachos, y subraya la importancia que tiene el equipo para él. Además, sabe que perfectamente el rol tan especial que le toca desempeñar. No en vano, este delantero de 1,70 m de estatura juega en el Wellington Phoenix neozelandés, y es, por tanto, el único futbolista profesional en las filas de Fiyi.

También le corresponde a él transmitir sus experiencias y compartir con sus compañeros los fundamentos básicos del fútbol profesional. "Tengo que enseñarles lo que pueden comer antes de un partido y después del entrenamiento, y hacerles comprender que deben cuidar de su cuerpo y de su preparación. Esos son los tres pilares básicos cuando uno se convierte en profesional", asegura Krishna.

"No es tan sencillo decirles a los muchachos lo que deben y no deben hacer, pero aprenden con rapidez y me respaldan. Les diga lo que les diga, me escuchan con atención. Eso es buena señal", añade con una sonrisa. "Me respetan, por eso adoro mi trabajo".

Un trabajo que implica también portar el brazalete de capitán y dirigir a su equipo en la cancha, labor a la que ha tenido que adaptarse. "Noto cierta presión, pero ya sabía de antemano que debía mejorar y aprender lo que significa ser capitán. Hablé con el entrenador y el capitán de mi club. Me dieron consejos muy valiosos sobre cómo liderar al equipo y mantener alta la moral".

Sin duda, unos consejos que le ayudarán a afinar a los suyos de cara al próximo partido. Allí les espera nada más y nada menos que México, vigente campeón olímpico, y en cuyas filas destaca el goleador Oribe Peralta, autor de los dos tantos en la final de 2012 contra Brasil.

"En el primer partido jugamos muy atrás y permitimos a Corea que viniera a por nosotros. En el próximo, iremos hacia arriba. Tenemos cualidades para practicar un fútbol directo y mantener el control del balón. Es algo que no hicimos en nuestro debut, tuvimos demasiado respeto hacia Corea. Ahora intentaremos jugar más al ataque".