Ha sido descripto como “un mini Mundial”. En él participan tres países que figuran entre los diez primeros de la Clasificación Mundial Femenina FIFA/Coca-Cola, cinco de los veinte primeros y algunas de las mejores futbolistas del planeta. Es la prueba clasificatoria de la AFC para el Torneo Olímpico de Fútbol femenino Río 2016, que se celebra en Japón.

La selección japonesa, campeona de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011™ y medallista de plata en Londres 2012, encabeza ese elenco. Acompañarán a las anfitrionas de esta competición que se disputa del 29 de febrero al 9 de marzo en Osaka la RP China y Australia, cuartofinalistas de la Copa Mundial Femenina de la FIFA Canada 2015, y la República de Corea, octavofinalista. Por si no bastase, también estarán la RDP de Corea, tricampeona de Asia, y la modesta Vietnam.

Todas lucharán por dos puestos en Río de Janeiro, escenario del certamen olímpico de agosto, al que acuden doce selecciones. Y los seis planteles que se verán las caras en Osaka demuestran una vez más que Asia dispone de abundante calidad, con unos clasificatorios que posiblemente solo puedan compararse en exigencia con los europeos. Una dificultad añadida para todos ellos es el calendario, que los obligará a jugar cinco partidos en apenas diez días.

La nueva visión de las Nadeshiko Los avances protagonizados por la selección japonesa en la cita mundialista han tenido su correspondencia en las Olimpiadas. No ha dejado de mejorar en sus cuatro campañas: a la eliminación en la fase de grupos en su estreno le siguieron un puesto en cuartos de final y otro en semifinales, antes de colgarse la medalla de plata en Londres. Para quienes crean en los augurios, el siguiente peldaño es conquistar el oro...

Sin embargo, y a pesar de su asombroso registro de los últimos años, Japón lo tendrá complicado para emular la exitosa campaña clasificatoria de la selección masculina hace un mes. Y si llega a Río de Janeiro, no podrá contar con Homare Sawa, todo un símbolo de las Nadeshiko, que colgó las botas en diciembre, poniendo fin a una carrera estelar que incluyó las cuatro participaciones olímpicas de las niponas.

La artillera Yuki Ogimi viste ahora el dorsal número 10 del cuadro que dirige Norio Sasaki, en el que están 16 integrantes del equipo que viajó a Canadá 2015. Una de las novedades es Kumi Yokoyama, que debutará al fin en un torneo de selecciones absolutas, tras su espectacular desempeño en la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2012 y después de perforar en innumerables ocasiones las metas contrarias en la Nadeshiko League.

Todo está abierto Hay muchas miradas puestas en la RDP de Corea, cuya prestación es una incógnita. Si bien es uno de los pesos pesados del fútbol asiático, sus últimas actuaciones internacionales, por diversas razones, han sido infrecuentes. Las norcoreanas, junto con Japón, representaron a Asia en las dos últimas Olimpiadas, una prueba más de su calidad, por si quedaban dudas.

Australia ha cosechado éxitos considerables en los últimos años, entre ellos el título asiático en 2010, pero todavía no ha logrado superar los clasificatorios olímpicos de la AFC. Aunque no ha dado muchas noticias estos meses, la reciente conclusión de la temporada de la W-League significa que este reto llega en un momento idóneo.

“Para nosotros la clasificación es un mini Mundial”, ha declarado el seleccionador de Australia, Alen Stajcic, acerca de la prueba que enfrenta a seis equipos. “Llegar a las Olimpiadas sería una grandísima recompensa, y supondría un espaldarazo enorme para el equipo y para este deporte”.

Tanto China como la República de Corea están mostrando señales de crecimiento constantes, después de una trayectoria relativamente discreta en los últimos años. Los dos países causaron sensación en Canadá 2015, en su regreso al torneo, y sus jóvenes también prometen. Cada vez son más las surcoreanas que fichan por clubes extranjeros, como refleja su convocatoria para Japón, con la presencia de Ji Soyun (Chelsea), Cho Sohyun (Kobe) o Jeon Gaeul (Western New York Flash).

Por su parte, China, bajo la dirección del exseleccionador de Francia Bruno Bini, no ha perdido más que uno de sus últimos nueve partidos, en los que acabó además con los doce años de imbatibilidad de Estados Unidos como local. Con todo, tendrá que prescindir de su jugadora más conocida, Wang Fei. La guardameta, en cuyo historial hay equipos de la talla de Turbine Potsdam y Lyon, se perderá el torneo por “sus condiciones físicas y de salud personales”, según ha explicado la Asociación China. Otras destacadas ausencias en Osaka serán Yeo Minji, de la República de Corea, que brilló en su paso por las categorías inferiores, y dos puntales de Australia, la dinámica delantera Sam Kerr y la máxima goleadora de la W-League, Larissa Crummer, ambas lesionadas.