El Real Madrid irá por la undécima (1-0)

El Real Madrid derrotó merecidamente el Manchester City por 1-0 y se clasificó para disputar la final de la Liga de Campeones de la UEFA el próximo 28 de mayo en Milán. Allí irá por su título número 11 contra su clásico rival el Atlético Madrid, en la que será una reedición del duelo decisivo que sostuvieron dos temporadas atrás.

Fernando, en contra de su valla, anotó el único tanto del partido de vuelta por las semifinales, que se jugó el miércoles 4 de mayo en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. La ida había terminado 0-0 en Inglaterra.

"Estoy contento por los jugadores, que hicieron un gran esfuerzo. Hemos sufrido proqueesoes lo que haces en una semifnal. Haber conseguido el pase es lo más importante para nosotros", dijo el técnico madridista Zinedine Zidane tras el triunfo.

"Está claro que sueño con conseguir la undécima, pero hoy es un día para disfrutar. Luego sí, a trabajar otra vez, porque aún no hemos ganada nada. Tanto el Atlético como nosotros merecemos estar ahí. No hay favoritos, esto es 50 y 50", agregó Zizou, quien ya obtuvo la Liga de Campeones con el Real Madrid como jugador (2001/02) y como ayudante de campo de Rafa Benítez (2013/14).

El peso del juego Como era de esperar, el Real Madrid tomó las riendas del juego desde el inicio. Ayudó el buen andar de Isco por izquierda y Carvajal por derecha, quienes una y otra vez lograron profundidad para su equipo.

El local se encontró con un rival preparado para esperar y contragolpear. Una prueba fueron los tres volantes centrales que dispuso Manuel Pellegrini, decisión que igual no le reportó ni más marca ni más tenencia del balón. Para peor, sufrió temprano la baja de Kompany por lesión.

Así las cosas, el Real empezó a rodear el área inglesa. La primera situación fue un centro de Carvajal que Cristiano Ronaldo cabeceó mansamente a las manos de Hart. Sin embargo, otra buena aparición del lateral terminó en un gran pase a Bale, que por derecha y casi sin ángulo remató al arco. El baló pegó en Fernando y terminó en la red (1-0, 20').

Contrariamente a lo que podría imaginarse, el gol apenas si modificó la postura del City. La soledad de De Bruyne en la creación y de Agüero en el ataque lo dejó sin opciones ofensivas concretas, más allá de aquella única oportunidad en los pies de Fernandinho, cuyo remate pego en un poste y salió.

Control y festejo El City no logró fluidez ni cuando el Real dio un paso atrás en el inicio del complemento. Es más, dos veces salvó Hart la segunda caída de su valla, primero en un mano a mano con Modric y luego frente a un cabezazo de Ronaldo, y Bale estrelló otro testarazo en un poste.

Pellegrini quitó un volante central -Touré- para hacer ingresar a un media punta -Sterling-, pero siguió sin encontrar la manera de abastecer a Agüero o Iheanacho, reemplazante de  Navas. Jamás acosó al dueño de casa, y apenas inquietó a los madridistas con un remate de Agüero que cayó en el techo del arco.

Es cierto que, dada la mínima diferencia, el Real Madrid pareció jugar con fuego, ya que un gol del City le hubiera dado el pase. Sin embargo, controló a voluntad los minutos finales y terminó el partido bien lejos de su arco, para luego sí desatar el festejo por haberse clasificado a la final por decimocuarta vez en su historia.

"El equipo no tuvo creatvidad para ganar, pero tampoco la tuvo el Real Madrid. La diferencia fue que ellos tuvieron la suerte de convertir", dijo Pellegrino tras el encuentro. "Ese gol les dio más seguridad, pero mejoramos en el segundo tiempo. Aún así no tuvimos claridad y apenas generamos una situación. En la final no veo favoritos", agregó el ténico chilenod el Manchester City.