Cavalli fue seleccionador de Argelia y entrenó a varios clubes norteafricanos
El técnico francés habla de su nuevo puesto con Níger y su duelo contra los Fennecs
Argelia es una de las rivales de Níger en su grupo clasificatorio para Catar 2022
El pasado marzo, Jean-Michel Cavalli hizo las maletas y se dirigió al aeropuerto de París-Charles de Gaulle para tomar un vuelo a Niamey, capital de Níger, con el fin de firmar un contrato para hacerse cargo de la selección nigerina. Sin embargo, Cavalli no pudo viajar porque el aeropuerto estaba cerrado por medidas cautelares frente al coronavirus. Aun así, los directivos de la Federación Nigerina de Fútbol estaban decididos a hacerse con sus servicios, y el francés esperó unos meses más antes de convertirse oficialmente en el seleccionador de los Menas.
Para Cavalli, esa insistencia por contratarlo fue una señal positiva y, junto con su propio deseo de entrenar a la selección de Níger, deberían dar lugar a un proyecto exitoso.
En exclusiva para FIFA.com, Cavalli nos habla de su nueva misión. “Elegí este país porque me sentí cómodo con los mediadores con los que traté”, explica. “Acordamos empezar en marzo, pero no me dejaron viajar por la COVID-19. Aun así, dijeron que estaban dispuestos a esperar unos meses más. Por mi parte, siempre les di prioridad pese a las muchas ofertas que recibí. Ese respeto mutuo fue un buen comienzo para mí como seleccionador del equipo”.
Como cualquier otro técnico que firma un contrato con una selección de África, el primer objetivo es acceder a la fase final de la Copa Africana de Naciones.
“Desgraciadamente, el equipo ya perdió dos partidos cruciales en la liguilla, lo que reduce nuestras opciones de clasificarnos”, lamenta. “Pero eso no significa que no vayamos a trabajar duro para remontar. Para mí, es como haber tomado las riendas a medio camino. Si hubiésemos estado aquí desde el principio, probablemente habría sido otra historia. Creo que nuestras posibilidades de acceder a la fase final de la CAN dependen de los dos próximos partidos contra Etiopía. Pero además de clasificarnos para la CAN, nuestro objetivo es construir un equipo fuerte para competir con firmeza en los clasificatorios al Mundial”.
Un estreno exitoso
El técnico corso se quedó sorprendido con el buen nivel del fútbol nigerino, del que no conocía mucho anteriormente. “En los meses que pasé en casa antes de venir aquí, tuve la oportunidad de estudiar a los jugadores y las alineaciones. Me asombraron de veras las buenas aptitudes futbolísticas de los nigerinos. Vi algunos jugadores con un talento considerable que podrían jugar perfectamente en Europa”, revela.
Cavalli tuvo un buen estreno, al ganar sus dos primeros amistosos en octubre. “Aunque teníamos dos jugadores lesionados, mi equipo fue competitivo y estuvo a la altura. En un intervalo de tres días ganamos dos amistosos contra Chad y Sierra Leona. Aunque no sean grandes selecciones africanas, desde mi experiencia como seleccionador puedo decir que en realidad no hay selecciones pequeñas. Un ejemplo es lo que me pasó cuando entrené a Argelia: dónde estaba entonces el equipo y lo lejos que llegó”, señala.
Un reencuentro especial
El sorteo para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 encuadró a Níger en un grupo difícil junto a la vigente campeona continental, Argelia, además de Burkina Faso y Yibuti. Al pedirle a Cavalli su opinión sobre el grupo, analiza: “Estamos en un grupo con tres selecciones que están más o menos al mismo nivel. La cuarta es la campeona de África. Nuestro partido contra Argelia será como una final. Argelia será sin duda la principal favorita, pero debemos concedernos opciones en estas eliminatorias. Aunque nuestra posibilidad sea de una entre mil, lo daremos todo en el intento”.
“Todos los partidos contra equipos entrenados por Cavalli son difíciles para los rivales. Todo el mundo recuerda que, cuando entrené a Argelia, jugamos un gran fútbol en los amistosos contra Brasil y Argentina en 2007”, añade.
Cavalli fue seleccionador de Argelia durante cerca de dos años, por lo que el enfrentamiento entre Níger y Argelia será especial para él. “No presto mucha atención al hecho de que entrenase a Argelia y conozca muy bien el fútbol argelino. Haré lo imposible con mi equipo porque me encanta competir. En cualquier caso, no tenemos nada que perder en este grupo. El fútbol argelino ha evolucionado muchísimo últimamente, especialmente en cuanto al nivel de la selección absoluta y las infraestructuras deportivas, y sus jugadores militan en algunos de los principales clubes del mundo”.
Último deseo
Al no haber seguido como seleccionador de Argelia en 2008, Cavalli cree que dejó escapar una oportunidad de participar en un Mundial como seleccionador, pero ahora sueña con conseguirlo con Níger. “Acceder a una fase final mundialista es el sueño de todo seleccionador. Si lo conseguimos con Níger, sería un éxito histórico. Personalmente, perdí la oportunidad de participar en el Mundial de 2010. Trabajé con Argelia durante 22 meses, pero me marché antes de empezar la fase de clasificación. En todo caso, mi labor durante ese tiempo dio sus frutos”.
“Recuerdo perfectamente que, antes de dejar el cargo, le dije a Hamid Haddadj, entonces presidente de la Federación Argelina de Fútbol, que el equipo estaba bien preparado para las eliminatorias mundialistas, y que yo sería su hincha número uno. Estaba casi seguro de que Argelia se clasificaría para el Mundial por el buen trabajo que hicimos en los meses precedentes. La prueba fue que llegamos al descanso del amistoso contra Argentina ganando 2-0, y al descanso del amistoso contra Brasil con 0-0. Esas dos selecciones sudamericanas ocupaban entonces la primera y la segunda posición en la clasificación de la FIFA. Por supuesto, sueño con llevar a una selección a un Mundial antes de concluir mi carrera como entrenador”, recalca.
Por último, preguntamos a Cavalli por sus favoritas para representar a África en Catar 2022. “Argelia y Senegal son las que están en mejor forma para clasificarse, así como Marruecos. Pero creo que podemos dar más de una sorpresa en los próximos clasificatorios”, concluye.