El personal de mantenimiento del césped ha dispuesto diez terrenos de juego de altísima calidad para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023™
El escaso tiempo de preparación entre nueve de estos partidos ha supuesto un reto sin precedentes para el personal del Eden Park de Auckland/Tāmaki Makaurau
"Son expertos en su trabajo y se responsabilizan de la calidad de los terrenos de juego"
Con la fase de eliminación directa de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Australia & Nueva Zelanda 2023™ a punto de empezar, hemos presenciado un fútbol espectacular en algunos de los mejores terrenos de juego del planeta, gracias a los conocimientos de los expertos locales junto con décadas de experiencia de la FIFA.
Blair Christensen y su personal de mantenimiento del césped en el Eden Park de Auckland/Tāmaki Makaurau conforman uno de los diez equipos repartidos por Australia y Aotearoa Nueva Zelanda que han proporcionado terrenos de juego de la más alta calidad en las dos últimas semanas.
Sin apartar la mirada del tapete inmaculado del Eden Park, Christensen habla con orgullo de la exigente labor que ha llevado a cabo su equipo a lo largo de los dos últimos años y de la fructífera colaboración con los expertos de la FIFA.
En este sentido, alaba el trabajo de los ocho miembros del personal que, si bien siempre han cuidado al máximo la hierba del Eden Park, han visto cómo "la FIFA ha elevado aún más el listón de la calidad. A todos nos ha gustado subir un peldaño más".
Keith Kent, responsable de mantenimiento del terreno de juego de la FIFA en la sede, califica de "excepcional" el césped del Eden Park. De hecho, solo hizo falta un informe de control por parte de los expertos de la FIFA que proporcionaron las directrices para poner a punto el campo de cara al Mundial femenino.
"Blair es un encargado con mucho talento, muy bien informado y buen conocedor del clima, lo cual es fantástico", señala Kent.
El Eden Park acoge normalmente partidos de rugby y críquet, y Christensen explica que tuvo que disponer una superficie con características distintas para propiciar un fútbol de élite, con especial atención a la firmeza, la manera de rodar el balón y la uniformidad en todo el campo.
"Queríamos que el terreno de juego tuviera consistencia, de portería a portería y de una banda a la otra", apunta Christensen, y añade que su equipo ha utilizado lámparas de calor, herramientas para airear el césped y rociadores de aerosoles para conseguirlo.
El Eden Park ha albergado hasta la fecha seis partidos de la fase de grupos y tiene previsto acoger un encuentro de octavos de final, otro de cuartos y la primera semifinal, que se disputará el 15 de agosto. La frecuencia de los encuentros ha planteado un reto desconocido a Christensen y su equipo, que suelen preparar el césped para unas 35 citas al año entre rugby, críquet, conciertos y algún partido de fútbol muy puntual.
"En invierno tenemos mucho trabajo con los campos rectangulares, y en verano hay críquet y conciertos. Siempre estamos muy ocupados. En algunos meses del año, nos toca cortar el césped y alternar entre conciertos y distintas superficies de juego a toda prisa" — comenta Christensen—.
"El reto consiste en transformar el campo de un acontecimiento a otro en un periodo muy breve de tiempo. Sin embargo, lo bonito de este trabajo con la FIFA es que estamos centrados en el fútbol, lo cual nos está gustando mucho".
"Es un tipo de competición a la que no estamos acostumbrados, y nos exige una gran entrega durante mucho más tiempo. Hay que mantener el césped en condiciones óptimas, pero también a nuestro personal, para que esté a la altura de las exigencias día tras día".
Kent afirma que la FIFA sigue ampliando sus conocimientos conforme avanza la competición, gracias a que interactúa y aprende de expertos de todo el mundo.
"Aprendemos en cada torneo, en cada estadio. Ellos son los expertos en esa superficie en concreto y se entregan al máximo, se responsabilizan de su calidad y disfrutan con su trabajo".