sábado 29 octubre 2016, 06:21

De la cancha al lienzo

Se ha discutido mucho sobre si el fútbol constituye un medio de expresión artística. El reciente fallecimiento de Carlos Alberto, el capitán de la selección brasileña que ganó la Copa Mundial de la FIFA 1970™, ha servido para reavivar el debate.

Para muchos, su gol en el minuto 86 de la final contra Italia, marcado ante 107.412 espectadores en el Estadio Azteca, representa al fútbol en su forma más pura y hermosa: o jogo bonito.

Sin embargo, varias décadas antes de acuñarse esa expresión o de marcarse ese gol, artistas de todo el mundo ya habían utilizado el fútbol como un medio para reflejar la sociedad, momentos memorables o a algunas de sus principales figuras. Incluso, uno puede remontarse hasta finales del siglo XV y principios del XVI para comprobarlo…

El artista chino Du Jin, que desarrolló su actividad entre 1465 y 1509, pintó a tres señoras jugando al Cuju en un jardín. El Cuju (literalmente “dar patadas a un balón con el pie”) está considerado como la forma más antigua del fútbol, y fue un pasatiempo popular muy extendido desde unos 200 años antes de Jesucristo.

Inspiración para muchos

Cuando la práctica del fútbol resurgió en Inglaterra en el siglo XIX, se popularizó entre algunos artistas utilizar el balompié como tema.

En su cuadro Football (1839), Thomas Webster representó los partidos típicos del Martes de Carnaval desde el siglo XII, donde se jugaba al fútbol con una vejiga de cerdo. A su vez, a Thomas M. M. Hemy se le encargó su detallada obra Sunderland vs. Aston Villa (1895) para conmemorar los 3 títulos ligueros que conquistó el Sunderland en 4 temporadas (1892, 1893 y 1895). Hoy, el enorme lienzo está colgado en el espacio de recepción principal del estadio de los Gatos Negros, más de 120 años después.

Con todo, cabría considerar como los cuadros sobre fútbol inglés más famosos a los que pintó L. S. Lowry. Aunque nació cerca de Old Trafford, Lowry era un hincha acérrimo del Manchester City, y creó cuatro obras de arte diferentes muy preciadas, tanto por valoración artística como por valor económico. De hecho, su cuadro de 1949 The Football Match se vendió en subasta por 5,6 millones de libras (6,2 millones de euros) hace 5 años.

Como es lógico, varios artistas han utilizado el Mundial como instrumento para suscitar emociones… pero no siempre de la forma que cabría esperar. El cartel italiano O vincere o morire (de artista desconocido, hacia 1950) recuerda el presunto telegrama que envió Benito Mussolini a los jugadores de Italia diciéndoles que debían “vencer o morir” antes de la final de la Copa Mundial de la FIFA 1938 en París. Afortunadamente para ellos, por si acaso, derrotaron a Hungría por 4-2…

En 2006, el ilustrador hamburgués Felix Reidenbach estuvo 40 días pintando un anuncio de 2.750 metros cuadrados para adidas en el techo de la estación central de Colonia. Inspirándose en la obra maestra del barroco La apoteosis de San Ignacio de Loyola (1685), de Andrea Pozzo, Reidenbach confirió un carácter celestial a futbolistas como David Beckham, Zinedine Zidane y Lionel Messi.

El propio número 10 del FC Barcelona es un gran coleccionista de arte, y tiene en su compatriota Fabián Pérez a uno de sus artistas favoritos. El sentimiento es más que mutuo. Mientras que uno de los bienes más preciados del pintor es una camiseta firmada que Messi llevó en un partido y dedicó a sus hijos, el retrato que Pérez hizo a Messi figura en la colección privada del astro futbolístico.

“En realidad, no es sorprendente: igual que el arte y el fútbol se relacionan, el arte y el fútbol ayudan al mundo a relacionarse”, afirmaba Carl Gordon, de Clarendon Fine Art/Whitewall Galleries. “Para mí, no es ninguna sorpresa que utilicen el fútbol como tema algunos de los mejores artistas del mundo. El fútbol nos habla a todos, nos inspira a todos; y proporciona muchísimas emociones que los artistas quieren expresar sobre el lienzo. El arte y el fútbol forman parte del lenguaje internacional; y siempre sirven para generar debates apasionados. Al fin y al cabo, mientras que todos tenemos nuestros jugadores favoritos, también tenemos nuestros artistas favoritos”.

Grandes pasiones

Antonio Russo, un artista ganador de varios premios, rinde un sutil homenaje a su futbolista preferido –el fallecido Billy Bremner, antigua figura del Leeds United y la selección de Escocia– en todas y cada una de sus obras. Si te fijas con atención, verás un número 4, el dorsal de Bremner con su club y su país.

El estadounidense Todd White, que ha sido el artista oficial de los premios Grammy y de Coca-Cola, ha otorgado un papel protagonista al fútbol en algunas de sus obras más populares, como Tattooing Footballs, que está incluida en la galería de fotos de la parte superior de este reportaje. Además, ha creado ilustraciones basadas en los principales clubes de Europa que han resultado muy coleccionables.

Un compatriota de White, el célebre Andy Warhol, no era un gran aficionado a los deportes. Sin embargo, ocho años después de que conquistase el Mundial de México, utilizó a Pelé como uno de los deportistas representados en su Athletes Series de 1978, porque valoraba su reputación a los ojos de millones de personas en todo el mundo.

Si bien algunas películas y obras de ficción futbolísticas han sido criticadas por ser demasiado estereotipadas, uno de los motivos por los que el fútbol se traslada tan bien al arte es que ambos son completamente improvisados, desprovistos de guión.

Cada encuentro es un lienzo en blanco; cualquier cosa puede pasar. Se puede vivir un momento inolvidable en un rutinario empate sin goles o presenciar un instante mágico como el gol de Carlos Alberto en el principal escenario posible: la final de la Copa Mundial de la FIFA.

Después de ver eso, ¿quién se atrevería a sostener que el fútbol no es arte?