Historia y modernidad en el Ekaterimburgo Arena

“Siempre ha sido un sueño lograr unir la parte histórica y antigua de la ciudad de Ekaterimburgo con las áreas más contemporáneas”. Y ese deseo está cerca de cumplirse. Vladimir Veniaminov no puede ocultar su satisfacción. El arquitecto jefe del Ekaterimburgo Arena recibe a FIFA para contarnos cómo marcha el ambicioso proyecto que dirige.

La ciudad rusa, situada a los pies de los Montes Urales y donde conviven a la perfección los edificios históricos con las muestras más modernas de arte urbano, será la sede más oriental de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, y su remozado estadio, uno de los más espectaculares de la gran cita.

“La decisión de la ciudad de utilizar este estadio en concreto para la Copa Mundial de la FIFA™ es ideal, porque le hará convertirse en el nuevo centro de la parte contemporánea de la ciudad”, asegura el arquitecto.

Construído en 1953, el Ekaterimburgo Arena es uno de los paradigmas del Neoclasicismo soviético gracias a su fachada repleta de columnas y estatuas. A lo largo de su existencia, ha sufrido varias remodelaciones, pero ninguna tan importante como la que se está realizando en estos momentos y que tiene un objetivo fundamental: hacer del estadio uno de los más modernos del mundo, pero sin perder su esencia.

Por eso, al igual que se está haciendo con el mítico estadio Luzhniki de Moscú –sede, entre otros del partido inaugural y la final del Mundial–, el proyecto plantea conservar la fachada histórica del Ekaterimburgo Arena, pero reconstruyendo la cubierta, las gradas –incluídas gradas suplementarias que se retirarán tras el Mundial– y la cancha.

Las obras, que comenzaron en julio de 2015, van a buen ritmo, y cada vez está más cerca el momento en que pasado y presente se unan en este estadio. “Es historia, es transformación, es el futuro”, resume satisfecho Veniaminov.

Mira el vídeo de arriba para conocer más del Ekaterimburgo Arena.