Los hinchas de la selección femenina francesa no están demasiado acostumbrados a asistir a escenas de alborozo como las que siguieron al partido Francia-Estados Unidos de este 7 de marzo de 2017, saldado mediante una asombrosa victoria francesa por 3-0 y un no menos imprevisible trofeo en la SheBelieves Cup. El equipo siempre había figurado en los primeros puestos, aunque sin llegar a adjudicarse nunca un gran torneo, por lo que sus seguidores estaban más bien habituados a ver accidentes desafortunados camino a la gloria.
Sin embargo, quizás cuando menos se contaba con ellas, las jugadoras de Olivier Echouafni se desataron y protagonizaron tres encuentros magníficos en un certamen que enfrentaba a cuatro de las cinco mejores naciones de la Clasificación Mundial Femenina FIFA/Cola-Cola.
“En mi opinión, debemos quedarnos principalmente con dos elementos en cuanto al éxito en este torneo”, analiza en declaraciones a FIFA.com el seleccionador de las Bleues. “Por una parte, está el ‘desempeño’, el haber conseguido a la vez ganar a Inglaterra (2-1), empatar contra Alemania (0-0), campeona olímpica, y vencer a Estados Unidos, triple campeón del mundo, en su casa. Es una base de trabajo excelente", razona.
"Y luego, también está el aspecto de la ‘humildad’... Porque no hemos ganado nada sino confianza. Esto ha sido únicamente un torneo amistoso, que nos servirá de preparación para los próximos compromisos. Me ha permitido ver el estado de ánimo del plantel, cómo se comportaba en un periodo determinado, entremezclado con tres partidos de envergadura”.
Y si bien es cierto que la selección francesa ha acostumbrado a sus aficionados a los desengaños en los últimos años, estos meses las sorpresas están poco menos que a la orden del día. El triunfo en la SheBelieves Cup es un buen ejemplo de ello, al igual que la designación como seleccionador del propio Echouafni, en septiembre de 2016. Pocos habrían apostado por este exjugador de la Ligue** 1, de experiencia limitada en los banquillos, para tomar el relevo a Philippe Bergeroo, quien fue destituido tras la eliminación prematura de las tricolores en el Torneo Olímpico de Fútbol femenino Río 2016…
No obstante, y a pesar de no contar en su historial con más que dos breves etapas, una en la categoría National (tercera división) con el Amiens, y otra en la Ligue** 2 al frente del Sochaux, este antiguo centrocampista que vistió los colores de Olympique de Marsella y OGC Niza, entre otros equipos, ha sorprendido a propios y extraños gracias a sus brillantes resultados.
“Es un balance bastante positivo en términos globales de trabajo, de entrega y de ganas. La idea consistía en superar la etapa pos Juegos Olímpicos, para iniciar un nuevo ciclo. Es lo que estamos poniendo en marcha desde enero de 2017”, resume con templanza, cuando todavía no ha conocido ni una sola derrota en siete meses.
“Mis dos primeras concentraciones resultaron algo complicadas. Cuando asumí el cargo, noté que las chicas estaban cansadas, tanto física como psicológicamente. Les había afectado mucho el fracaso de Río de Janeiro. Tenían ganas de hacerlo bien, pero las cosas no funcionaban. Y para que funcionen en los días de partido, hay que trabajar de manera temprana. Eso es lo que estamos haciendo, con humildad”.
Trabajo y perfil bajo Esos dos términos, trabajo y humildad, están muy presentes en el discurso del nuevo seleccionador, como si fuesen las claves de los problemas de unas Bleues a las que se daba demasiadas veces como favoritas de competiciones que al final no conseguían ganar. Y hay que reconocer que encajan bien con este técnico, a la vez modesto y laborioso, y explican pues por qué la Federación Francesa decidió otorgarle su confianza.
“Siempre he tenido un vínculo con las femeninas. Yo fui el padrino de la sección femenina del OGC Niza”, añade, “y debo reconocer que mi nueva función me satisface mucho. Me gusta todo. Tengo la impresión de llevar aquí ya mucho tiempo, aunque sólo sean siete meses, y la sensación de que me impulsa un viento de frescor con este grupo. Son jugadoras rigurosas, disciplinadas, que escuchan. ¡Tienen ganas de progresar!”.
A todas luces, estos progresos podrían materializarse ahora en la conquista de un primer título, en la Eurocopa que se celebra en los Países Bajos del 16 de julio al 6 de agosto. “La humildad no está reñida con la ambición”, confirma Echouafni. “Tenemos las cualidades necesarias para vencer a todos los rivales, esta SheBelieves Cup es la prueba. Había mucha gente pendiente de nosotros, querían ver dónde se situaba esta selección francesa. Y hemos lanzado un mensaje: ‘¡Estamos aquí! Estamos preparándonos y tenemos ganas de hacerlo bien...’. Pero todavía queda tiempo antes de la Eurocopa, y muchos compromisos con los clubes. Las lesiones y otros avatares siempre pueden frustrar nuestros planes. Más adelante haremos balance”.
Y, más tarde todavía, se asoma en el horizonte una Copa Mundial Femenina de la FIFA™, que organiza precisamente Francia. “Avanzaremos etapa a etapa. Pienso que ya hay algunas personas que empiezan a tenerla presente, pero es importante no equivocarse de objetivo. No nos precipitemos. Abordemos esta Eurocopa con mucha motivación y ganas, sin presión, porque la selección francesa nunca ha superado los cuartos de final de un campeonato de Europa. Ese es nuestro primer objetivo”, anuncia Echouafni, a modo de conclusión. Pero que nadie descarte más sorpresas…